Ehh... mi información... según esto

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D.F., Mexico
Intentaré ser lo más exacta posible, pero con tan poco espacio no prometo nada, jaja, vean, sólo puedo poner 1200 carácteres, y, escribo tanto, tengo tantas cosas que decirles que simplemente no me caben, jaja Esta bien, les diré que me gusta leer, algo demasiado obviooo, también escribir, jaja, y... me gusta... el helado, aahhh, sobre esto, tengo que decirles que soy un helado de uva karateca, jaja, y además sepó(no hay otra forma de escribirlo) rico, jaja, y también me gusta reirme de todo, comer chocolate, pastel y cantar, bambambam barararararara, y así mientras bailo, jajaja Por último!!! deseo ser vagabunda o trotamundos, jaja, aunque lo segundo suena más bonito, así que me gustaría que me regalaran un bastón negro para cuando ejerza mi profesión o unos tennis-botas con suelas enormes para poder subir montañas y vadear rios, jaja

4/8/08

Peligroso entramado

IV [Continuación]

El sudor se deslizaba a raudales por mi cuerpo, empañaba mi frente, se metía por mis retinas, se escurría por mi espalda y humedecía toda mi piel.
Suspiré y me recargué en la pared.
Antes pensaba que sudar era de las cosas más asquerosas que había en el mundo, pero ya no, el tiempo me demostró que había cosas peores
Una gota se deslizó por mi mejilla y otra por mi frente… pero sólo era agua, sólo eso.
Además me encantaba sentirme en contacto con mi cuerpo, experimentar el potencial que surgía en mis músculos y saberme poseedora de una fuerza bastante envidiable.
El sudor seguía escurriendo… bien. Hacer ejercicio me llenaba de energía, de ganas de hacer más.
Me limpié el sudor de la barbilla y la frente.
Lo olí.
No olía a nada… agua
Me levanté del suelo, todavía con la respiración jadeante y el corazón acelerado, y salí del gimnasio. Corrí por el pasillo y luego subí de dos en dos las escaleras de mármol. Otro pasillo igual de largo que el anterior apareció ante mí. Había puertas a ambos lados del corredor y un agradable olor a flores.
Abrí la última y entré a mi cuarto. Aunque dudaba que los demás lo llamasen así, tenía una salita para recibir a las visitas importantes y luego estaba otra puerta que daba a mi recámara. La abrí y entré
La luz entraba a raudales por la ventana y había flores esparcidas en jarrones por toda la habitación.
Me senté en la cama, que alguien había tendido, y alargué la mano a la repisa.
Tomé la jarra de agua y me serví un poco.
Delicioso.
Repetí la operación un par de veces más sin cansarme, hasta que mi sed estuvo satisfecha y dejé el vaso sobre la mesita.
Después di un par de zancadas y entré al cuarto de baño. Era bastante amplio, estaba rodeando de espejos y una gran bañera al fondo hacía que te diesen unas indudables ganas de meterte. Pero no podía, sólo haría una breve ducha. Tenía prisa. Me quité la playera empapada de sudor y la aventé sobre el suelo, hice lo mismo con los ajustados pants y después con las bragas.
Me metí a la ducha, el agua fría refrescó mi cuerpo.
Ahora tenía ganas de bailar un poco, de olvidarme de todos los problemas de mi existencia y sentirme simplemente una chica sin obligaciones tan grandes como las que tenía… sólo ser una persona más…
Pero no, no era como las demás y jamás lo sería, aunque eso también tenía sus ventajas.
Cerré los ojos y dejé que el agua se deslizara libre por mi cuerpo, llevándose mi sudor y enfriando mi piel
Intenté pensar en las cosas buenas de ser como era… como el hecho de que pronto desaparecería, que seguiría sosteniendo el imperio financiero de mi familia pero ahora desde la distancia, desde aquella isla ignota y olvidada donde nadie me encontraría y yo podría vivir en paz, siendo feliz con las cosas que me llevaría y dedicándome a lo que siempre quise hacer.
Nadie me necesitaba realmente aquí, para nadie era esencial, nunca había tenido ni siquiera una amistad verdadera y ahora ya no lo necesitaba, gracias a ello podría vivir aislada de la asquerosa sociedad en que vivía y no me dolería dejar nada, me recluiría y, por los modernos sistemas de comunicación que ya existían, podría seguir con el control de la empresa, todo sería igual que antes… pero yo sería más feliz, me dedicaría a lo soñaba con hacer, a lo que desee dedicarme…, sin trabas de ningún tipo, sin personajes molestos o personas incómodas que se empeñan en hacerme la vida de cuadritos.
Abrí los ojos, tratando de alejar mis ansias por ser libre de una vez, y concentrarme en los inevitables compromisos que tenía el día de hoy…
Bonita sorpresa se darían todos ellos cuando supieran que había desaparecido.
Aunque aún faltaba un poco de tiempo, las cosas aún no estaban listan… pero un mes, a lo sumo, bastaría.
Tomé el jabón que descansaba en la repisa y me tallé con furia.

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