Bitácora -¿Qué me pasa?

Esto ya tiene algo de tiempo que lo escribí... no recuerdo cuanto, pero sé que ya es bastante... sin embargo creo que siempre pensaré igual que lo que escribí, mis ideales siguen intactos y sé que un día conseguiré ser la escritora inmortal que quiero ser


¿Qué me pasa?, ¿Por qué ya no puedo escribir?, realmente no lo comprendo, no sé porque ya no le encuentro sentido a seguir escribiendo, a seguir plasmando mis pensamientos sobre el papel, en crear o continuar un cuento… ¡No lo entiendo!, es como si todas mis ganas, mis fuerzas, mi perseverancia por escribir se hubiera esfumado, se hubiera convertido simplemente en polvo, en una materia amorfa y sin vida.
¡No lo entiendo!, tengo tantos proyectos literarios por delante y no puedo escribir ni una frase, me siento cansada, apática, no le encuentro sentido ni a mi propia existencia, a todo lo que hago y digo… ¡oh me siento tan inútil!
Respiro profundo intentado tranquilizarme, canalizar mis pensamientos y emociones, intentar saber que me sucede….
Pero no, parece tan inútil, sólo sé que no deseo escribir más, tengo varios cuentos y una crónica y una novela en ciernes y no consigo reunir la suficiente fortaleza para escribirlos… y no sé porque, si se supone que me encanta escribir… no lo hago por obligación, sino por gusto… entonces ¡¿qué me sucede?!
Haber, vamos a ver… quiero ser escritora, por eso también escribo, o intento, escribir diario, tres cuartillas diarias, esa es la regla… ¿pero tendrá caso?, ¿realmente podré algún día llamarme a mí misma escritora?, o es, en cambio, ¿una simple ilusión?, una cosa sin importancia que jamás llegara a pasar… quizás sólo me convierta en una profesora de historia mediocre y ordinaria, en una persona que cuando muera nadie la recordará, que, como más temo, desaparecerá y no dejará huella… porque mi maestro tenía razón… yo quiero ser escritora, para a través de eso, ser INMORTAL, así, con letras mayúsculas, ser INMORTAL, que las personas me recuerden y sepan que alguna vez yo existí, que alguna vez yo cree cosas, que no fui un simple ser humano, que fui diferente, que deseaba más y más, que no se conformaba con las cosas indispensables en la vida, que la deseaba toda, experimentar y vivir todo lo que pudiera y dejar un recuerdo o memoria de su paso por la tierra... dejar mis libros, mis cuentos, mis manuscritos…
Y, además, deseo ser escritora por que me convierto en DIOS cuando escribo, puedo hacer o deshacer todo lo que yo quiera en mis cuentos, puedo matar y revivir, hacer un mundo diferente, mejor o peor, como yo lo desee…. ¡oh, como lo deseo!, como late mi corazón cuando pienso en ser INMORTAL y ser DIOS, en no tener que creer en el, porque el soy yo.
Creo que el ansia por escribir ya esta regresando, aunque no estoy del todo segura… quizás seas el hambre, no he comido y ya van a dar las seis, pero no hay nada de comer… bueno, si quiero ser escritora debo acostumbrarme a pasar hambre, no creo que mi carrera me aporte demasiados beneficios aparte de hacerme INMORTAL y DIOS, me tendré que conformar con eso…, jaja, pero si es lo que más deseo, es por lo que estoy aquí… porque en lo más profundo de mi ser deseo ser diferente, que años, décadas, siglos después de mi muerte todavía me recuerden, sepan que yo viví, que yo escribí…
Porque aunque hallas sido una persona muy buena en vida… ¿eso qué?, las personas a con las que lo fuiste van a morir, al igual que tú, y terminarás en el olvido, en la nada… convertido en un ser que nadie recuerde, cuya vida se perderá al paso de los años, y pocas décadas después se te terminará olvidando completamente
Sigo teniendo hambre… mucha, de hecho…, pero seguiré escribiendo, tal vez, si algún día llego a ser la reconocida escritora que quiero ser me de risa leer esto, leer los desvaríos de mi juventud, las cosas locas y sin sentido que escribía, lo mucho que me apasionaba cuando escribía de mi supuesta inmortalidad… claro, eso si llegó a ser famosa e INMORTAL, si llego a ser DIOS. Si, por el contrario, soy la mediocre maestra de la que hablaba hace un momento, leer esto me va a causar desazón, tristeza por lo que no conseguí ser… tal vez al leerlo caiga en una profunda depresión… no lo sé, debo esperar que pase el tiempo, y que yo tome las decisiones acertadas, que luche por lo que deseo ser y que nada, ni el hambre o la apatía, me detengan, seguir escribiendo un poco cada día, mejorando mi ortografía y la fluidez de mi pluma, haciéndome experta, una escritora con misticismo y cuya prosa es … eh, eso todavía no lo domino, jaja, así que mejor describo las cualidades de mi futura prosa cuando sea una importante y reconocida escritora.
Me faltan, exactamente y sin contar este, once renglones, para llenar de una vez las tres cuartillas y convencerme a mí misma que siempre puedo escribir… a pesa de mi estado de ánimo, o el estado de mi estómago…
Ahora sólo son siete… y los renglones desfilan velozmente, desapareciendo mientras un jardín de letras se implanta en las inmaculadas y blancas hojas de la computadora, suprimiendo el espacio en blanco y creando un idioma, una idea por trasmitir a mi futura yo, que espero nunca deje de escribir, y si lo hace que lea esto y que jamás se deje vencer, que luche siempre por ser lo que quiere, que sea DIOS en su propio y etéreo mundo de letras e INMORTAL en el mundo tangible y verdadero de los hombres, que no se conforme con ser un humano normal y corriente, y siempre, absolutamente siempre, vaya por más.
Sólo este renglón… y sólo me queda algo que decirte y decirme a mí misma (aparte de Tengo hambre y se me durmió un pie), ¡ESCRIBE!