Mientras saltas

[Es la cosa más corta que he hecho en toda mi vida... no os burléis]



No sabía realmente porqué lo hacía
Pero lo hacía
Saltaba
Uno, dos, tres
Cuatro, Cinco, Seis
Y así, una y otra vez
Mientras me llegaba el olor a quesadillas y aceite, mientras el aire frío se colaba por mi ropa y mi cabello brincaba conmigo.
Saltaba
Saltaba
Saltaba
Más y más alto
Hasta el infinito
Saltos de conejo y marometas en el aire, el ruido del trampolín y el Mírame mami, porque necesitaba que alguien me viera, sino no tenía caso, ella tenía que verme. Pero nada más ella, a los demás espectadores los espantaba con patadas Ninja y movimientos audaces.
La sonrisa seguía surcando mi rostro, era inagotable, como mis saltos.
Caí, resbalé, o cómo le queráis llamar, y me levanté con otro brinco, rápidamente, para que todos pensaran que fue planeado.
Mis pies desnudos tocaban la negra y gruesa tela, seguí saltando en círculos. Aunque no tenía sentido, seguía sin saber a ciencia cierta por qué lo hacía… quizás porque lo hacían todos… impulsé mis pies, mis rodillas y todo mi restante cuerpo hacía arriba, salté, caí, volví a saltar, inconscientemente, inacabablemente, sin razón.