Ehh... mi información... según esto

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D.F., Mexico
Intentaré ser lo más exacta posible, pero con tan poco espacio no prometo nada, jaja, vean, sólo puedo poner 1200 carácteres, y, escribo tanto, tengo tantas cosas que decirles que simplemente no me caben, jaja Esta bien, les diré que me gusta leer, algo demasiado obviooo, también escribir, jaja, y... me gusta... el helado, aahhh, sobre esto, tengo que decirles que soy un helado de uva karateca, jaja, y además sepó(no hay otra forma de escribirlo) rico, jaja, y también me gusta reirme de todo, comer chocolate, pastel y cantar, bambambam barararararara, y así mientras bailo, jajaja Por último!!! deseo ser vagabunda o trotamundos, jaja, aunque lo segundo suena más bonito, así que me gustaría que me regalaran un bastón negro para cuando ejerza mi profesión o unos tennis-botas con suelas enormes para poder subir montañas y vadear rios, jaja

17/12/07

Solo es un rasguño


Caminaba lentamente por la calle, con una pistola nueve milímetros en el bolsillo trasero, me sentía el amo del mundo, indestructible, invencible, grande… todo un hombre.
Solo unos pequeños charcos de luz iluminaban la noche, oscura como la boca de un lobo… mi boca. Me detuve frente a un portón y abrí la puerta con una fuerte patada.

-¿Cómo va todo Ale?- pregunté
-De perlas- gritó una voz desde el interior-. No han hecho el más mínimo ruido en todo el día
-Iré a verlos- dije mientras me acercaba a él

Me arrojó el manojo de llaves sin decir palabra y siguió con la mirada fija en el televisor.
Metí la llave en la cerradura y con mucho sigilo la giré, entre a la habitación lúgubre y fría de los prisioneros…
Había manchas de humedad en las paredes y el suelo estaba encharcado, pero no fue eso lo que atrajo mi atención…

-¡Te dije que no los lastimaras!-vociferé
-Nada más es un rasguño, no exageres

Me arrodillé delante del hombre, un apuesto joven, y le palme la chaqueta negra que llevaba encima: se estaba desangrando. Observe a la joven que se encontraba a un lado de él, era bonita, más que bonita y se notaba en sus ropas el brillo de la riqueza.
Al sentir mí mirada volteo ligeramente, se veía en un estado tan lamentable que un atisbo de ternura tiño mi alma…

-Tranquila, no te va a pasar nada- dije, tratando de imprimir un tono de simpatía y confianza en mi voz
-¿Qué quieres?- preguntó ferozmente y su mirada se clavó en mí como una daga
-¿Tú que crees?- dije, y, sin darme cuenta, mi voz empezó a sonar sarcástica e histérica-. Dinero
-Ustedes me repugnan

Me lanzó una mirada de desprecio y cerró los ojos. Entonces mi ternura se transformo en una furia ciega y abrasadora, ¿Qué no lo entendía?, ella tenía mucho, yo nada, ni amor, ni dinero, ni trabajo o algo que me sujetase al mundo, solo una sed de venganza inquebrantable, que no se detendría ante nada, ni nadie…
Me incorporé, saque la pistola de mi bolsillo y sin el menor asomo de duda disparé.

-¡¿Qué has hecho estúpido?!
-Solo fue un rasguño

1 comentario:

Katherine Galo dijo...

muy bueno, me gusto la ironía.
saludones