Ángel González
Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
“Lo digo y no me corro”.
Pero él disimulaba.
-Este es muy bueno, jaja, lo leí en el blog de Sauce Verde, así que ahora os los pongo, espero que la última frase os haga reír como a mí, jajaja
Ehh... mi información... según esto
- Aksha
- D.F., Mexico
- Intentaré ser lo más exacta posible, pero con tan poco espacio no prometo nada, jaja, vean, sólo puedo poner 1200 carácteres, y, escribo tanto, tengo tantas cosas que decirles que simplemente no me caben, jaja Esta bien, les diré que me gusta leer, algo demasiado obviooo, también escribir, jaja, y... me gusta... el helado, aahhh, sobre esto, tengo que decirles que soy un helado de uva karateca, jaja, y además sepó(no hay otra forma de escribirlo) rico, jaja, y también me gusta reirme de todo, comer chocolate, pastel y cantar, bambambam barararararara, y así mientras bailo, jajaja Por último!!! deseo ser vagabunda o trotamundos, jaja, aunque lo segundo suena más bonito, así que me gustaría que me regalaran un bastón negro para cuando ejerza mi profesión o unos tennis-botas con suelas enormes para poder subir montañas y vadear rios, jaja
27/10/08
26/10/08
Ciudad del Este V
Tenía el cuerpo entumido después de haber pasado tanto tiempo en la misma posición. El frío y la humedad del suelo se colaban por mi piel…
No podía ver nada, el lugar era pequeño y olía mal. Sólo algunos contornos indefinidos se perfilaban en la oscuridad. Pero de poco servía. Ya había recorrido la celda. Mil veces. Intentando encontrar una salida, una pequeña brecha o parte sensible que con un poco de paciencia y esfuerzo me permitiera salir a la luz, al mundo… otra vez.
A veces lo hacía de nuevo, medir la celda contando mis pasos, lo sabía con exactitud, seis pasos y medio hacía el enrejado y ocho a lo largo, lo había hecho un sin número de veces, pegar mi cuerpo a la pared, de tal forma que el hombro rozara el cemento húmedo e irregular, e ir caminando talón contra punta, así hasta medir mi dos lados de mi celda casi cúbica.
Sabía que estaba en el subsuelo, tal vez en alguna alcantarilla oculta o no lo sé, cuando supe ya estaba aquí. Tampoco sabía desde cuanto, los días y las horas desfilaban ante mí sin que hubiera forma de contarlos o medir el paso.
Él venía algunas veces.
Podía sentirlo antes de empezar a escuchar sus pasos estamparse contra los charcos del suelo. Después lo veía, su sombra moviéndose en la oscuridad. Podía ver como sacaba la llave de su bolsillo y la metía en la cerradura del enrejado. Después la puerta chirriaba y él entraba.
Al principio yo luchaba, cuando él no estaba me pasaba horas enteras soltando gritos y alaridos, aporreando las paredes y destrozándome los nudillos con las rocas salientes, intentando llamar la atención de alguien que pasase por allí, pero siempre era en balde, nunca me sirvió de nada. Otras veces, cuando el entraba, lo golpeaba, me abalanzaba sobre él e intentaba rasguñarlo, golpearlo, tirarlo contra el suelo y salir corriendo… intentaba huir, pero ya no. Él era demasiado fuerte, siempre conseguía dominarme, siempre hacía que yo acabase sollozando en un rincón con golpes en todo el cuerpo y a veces, sangre escurriendo por mi magullada piel, mientras él sólo me observaba, casi con preocupación, como si se sintiese mal por haberme golpeado, y después me hablaba, con voz melosa y dulce, como si le hablase a su hija menor después de darle una severa reprimenda, me preguntaba porqué lo hacía, como si no tuviera ninguna razón para querer escapar, como si yo estuviese loca y no hiciese las cosas con lógica.
Y yo acaba por ceder. Él se acercaba y me abraza, me consolaba por haberme golpeado y me limpiaba las heridas. Me acostaba sobre la cama y me tapaba con su chaqueta.
Y ahí, cuando me veía débil e indefensa, su carácter cambiaba. Me insultaba, lanzaba fuertes exclamaciones y me decía que no valía nada, que tenía que darle las gracias porque cuidaba de mí, que yo era una persona mediocre, que no merecía vivir y que él se encargaría de arreglar eso…
Y entonces me golpeaba, sin compasión, estampaba sus puños contra mi piel desnuda, gritándome hasta que su respiración comenzaba sonar entrecortada por el esfuerzo y sentí el calor que exhalaba su cuerpo.
Entonces se detenía.
Y yo me quedaba allí, echa un ovillo, intentado protegerme a mí misma de su furia.
A veces él se iba sin decir nada. Sacaba algo de comida de sus bolsillos y se largaba. Pero últimamente después de golpearme comenzaba a tocarme, sentía sus manos recorrer suavemente mi cuerpo, casi con cariño…
Y el otro día… el otro día… él me besó.
Los hombres Huecos
T.S. Elliot
I
Somos los hombres huecos
Somos los hombres rellenos
Inclinados unos con otros
La cabeza llena de paja. ¡Pobres!
Nuestras voces secas, cuando
Susurramos juntos
Son suaves y sin sentido
Como el viento sobre el pasto seco
O pies de ratas sobre vidrio roto
En nuestra bodega seca
Figura sin forma, sombra sin color,
Fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
Aquellos que han cruzado
con mirada decidida, al otro reino, al de la muerte
Recuérdennos, -si es que lo hacen- no como perdidas
Violentas almas, sino sólo
Como los hombres huecos
Los hombres rellenos.
II
Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
En el reino de los sueños de la muerte
Ellos no aparecen
Allí los ojos son
Luz solar sobre una columna rota
Allí, está un árbol balanceándose
Y las voces son
En el canto del viento
Más distantes y más solemnes
Que una estrella desvaneciéndose.
Déjame estar lejos
En el reino de los sueños de la muerte
Déjame también ponerme,
Tales disfraces deliberados
Saco de rata, piel de cuervo,
Cruces del campo santo
Que se comportan como el viento se comporta
No mas cerca -
Ni siquiera en ese encuentro final
En el reino de las penumbras
III
Esta es la tierra muerta
Esta es tierra de cactus
Aquí las imágenes de piedra
Se levantan, aquí reciben
la súplica de la mano de un hombre muerto
Bajo el parpadeo de una estrella que se desvanece.
Es así
En el otro reino de la muerte
Despertando sólo
A la hora en que estamos
Temblando con ternura
Labios que podrían besar
Componen rezos para piedras rotas.
IV
Los ojos no están aquí
Aquí no hay ojos
En este valle de estrellas que agonizan
En este valle hundido
Esta mandíbula rota de nuestros reinos perdidos
En estos últimos lugares de reunión
Vamos a tientas, juntos
Evitando hablar
Reunidos a la orilla del río caudaloso
Ciegos, a menos
Que los ojos reaparezcan
Como la estrella perpetua
Rosa multifoliada
Del reino crepuscular de la muerte
La única esperanza
De los hombres vacíos.
V
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
Espinoso peral espinoso peral
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
A las cinco en punto de la mañana .
Entre la idea
Y la realidad
Entre el movimiento
Y el acto
La sombra cae
Porque tuyo es el reino
Entre la concepción
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
La sombra cae
La vida es muy larga
Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
La sombra cae
Pues ligero es el reino
Pues ligero es
La vida es
Pues ligera es la
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
No con una explosión sino con un gemido.
I
Somos los hombres huecos
Somos los hombres rellenos
Inclinados unos con otros
La cabeza llena de paja. ¡Pobres!
Nuestras voces secas, cuando
Susurramos juntos
Son suaves y sin sentido
Como el viento sobre el pasto seco
O pies de ratas sobre vidrio roto
En nuestra bodega seca
Figura sin forma, sombra sin color,
Fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
Aquellos que han cruzado
con mirada decidida, al otro reino, al de la muerte
Recuérdennos, -si es que lo hacen- no como perdidas
Violentas almas, sino sólo
Como los hombres huecos
Los hombres rellenos.
II
Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
En el reino de los sueños de la muerte
Ellos no aparecen
Allí los ojos son
Luz solar sobre una columna rota
Allí, está un árbol balanceándose
Y las voces son
En el canto del viento
Más distantes y más solemnes
Que una estrella desvaneciéndose.
Déjame estar lejos
En el reino de los sueños de la muerte
Déjame también ponerme,
Tales disfraces deliberados
Saco de rata, piel de cuervo,
Cruces del campo santo
Que se comportan como el viento se comporta
No mas cerca -
Ni siquiera en ese encuentro final
En el reino de las penumbras
III
Esta es la tierra muerta
Esta es tierra de cactus
Aquí las imágenes de piedra
Se levantan, aquí reciben
la súplica de la mano de un hombre muerto
Bajo el parpadeo de una estrella que se desvanece.
Es así
En el otro reino de la muerte
Despertando sólo
A la hora en que estamos
Temblando con ternura
Labios que podrían besar
Componen rezos para piedras rotas.
IV
Los ojos no están aquí
Aquí no hay ojos
En este valle de estrellas que agonizan
En este valle hundido
Esta mandíbula rota de nuestros reinos perdidos
En estos últimos lugares de reunión
Vamos a tientas, juntos
Evitando hablar
Reunidos a la orilla del río caudaloso
Ciegos, a menos
Que los ojos reaparezcan
Como la estrella perpetua
Rosa multifoliada
Del reino crepuscular de la muerte
La única esperanza
De los hombres vacíos.
V
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
Espinoso peral espinoso peral
Aquí vamos alrededor del espinoso peral
A las cinco en punto de la mañana .
Entre la idea
Y la realidad
Entre el movimiento
Y el acto
La sombra cae
Porque tuyo es el reino
Entre la concepción
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
La sombra cae
La vida es muy larga
Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
La sombra cae
Pues ligero es el reino
Pues ligero es
La vida es
Pues ligera es la
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
No con una explosión sino con un gemido.
Todos menos tú - Joaquín Sabina
Adoro esta canción!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Así horrible!!!!!!!! jajaja, me encanta, me fascina, jajaja, soy tan tan tan feliz cuando la escucho!!!!!!!!, estoy intentando aprendermela, aunque si me esta costando algo de trabajo, jajaja, bueno ojala y también les guste así mucho
Saludos!!!!
Saludos!!!!
Avenida Juárez
Efraín Huerta
Uno pierde los días, la fuerza y el amor a la patria,
el cálido amor a la mujer cálidamente amada,
la voluntad de vivir, el sueño y el derecho a la ternura;
uno va por ahí, antorcha, paz, luminoso deseo,
deseos ocultos, lleno de locura y descubrimientos,
y uno no sabe nada, porque está dicho que uno no debe saber nada,
como si las palabras fuesen los pasos muertos del hambre
o el golpear en el oído de la espesa ola del vicio
o el brillo funeral de los fríos mármoles
o la desnudez angustiosa del árbol
o la inquietud sedosa del agua...
Hay en el aire un río de cristales y llamas,
un mar de voces huecas, un gemir de barbarie,
cosas y pensamientos que hieren;
hay el breve rumor del alba
y el grito de agonía de una noche, otra noche,
todas las noches del mundo
en el crispante vaho de las bocas amargas.
Se camina como entre cipreses,
bajo la larga sombra del miedo,
siempre al pie de la muerte.
Y uno no sabe nada,
porque está dicho que uno debe callar y no saber nada,
porque todo lo que se dice parecen órdenes,
ruegos, perdones, súplicas, consignas.
Uno debe ignorar la mirada de compasión,
caminar por esa selva con el paso del hombre
dueño apenas del cielo que lo ampara,
hablando el español con un temor de siglos,
triste bajo la ráfaga azul de los ojos ajenos,
enano ante las tribus espigadas,
vencido por el pavor del día y la miseria de la noche,
la hipocresía de todas las almas y, si acaso,
salvado por el ángel perverso del poema y sus alas.
Marchar hacia la condenación y el martirio,
atravesado por las espinas de la patria perdida,
ahogado por el sordo rumor de los hoteles
donde todo se pudre entre mares de whisky y de ginebra.
Marchar hacia ninguna parte, olvidado del mundo,
ciego al mármol de Juárez y su laurel escarnecido
por los pequeños y los grandes canallas;
perseguido por las tibias azaleas de Alabama,
las calientes magnolias de Mississippi,
las rosas salvajes de las praderas
y los políticos pelícanos de Louisiana,
lascastas violetas de Illinois,
las bluebonnets de Texas...
y los millones de Biblias
como millones de palomas muertas.
Uno mira los árboles y la luz, y sueña
con la pureza de las cosas amadas
y la intocable bondad de las calles antiguas,
con las risas antiguas y el relámpago dorado
de la piel amorosamente dorada por un sol amorosos.
Saluda a los amigos, y los amigos
parecen la sombra de los amigos,
la sombra de la rosa y el geranio,
la desangrada sombra del laurel enlutado.
¿Qué país, qué territorio vive uno?
¿Dónde la magia del silencio, el llanto
del silencio en que todo se ama?
(¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?)
Uno se lo pregunta
y uno mismo se aleja de la misma pregunta
como de un clavo ardiendo.
Porque todo parece que arde
y todo es un montón de frías cenizas,
un hervidero de perfumados gusanos
en el andar sin danza de las jóvenes,
un sollozar por su destino
en el rostro apagado de los jóvenes,
y un juego con la tumba
en los ojos manchados del anciano.
Todo parece arder, como
una fortaleza tomada a sangre y fuego.
Huele el corazón del paisaje,
el aire huele a pensamientos muertos,
los poetas tienen el seco olor de las estatuas
—y todo arde lentamente c
como en un ancho cementerio.
Todo parece morir, agonizar,
todo parece polvo mil veces pisado.
La patria es polvo y carne viva, la patria
debe ser, y no es, la patria
se la arrancan a uno del corazón
y el corazón se lo pisan sin ninguna piedad.
Entonces uno tiene que huir ante el acoso de los búfalos
que todo lo derrumban, ante la furia imperial
del becerro de oro que todo lo ha comprado
—la pequeña república, el pequeño tirano,
los ríos, la energía eléctrica y los bancos—,
y es inútil invocar el nombre de Lincoln
y es por demás volver los ojos a Juárez,
porque a los dos los ha decapitado el hacha
y no hay respeto para ninguna paz,
para ningún amor.
No se tiene respeto ni para el aire que se respira
ni para la mujer que se ama tan dulcemente,
ni siquiera para el poema que se escribe.
Pues no hay piedad para la patria,
que es polvo de oro y carne enriquecida
por la sangre sagrada del martirio.
Pues todo parece perdido, hermanos,
mientras amargamente, triunfalmente,
por la Avenida Juárez de la ciudad de México
—perdón, Mexico City—
las tribus espigadas, la barbarie en persona,
los turistas adoradores de "Lo que el viento se llevó",
las millonarias neuróticas cien veces divorciadas,
los gangsters y Miss Texas,
pisotean la belleza, envilecen el arte,
se tragan la Oración de Gettysburg y los poemas de Walt Whitman,
el pasaporte de Paul Robeson y las películas de Charles Chaplin,
y lo dejan a uno tirado a media calle
con los oídos despedazados
y una arrugado postal de Chapultepec
entre los dedos.
Uno pierde los días, la fuerza y el amor a la patria,
el cálido amor a la mujer cálidamente amada,
la voluntad de vivir, el sueño y el derecho a la ternura;
uno va por ahí, antorcha, paz, luminoso deseo,
deseos ocultos, lleno de locura y descubrimientos,
y uno no sabe nada, porque está dicho que uno no debe saber nada,
como si las palabras fuesen los pasos muertos del hambre
o el golpear en el oído de la espesa ola del vicio
o el brillo funeral de los fríos mármoles
o la desnudez angustiosa del árbol
o la inquietud sedosa del agua...
Hay en el aire un río de cristales y llamas,
un mar de voces huecas, un gemir de barbarie,
cosas y pensamientos que hieren;
hay el breve rumor del alba
y el grito de agonía de una noche, otra noche,
todas las noches del mundo
en el crispante vaho de las bocas amargas.
Se camina como entre cipreses,
bajo la larga sombra del miedo,
siempre al pie de la muerte.
Y uno no sabe nada,
porque está dicho que uno debe callar y no saber nada,
porque todo lo que se dice parecen órdenes,
ruegos, perdones, súplicas, consignas.
Uno debe ignorar la mirada de compasión,
caminar por esa selva con el paso del hombre
dueño apenas del cielo que lo ampara,
hablando el español con un temor de siglos,
triste bajo la ráfaga azul de los ojos ajenos,
enano ante las tribus espigadas,
vencido por el pavor del día y la miseria de la noche,
la hipocresía de todas las almas y, si acaso,
salvado por el ángel perverso del poema y sus alas.
Marchar hacia la condenación y el martirio,
atravesado por las espinas de la patria perdida,
ahogado por el sordo rumor de los hoteles
donde todo se pudre entre mares de whisky y de ginebra.
Marchar hacia ninguna parte, olvidado del mundo,
ciego al mármol de Juárez y su laurel escarnecido
por los pequeños y los grandes canallas;
perseguido por las tibias azaleas de Alabama,
las calientes magnolias de Mississippi,
las rosas salvajes de las praderas
y los políticos pelícanos de Louisiana,
lascastas violetas de Illinois,
las bluebonnets de Texas...
y los millones de Biblias
como millones de palomas muertas.
Uno mira los árboles y la luz, y sueña
con la pureza de las cosas amadas
y la intocable bondad de las calles antiguas,
con las risas antiguas y el relámpago dorado
de la piel amorosamente dorada por un sol amorosos.
Saluda a los amigos, y los amigos
parecen la sombra de los amigos,
la sombra de la rosa y el geranio,
la desangrada sombra del laurel enlutado.
¿Qué país, qué territorio vive uno?
¿Dónde la magia del silencio, el llanto
del silencio en que todo se ama?
(¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?)
Uno se lo pregunta
y uno mismo se aleja de la misma pregunta
como de un clavo ardiendo.
Porque todo parece que arde
y todo es un montón de frías cenizas,
un hervidero de perfumados gusanos
en el andar sin danza de las jóvenes,
un sollozar por su destino
en el rostro apagado de los jóvenes,
y un juego con la tumba
en los ojos manchados del anciano.
Todo parece arder, como
una fortaleza tomada a sangre y fuego.
Huele el corazón del paisaje,
el aire huele a pensamientos muertos,
los poetas tienen el seco olor de las estatuas
—y todo arde lentamente c
como en un ancho cementerio.
Todo parece morir, agonizar,
todo parece polvo mil veces pisado.
La patria es polvo y carne viva, la patria
debe ser, y no es, la patria
se la arrancan a uno del corazón
y el corazón se lo pisan sin ninguna piedad.
Entonces uno tiene que huir ante el acoso de los búfalos
que todo lo derrumban, ante la furia imperial
del becerro de oro que todo lo ha comprado
—la pequeña república, el pequeño tirano,
los ríos, la energía eléctrica y los bancos—,
y es inútil invocar el nombre de Lincoln
y es por demás volver los ojos a Juárez,
porque a los dos los ha decapitado el hacha
y no hay respeto para ninguna paz,
para ningún amor.
No se tiene respeto ni para el aire que se respira
ni para la mujer que se ama tan dulcemente,
ni siquiera para el poema que se escribe.
Pues no hay piedad para la patria,
que es polvo de oro y carne enriquecida
por la sangre sagrada del martirio.
Pues todo parece perdido, hermanos,
mientras amargamente, triunfalmente,
por la Avenida Juárez de la ciudad de México
—perdón, Mexico City—
las tribus espigadas, la barbarie en persona,
los turistas adoradores de "Lo que el viento se llevó",
las millonarias neuróticas cien veces divorciadas,
los gangsters y Miss Texas,
pisotean la belleza, envilecen el arte,
se tragan la Oración de Gettysburg y los poemas de Walt Whitman,
el pasaporte de Paul Robeson y las películas de Charles Chaplin,
y lo dejan a uno tirado a media calle
con los oídos despedazados
y una arrugado postal de Chapultepec
entre los dedos.
Macondo - Oscar Chaves
Haber primero escuchen la canción, jaja
Ahora diganme si les recuerda algo, esto depende de si han leído una de las obras más famosas de la literatura, jaja
Ya?
Pues si!!!
Es de Cien años de soledad, jaja, uf ese libro es genial, lo siento no pude evitar subir el video, además me encanta cuando dice
Mariposas amarillas Mauricio Babilonia, jajaja, adoro esa parte
Ahora diganme si les recuerda algo, esto depende de si han leído una de las obras más famosas de la literatura, jaja
Ya?
Pues si!!!
Es de Cien años de soledad, jaja, uf ese libro es genial, lo siento no pude evitar subir el video, además me encanta cuando dice
Mariposas amarillas Mauricio Babilonia, jajaja, adoro esa parte
Épica
José Carlos Becerra
Me duele esta ciudad,
me duele esta ciudad cuyo progreso se me viene encima
como un muerto invencible,
como las espaldas de la eternidad dormida sobre cada una de mis preguntas.
Me duelen todos ustedes que tienen por hombro izquierdo una lágrima,
ese llanto es una aventura fatigada,
una mala razón para exhibir las mejillas.
En estas palabras hay un poco de polvo egipcio,
hay unas cuantas vendas, hay un olor de pirámides adormecidas en el algodón del pasado,
y hay también esa nostalgia que nos invade en ciertas tardes,
cuando la lluvia se enreda en nuestro corazón como los cabellos húmedos y largos
de una mujer desconocida.
Estuve atento a la edificación de los templos, al trazo de las grandes avenidas,
a la proclamación de los hospitales, a la frase secreta de los enfermos,
vi morir los antiguos guerreros,
sentí cómo ardían los ángeles por el olor a vuelo quemado.
Me duele, pues, esta convocatoria inofensiva, esta novia de blanco,
esta mirada que cruzo con mi madre muerta,
esta espina que corre por la voz, estas ganas de reír y llorar a mansalva,
y el trabajo de ustedes, los constructores de la nueva ciudad,
los sacerdotes de las nuevas costumbres, los muertos del futuro.
Me duele la pulcritud inútil, la voluntad académica,
la cortesía de los ciegos,
la caricia torva como una virgen insatisfecha.
Mirad las excavaciones de la noche,
escuchen a Lázaro conversando con sus sepultureros,
mostrándoles su anillo de compromiso con la Divinidad.
Vean a Lázaro en el restaurant y en el tranvía,
en el ataúd y en el puente, en el animal y en su plato de carne.
Sí, me duele este atardecer,
esta boca de sol y de verano.
Me duele esta ciudad,
me duele esta ciudad cuyo progreso se me viene encima
como un muerto invencible,
como las espaldas de la eternidad dormida sobre cada una de mis preguntas.
Me duelen todos ustedes que tienen por hombro izquierdo una lágrima,
ese llanto es una aventura fatigada,
una mala razón para exhibir las mejillas.
En estas palabras hay un poco de polvo egipcio,
hay unas cuantas vendas, hay un olor de pirámides adormecidas en el algodón del pasado,
y hay también esa nostalgia que nos invade en ciertas tardes,
cuando la lluvia se enreda en nuestro corazón como los cabellos húmedos y largos
de una mujer desconocida.
Estuve atento a la edificación de los templos, al trazo de las grandes avenidas,
a la proclamación de los hospitales, a la frase secreta de los enfermos,
vi morir los antiguos guerreros,
sentí cómo ardían los ángeles por el olor a vuelo quemado.
Me duele, pues, esta convocatoria inofensiva, esta novia de blanco,
esta mirada que cruzo con mi madre muerta,
esta espina que corre por la voz, estas ganas de reír y llorar a mansalva,
y el trabajo de ustedes, los constructores de la nueva ciudad,
los sacerdotes de las nuevas costumbres, los muertos del futuro.
Me duele la pulcritud inútil, la voluntad académica,
la cortesía de los ciegos,
la caricia torva como una virgen insatisfecha.
Mirad las excavaciones de la noche,
escuchen a Lázaro conversando con sus sepultureros,
mostrándoles su anillo de compromiso con la Divinidad.
Vean a Lázaro en el restaurant y en el tranvía,
en el ataúd y en el puente, en el animal y en su plato de carne.
Sí, me duele este atardecer,
esta boca de sol y de verano.
Cuurículum
Mario Benedetti
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Para entonces
Manuel Gutierrez Najera
Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
Bitácora
Uf lo siento!!!, hacía ya mucho que no subía nada, pero hoy intentaré recuperarme un poco, jaja, volver a hacer que el blog funcione, además tengo bastantes cosas geniales que subir
Pero primero, ahora, bueno, mmm, más bien, esta semana, leí unos libros geniales:
-El asesinato del profesor de matemáticas
Este me lo recomendo Mandy, jaja, y lo acabó leyendo casi todo el salón, y esta mega wow, es obviamente de matemáticas y vienen problemas y acertijos, y todo para que resuelvas el supuesto crimen del profesor
-Al calor del verano
Este es de mi autor favorito, jaja, Katzenbach, y esta también wow, es de un asesino loco que llama a un periodista y le cuenta porque asesina a la gente y eso
-Formas de morir
Este es.... triste y perfecto. Habla de Africa, pero de lo que sucede en este momento, de la desigualdad social, la gente que vive en casas construidas de papel y plástico. El personaje principal es un negro que salió de su pueblo y trabaja como plañidero profesional en la ciudad, aunque no exista esa profesión, jaja, lo que el hace es ir a llorar a los funerales y le pagan por eso
Creo... que es todo lo que he leído... mmm... haber si recuerdo....
Ah! si! leí otro libro muy pequeño de matemáticas, jaja, pero era para niños... y se llama.... es que no recuerdo el nombre, pero era de lo que pasaría si desaparecieran los números
Y ahorita estoy leyendo:
-Sueños de un robot
-Catalina la grande
-Retrato de un artista adolescente
-La Cultura, todo lo que hay que saber (mugre libro es tan tan enorme, jajaja)
-La hora de las brujas
Mmmm.... creo que de libros es todo....
Saludos!!!!!
Y haber si ahora subo cosas más seguido, jaja, aunque con lo que suba hoy tendréis bastante
Sed felices!!!, jajaja
Aaahh!! algo más, leí esto en el libro de Al calor del verano:
"No estoy loco. ¡Maldición!. ¡El mundo entero esta loco!. La gente anda por ahí y actúa como si nada estuviera pasando. No son capaces de ver más allá de su reducido mundo"
No es genial?, ojala les halla gustado, la subí especialmente para ustedes, jajaja
Pero primero, ahora, bueno, mmm, más bien, esta semana, leí unos libros geniales:
-El asesinato del profesor de matemáticas
Este me lo recomendo Mandy, jaja, y lo acabó leyendo casi todo el salón, y esta mega wow, es obviamente de matemáticas y vienen problemas y acertijos, y todo para que resuelvas el supuesto crimen del profesor
-Al calor del verano
Este es de mi autor favorito, jaja, Katzenbach, y esta también wow, es de un asesino loco que llama a un periodista y le cuenta porque asesina a la gente y eso
-Formas de morir
Este es.... triste y perfecto. Habla de Africa, pero de lo que sucede en este momento, de la desigualdad social, la gente que vive en casas construidas de papel y plástico. El personaje principal es un negro que salió de su pueblo y trabaja como plañidero profesional en la ciudad, aunque no exista esa profesión, jaja, lo que el hace es ir a llorar a los funerales y le pagan por eso
Creo... que es todo lo que he leído... mmm... haber si recuerdo....
Ah! si! leí otro libro muy pequeño de matemáticas, jaja, pero era para niños... y se llama.... es que no recuerdo el nombre, pero era de lo que pasaría si desaparecieran los números
Y ahorita estoy leyendo:
-Sueños de un robot
-Catalina la grande
-Retrato de un artista adolescente
-La Cultura, todo lo que hay que saber (mugre libro es tan tan enorme, jajaja)
-La hora de las brujas
Mmmm.... creo que de libros es todo....
Saludos!!!!!
Y haber si ahora subo cosas más seguido, jaja, aunque con lo que suba hoy tendréis bastante
Sed felices!!!, jajaja
Aaahh!! algo más, leí esto en el libro de Al calor del verano:
"No estoy loco. ¡Maldición!. ¡El mundo entero esta loco!. La gente anda por ahí y actúa como si nada estuviera pasando. No son capaces de ver más allá de su reducido mundo"
No es genial?, ojala les halla gustado, la subí especialmente para ustedes, jajaja
5/10/08
Ciudad del Este IV
Estaba agazapada detrás de unos tambos de basura, nadie podía verme. Estaba oculta. La cabeza me daba vueltas, un dolor punzante e intermitente me recorría todo el cuerpo…
Necesitaba hacerlo, era la única forma de olvidar el dolor, de ser feliz de nuevo, de dejar de sufrir…
Intenté ocultarme más detrás de los botes, sería imposible verme, la callejuela era pequeña y casi inaccesible, además ya estaba oscureciendo.
Tomé el espejo y lo dejé con cuidado en el suelo, luego tracé tres líneas de coca, acerqué el espejo a mi nariz y aspiré con fuerza una línea, luego otra y otra.
La nariz me sangró un poco, la tenía muy delicada, a veces la hemorragia no se detenía y ellos se daban cuenta y me encerraban otra vez en el edificio de paredes blancas, y no me daban coca… pero yo era más lista, había formas de escapar…
Sonreí. Luego todo fue muy confuso, como siempre… pero… pero yo flotaba
Amanecía. El sol se filtraba a través de mi largo cabello negro, me lo aparte de la frente y me incorporé. Deseaba comer un poco, mi estómago lanzaba gruñidos constantes y sentía un gran, gran hoyo.
Recogí el periódico sobre el que había dormido y lo guardé dentro de la bolsa.
Después salí de la calle.
Había gente en las aceras. Gente que me miraba feo, hacía caras de asco o se daba la vuelta al verme, algunos fingían que yo no estaba allí, que no existía…
Apestaba. Lo sabía. Pero no podía hacer nada.
Busqué en mis bolsillos cuanto dinero tenía… no mucho, tal vez lo suficiente para un pan caliente
Compré una dona en un puesto ambulante y caminé hacía mi casa, ahora tendría que hacer todo el camino a pie, me había quedado sin un cinco.
La dona sabía deliciosa, estaba grasienta y llena de chocolate. Perfecto.
Continué caminando. Conforme pasaba el tiempo el sol pegaba más fuerte. Intenté apresurarme, pero los pies ya me dolían y tenía sed.
Aún así estaba contenta, había logrado escapar otra vez… ellos eran unos estúpidos… estúpidos, estúpidos, estúpidos comencé a tararear. La gente se me quedo viendo de forma extraña. Quizás lo había dicho demasiado fuerte… fuerte, fuerte, fuerte…
Mi tiré sobre el pavimento. No podía caminar más… no quería caminar más.
Además… no había prisaaaa… y tenía sueño…
Miré alrededor… había… mmm.... unas…. calles pequeñas…. tal vez podría… otra vez… dormir ahí… pero… mejor caminaba…. no podía faltar mucho.
En fin…. seguía caminando, paso tras paso… paso tras paso… uno dos, uno dos, uno dos…
Ahora tenía sed, hambre, sueño y necesitaba más coca, el efecto había comenzado a pasarse
Un niño había resbalado sobre el pavimento… era un niño tan torpe… sangre… la sangre se deslizaba por su barbilla y dejaba grandes manchas oscuras en su playera… sangre… yo… sangre… el recuerdo se habría paso por mi mente… sangre… dolor… habitación… grité, aullé de dolor, ¡¡¡no deseaba recordar!!!, ¡¡no, no, no!!, mil veces no, sólo deseaba olvidar… sólo eso…
Caí de rodillas sobre el pavimento y empecé a sollozar, mi cuerpo se convulsionaba…
Después… las imágenes frescas en mi frente… todo lo que había sufrido y de alguna manera inconsciente había bloqueado hasta ese momento. Quizás esperando el momento preciso.
Me levanté del pavimento, la gente me miraba alarmada, algunos con compasión, pensando que yo estaba loca… pero no lo estaba
Mis zancadas se volvieron más rápidas, no los pasos vacilantes de antes, que titubeaban a cada momento, ahora sabía por fin lo que quería. Sabía que deseaba hacer…
Llegué a mi casa… o departamento. Subí las escaleras del edificio de dos en dos y después metí la llave en la cerradura. Estaba igual que antes.
El lugar destartalado, con muebles baratos y ya casi inutilizables, las paredes con manchas indefinibles y el suelo gastado.
La TV era vieja y casi no se veía, a veces servía un poco y después la oscuridad invadía la pantalla hasta que era toda negra. También había un radio que funcionaba cuando quería y un teléfono de adorno, sin línea.
El colchón tenía hoyos por doquier y estaba medio destartalado, el relleno se le salía por un extremo y la superficie era irregular
La cocina estaba sucia. Unas cucarachas caminaban encima de los trastes todavía cubiertos con desperdicios de comida ya podrida y que ahora era una masa dura y compacta.
Había larvas en la poca comida del refrigerador.
Caminé hasta el baño, deseaba ducharme, dejar de apestar.
El baño se había desbordado y un gran charco de aguas negras rodeaba el retrete… pero la ducha estaba bien, no tenía nada anormal.
Me quité la ropa rápidamente y la arrojé al cesto de la basura.
Abrí la llave. El agua cayó con un ligero tinte marrón, pero después se fue aclarando. Me metí. Estaba fría y afuera anochecía.
Necesitaba hacerlo, era la única forma de olvidar el dolor, de ser feliz de nuevo, de dejar de sufrir…
Intenté ocultarme más detrás de los botes, sería imposible verme, la callejuela era pequeña y casi inaccesible, además ya estaba oscureciendo.
Tomé el espejo y lo dejé con cuidado en el suelo, luego tracé tres líneas de coca, acerqué el espejo a mi nariz y aspiré con fuerza una línea, luego otra y otra.
La nariz me sangró un poco, la tenía muy delicada, a veces la hemorragia no se detenía y ellos se daban cuenta y me encerraban otra vez en el edificio de paredes blancas, y no me daban coca… pero yo era más lista, había formas de escapar…
Sonreí. Luego todo fue muy confuso, como siempre… pero… pero yo flotaba
Amanecía. El sol se filtraba a través de mi largo cabello negro, me lo aparte de la frente y me incorporé. Deseaba comer un poco, mi estómago lanzaba gruñidos constantes y sentía un gran, gran hoyo.
Recogí el periódico sobre el que había dormido y lo guardé dentro de la bolsa.
Después salí de la calle.
Había gente en las aceras. Gente que me miraba feo, hacía caras de asco o se daba la vuelta al verme, algunos fingían que yo no estaba allí, que no existía…
Apestaba. Lo sabía. Pero no podía hacer nada.
Busqué en mis bolsillos cuanto dinero tenía… no mucho, tal vez lo suficiente para un pan caliente
Compré una dona en un puesto ambulante y caminé hacía mi casa, ahora tendría que hacer todo el camino a pie, me había quedado sin un cinco.
La dona sabía deliciosa, estaba grasienta y llena de chocolate. Perfecto.
Continué caminando. Conforme pasaba el tiempo el sol pegaba más fuerte. Intenté apresurarme, pero los pies ya me dolían y tenía sed.
Aún así estaba contenta, había logrado escapar otra vez… ellos eran unos estúpidos… estúpidos, estúpidos, estúpidos comencé a tararear. La gente se me quedo viendo de forma extraña. Quizás lo había dicho demasiado fuerte… fuerte, fuerte, fuerte…
Mi tiré sobre el pavimento. No podía caminar más… no quería caminar más.
Además… no había prisaaaa… y tenía sueño…
Miré alrededor… había… mmm.... unas…. calles pequeñas…. tal vez podría… otra vez… dormir ahí… pero… mejor caminaba…. no podía faltar mucho.
En fin…. seguía caminando, paso tras paso… paso tras paso… uno dos, uno dos, uno dos…
Ahora tenía sed, hambre, sueño y necesitaba más coca, el efecto había comenzado a pasarse
Un niño había resbalado sobre el pavimento… era un niño tan torpe… sangre… la sangre se deslizaba por su barbilla y dejaba grandes manchas oscuras en su playera… sangre… yo… sangre… el recuerdo se habría paso por mi mente… sangre… dolor… habitación… grité, aullé de dolor, ¡¡¡no deseaba recordar!!!, ¡¡no, no, no!!, mil veces no, sólo deseaba olvidar… sólo eso…
Caí de rodillas sobre el pavimento y empecé a sollozar, mi cuerpo se convulsionaba…
Después… las imágenes frescas en mi frente… todo lo que había sufrido y de alguna manera inconsciente había bloqueado hasta ese momento. Quizás esperando el momento preciso.
Me levanté del pavimento, la gente me miraba alarmada, algunos con compasión, pensando que yo estaba loca… pero no lo estaba
Mis zancadas se volvieron más rápidas, no los pasos vacilantes de antes, que titubeaban a cada momento, ahora sabía por fin lo que quería. Sabía que deseaba hacer…
Llegué a mi casa… o departamento. Subí las escaleras del edificio de dos en dos y después metí la llave en la cerradura. Estaba igual que antes.
El lugar destartalado, con muebles baratos y ya casi inutilizables, las paredes con manchas indefinibles y el suelo gastado.
La TV era vieja y casi no se veía, a veces servía un poco y después la oscuridad invadía la pantalla hasta que era toda negra. También había un radio que funcionaba cuando quería y un teléfono de adorno, sin línea.
El colchón tenía hoyos por doquier y estaba medio destartalado, el relleno se le salía por un extremo y la superficie era irregular
La cocina estaba sucia. Unas cucarachas caminaban encima de los trastes todavía cubiertos con desperdicios de comida ya podrida y que ahora era una masa dura y compacta.
Había larvas en la poca comida del refrigerador.
Caminé hasta el baño, deseaba ducharme, dejar de apestar.
El baño se había desbordado y un gran charco de aguas negras rodeaba el retrete… pero la ducha estaba bien, no tenía nada anormal.
Me quité la ropa rápidamente y la arrojé al cesto de la basura.
Abrí la llave. El agua cayó con un ligero tinte marrón, pero después se fue aclarando. Me metí. Estaba fría y afuera anochecía.
4/10/08
Nuevos métodos
Elisa dejó el cuchillo sobre el aparador y regresó a la estancia.
Tenía que irse lo más pronto posible, lo sabía, pero su cuerpo se negaba a abandonar el lugar. Una fuerza irresistible la empujaba de nuevo al sofá.
La TV seguía encendida, un murmullo casi inaudible.
Miró sus manos, las lágrimas le resbalaban ahora por las mejillas… no comprendía cómo podía haber hecho eso…
Era perfecto. No había ninguna duda. Pero… ¿y después? ¿Cómo conseguiría olvidarlo?
Se dejo caer pesadamente sobre el sofá. La sangre le manchó los jeans, pero ella parecía no sentir la humedad.
Retorció las manos nerviosamente. La sangre le cubría la piel.
Torció el gesto. Miró el cuerpo desparramado sobre el sofá y se preguntó de nuevo porqué lo había hecho…
No tenía lógica. El era justo lo que buscaba… lo que deseaba… lo que necesitaba… y ahora lo había arruinado, de nuevo, de manera definitiva, sin vuelta atrás.
Se incorporó del sofá y miró otra vez el cadáver de su amante. Tenía una mirada entre confusa y sorprendida, los ojos abiertos, la sangre le manchaba la camisa y se deslizaba por el suelo; el sofá cubierto de grandes manchas rojas, o salpicaduras pequeñas y diminutas en las partes más alejadas de Jaime.
Elisa abrió mucho los ojos, parecía que el glóbulo ocular se escapaba de sus parpados, después abrió la boca, como si fuera a gritar, pero no emitió ningún sonido, crispo las manos y corrió por el cuchillo, lo tomó y con una carcajada bestial regreso de nuevo junto a Jaime, siguió apuñalando el cuerpo una y otra vez, hasta que terminó hecho una masa purulenta y amorfa, la carne se esparcía por la sala, la sangre era una gran mancha desperdigada por la estancia.
Elisa se incorporó y se limpió el sudor que le resbalaba por la frente. Su respiración era jadeante, dificultosa.
Por fin había terminado. El brillo demente de su mirada desapareció. Dejó caer el cuchillo sobre el suelo y subió con lentas zancadas a su cuarto.
Se tiró sobre la cama y miró fijamente el techo.
Un ruido la despertó de su ensimismamiento. El sonar del teléfono…
Se incorporó a medias y lo cogió.
-¿Diga?
-¡Elisa!, lo siento olvidé llamarte antes, dime que ya te tomaste las pastillas…
-Yo… - recordó el frasco naranja sobre el aparador, casi lleno, y supo que no lo había hecho, que había olvidado tomarse el medicamento…- sí, lo tomé justo a la hora.
Un suspiró se escuchó desde el otro lado de la línea.
-Oh, gracias que te acordaste, no sé que habría pasado sino lo hubieras hecho – Elisa si lo sabía-, pero en fin no paso nada malo – de hecho sí- ahora seré más cuidadoso, no te preocupes, recordaré llamarte siempre.
-Esta bien… no hay problema… puedo recordarlo sola
Elisa se despidió y colgó, así que era eso… ella esta bien sin las pastillas, no le dolía la cabeza, no se sentía mareada e indispuesta, sin ganas de hacer nada, se sentía perfectamente sin necesidad de las pastillas.
Elisa sonrió y bajó a la sala. Cogió una bolsa negra y metió los desperdicios de su amante dentro. Después limpió pacientemente el sofá hasta que no quedo ni una marca.
Miró el frasco de comprimidos blancos y los tiró uno a uno por el desagüe, ya no los necesitaba, había encontrado una mejor forma de sentirse bien
Tenía que irse lo más pronto posible, lo sabía, pero su cuerpo se negaba a abandonar el lugar. Una fuerza irresistible la empujaba de nuevo al sofá.
La TV seguía encendida, un murmullo casi inaudible.
Miró sus manos, las lágrimas le resbalaban ahora por las mejillas… no comprendía cómo podía haber hecho eso…
Era perfecto. No había ninguna duda. Pero… ¿y después? ¿Cómo conseguiría olvidarlo?
Se dejo caer pesadamente sobre el sofá. La sangre le manchó los jeans, pero ella parecía no sentir la humedad.
Retorció las manos nerviosamente. La sangre le cubría la piel.
Torció el gesto. Miró el cuerpo desparramado sobre el sofá y se preguntó de nuevo porqué lo había hecho…
No tenía lógica. El era justo lo que buscaba… lo que deseaba… lo que necesitaba… y ahora lo había arruinado, de nuevo, de manera definitiva, sin vuelta atrás.
Se incorporó del sofá y miró otra vez el cadáver de su amante. Tenía una mirada entre confusa y sorprendida, los ojos abiertos, la sangre le manchaba la camisa y se deslizaba por el suelo; el sofá cubierto de grandes manchas rojas, o salpicaduras pequeñas y diminutas en las partes más alejadas de Jaime.
Elisa abrió mucho los ojos, parecía que el glóbulo ocular se escapaba de sus parpados, después abrió la boca, como si fuera a gritar, pero no emitió ningún sonido, crispo las manos y corrió por el cuchillo, lo tomó y con una carcajada bestial regreso de nuevo junto a Jaime, siguió apuñalando el cuerpo una y otra vez, hasta que terminó hecho una masa purulenta y amorfa, la carne se esparcía por la sala, la sangre era una gran mancha desperdigada por la estancia.
Elisa se incorporó y se limpió el sudor que le resbalaba por la frente. Su respiración era jadeante, dificultosa.
Por fin había terminado. El brillo demente de su mirada desapareció. Dejó caer el cuchillo sobre el suelo y subió con lentas zancadas a su cuarto.
Se tiró sobre la cama y miró fijamente el techo.
Un ruido la despertó de su ensimismamiento. El sonar del teléfono…
Se incorporó a medias y lo cogió.
-¿Diga?
-¡Elisa!, lo siento olvidé llamarte antes, dime que ya te tomaste las pastillas…
-Yo… - recordó el frasco naranja sobre el aparador, casi lleno, y supo que no lo había hecho, que había olvidado tomarse el medicamento…- sí, lo tomé justo a la hora.
Un suspiró se escuchó desde el otro lado de la línea.
-Oh, gracias que te acordaste, no sé que habría pasado sino lo hubieras hecho – Elisa si lo sabía-, pero en fin no paso nada malo – de hecho sí- ahora seré más cuidadoso, no te preocupes, recordaré llamarte siempre.
-Esta bien… no hay problema… puedo recordarlo sola
Elisa se despidió y colgó, así que era eso… ella esta bien sin las pastillas, no le dolía la cabeza, no se sentía mareada e indispuesta, sin ganas de hacer nada, se sentía perfectamente sin necesidad de las pastillas.
Elisa sonrió y bajó a la sala. Cogió una bolsa negra y metió los desperdicios de su amante dentro. Después limpió pacientemente el sofá hasta que no quedo ni una marca.
Miró el frasco de comprimidos blancos y los tiró uno a uno por el desagüe, ya no los necesitaba, había encontrado una mejor forma de sentirse bien
Frases célebres
Gracias a de nuevo a Mandy, jaja, ahora por aumentar mi cultura con un gran multitud de frases célebres
La lengua es un órgano sexual que algunos degenerados utilizan para hablar.
Woody Allen
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
Woody Allen
La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.
Winston Churchill
No robes: de esta manera no tendrás nunca suerte en los negocios. Haz trampas.
Ambrose Bierce
El hombre es como un número: sólo tiene valor por su posición.
Napoleón
Es sucio el sexo? solo cuando se hace bien.
Woody Allen
La riqueza es como el agua salada, cuanto más se bebe, más sed produce.
Arthur Schopenhauer
Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre.
Mahatma Gandhi
Ojo por ojo y el mundo acabara ciego.
Mahatma Gandhi
La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces.
Winston Churchill
No es que tenga miedo de morirme. Es tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda.
Woody Allen
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
Woody Allen
Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo. Woody Allen
Mi vida amorosa es terrible, la ultima vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visite la estatua de la libertad.
Woody Allen
Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla.
Winston Churchill
El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo.
Winston Churchill
El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido.
Winston Churchill
Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida.
Oscar Wilde
Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
Oscar Wilde
Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
Oscar Wilde
El número de los que nos envidian confirma nuestras capacidades.
Oscar Wilde
Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
Oscar Wilde
Después de todo qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
Oscar Wilde
Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
Oscar Wilde
La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.
Oscar Wilde
El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza.
Oscar Wilde
No hagas a los demás lo que deseas para ti; los demás pueden tener gustos diferentes.
George Bernard Shaw
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.
George Bernard Shaw
Son todas, haber si luego me dice más y las subo, jaja
La lengua es un órgano sexual que algunos degenerados utilizan para hablar.
Woody Allen
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
Woody Allen
La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.
Winston Churchill
No robes: de esta manera no tendrás nunca suerte en los negocios. Haz trampas.
Ambrose Bierce
El hombre es como un número: sólo tiene valor por su posición.
Napoleón
Es sucio el sexo? solo cuando se hace bien.
Woody Allen
La riqueza es como el agua salada, cuanto más se bebe, más sed produce.
Arthur Schopenhauer
Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre.
Mahatma Gandhi
Ojo por ojo y el mundo acabara ciego.
Mahatma Gandhi
La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces.
Winston Churchill
No es que tenga miedo de morirme. Es tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda.
Woody Allen
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
Woody Allen
Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo. Woody Allen
Mi vida amorosa es terrible, la ultima vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visite la estatua de la libertad.
Woody Allen
Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla.
Winston Churchill
El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo.
Winston Churchill
El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido.
Winston Churchill
Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida.
Oscar Wilde
Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
Oscar Wilde
Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
Oscar Wilde
El número de los que nos envidian confirma nuestras capacidades.
Oscar Wilde
Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
Oscar Wilde
Después de todo qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
Oscar Wilde
Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
Oscar Wilde
La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.
Oscar Wilde
El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza.
Oscar Wilde
No hagas a los demás lo que deseas para ti; los demás pueden tener gustos diferentes.
George Bernard Shaw
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.
George Bernard Shaw
Son todas, haber si luego me dice más y las subo, jaja
Jajaja
Ahora va el turno del vídeo por recomendación por alguien que sabe mucho de vídeos, jaja, así que espero que les guste, se llama Jajaja de Fancy Free, y esta todo loco y genial!!!!!, jaja, yo que ustedes lo verían, a mí me encanto
Saludos!
Saludos!
Un día
Alaíde Foppa
Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.
Te amo ahí contra el muro destruido
Homero Aridjis
Te amo ahí contra el muro destruido
contra la ciudad y contra el sol y contra el viento
contra lo otro que yo amo y se ha quedado
como un guerrero entrampado en los recuerdos
Te amo contra tus ojos que se apagan
y sufren adentro esta superficie vana
y sospechan venganzas
y muertes por desolación o por fastidio
Te amo más allá de puertas y esquinas
de trenes que se han ido sin llevarnos
de amigos que se hundieron ascendiendo
ventanas periódicas y estrellas
Te amo contra tu alegría y tu regreso
contra el dolor que astilla tus seres más amados
contra lo que puede ser y lo que fuiste
ceremonia nocturna por lugares fantásticos
Te amo contra la noche y el verano
contra la luz y tu semejanza silenciosa
contra el mar y septiembre y los labios que te expresan
contra el humo invencible de los muertos.
Te amo ahí contra el muro destruido
contra la ciudad y contra el sol y contra el viento
contra lo otro que yo amo y se ha quedado
como un guerrero entrampado en los recuerdos
Te amo contra tus ojos que se apagan
y sufren adentro esta superficie vana
y sospechan venganzas
y muertes por desolación o por fastidio
Te amo más allá de puertas y esquinas
de trenes que se han ido sin llevarnos
de amigos que se hundieron ascendiendo
ventanas periódicas y estrellas
Te amo contra tu alegría y tu regreso
contra el dolor que astilla tus seres más amados
contra lo que puede ser y lo que fuiste
ceremonia nocturna por lugares fantásticos
Te amo contra la noche y el verano
contra la luz y tu semejanza silenciosa
contra el mar y septiembre y los labios que te expresan
contra el humo invencible de los muertos.
Tina Turner
También les pongo algunos vídeos de Tina Turner!!!, jaja, a mí me encanta Tina Turner!!!
What´s love got to do with it
Simply The Best
aahhh que genial es!!!
What´s love got to do with it
Simply The Best
aahhh que genial es!!!
Me doy cuenta de que me faltas
Jaime Sabines
Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.
Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.
Perdóname el dolor
Pilar Pallarés
Perdóname el dolor, a veces,
perdóname la tristeza casi siempre
y la soledad
(es así como llamo a tu ausencia).
Perdóname el silencio
y las palabras
ahora.
Perdóname la alegría si te tengo
un poco,
los encuentros, los versos,
mi pobre vida.
Perdóname la esperanza
todavía
(la tomo sin dármela
y la asumo como único alimento).
Perdóname que hable
que calle
que respire
pero nunca que te ame.
Condena mi amor, castígame por él,
quiero el infierno por pabia y aposento,
que los días me torturen y conozca la fatiga,
que tus reproches me vistan de martirio,
tu furia de sangre.
Maldita y desterrada, te seguiré queriendo
y seré, más que nunca, imperdonable.
Perdóname el dolor, a veces,
perdóname la tristeza casi siempre
y la soledad
(es así como llamo a tu ausencia).
Perdóname el silencio
y las palabras
ahora.
Perdóname la alegría si te tengo
un poco,
los encuentros, los versos,
mi pobre vida.
Perdóname la esperanza
todavía
(la tomo sin dármela
y la asumo como único alimento).
Perdóname que hable
que calle
que respire
pero nunca que te ame.
Condena mi amor, castígame por él,
quiero el infierno por pabia y aposento,
que los días me torturen y conozca la fatiga,
que tus reproches me vistan de martirio,
tu furia de sangre.
Maldita y desterrada, te seguiré queriendo
y seré, más que nunca, imperdonable.
Más que nada
Hola!!!!!!!
Ya tenía siglos que no subía nada!!!!!!1
Pero aquí estoy de regreso, jaja, y como ya hay muy, muy pocas entradas os dejaré muchas cosas, quizás llené toda la pag de cosas nuevas e interesantes que espero les gusten, jaja
También no he subido nada porque no he tenido tiempo y esas cosas, pero haber si desde la semana que viene aprovecho mejor el tiempo, aunque tenga que tener un horario fijo para cada cosa, ya veré como le haré, jaja
Primero les dejo estos dos vídeos, lo que ocurre es que me ha dado por tararear unas letras, jaja, pero han ido evolucionando y ahora tiene ritmo y todo eso, pero una chica me dijo que el ritmo era de una canción de Sergio Mendéz, así que la busqué y todo... pero... pues muy parecido... bueno en parte, jaja, porque también deseas moverte un poco
Y la versión de Black eyed Peas
Ya tenía siglos que no subía nada!!!!!!1
Pero aquí estoy de regreso, jaja, y como ya hay muy, muy pocas entradas os dejaré muchas cosas, quizás llené toda la pag de cosas nuevas e interesantes que espero les gusten, jaja
También no he subido nada porque no he tenido tiempo y esas cosas, pero haber si desde la semana que viene aprovecho mejor el tiempo, aunque tenga que tener un horario fijo para cada cosa, ya veré como le haré, jaja
Primero les dejo estos dos vídeos, lo que ocurre es que me ha dado por tararear unas letras, jaja, pero han ido evolucionando y ahora tiene ritmo y todo eso, pero una chica me dijo que el ritmo era de una canción de Sergio Mendéz, así que la busqué y todo... pero... pues muy parecido... bueno en parte, jaja, porque también deseas moverte un poco
Y la versión de Black eyed Peas
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