Como no tengo nada que subir los lleno de vídeos, jaja, este es el último, y otra vez la versión que quería no se podía poner, pero lo importante es la letra... no?....no diré nada más... no puedo escribir nada más... no tiene caso... sólo gracias - a ustedes no, jaja-, ya, porque me pongo... sentimental y no me agrada, jaja
Saludos!! y que disfrutéis todos los vídeos!!
Ehh... mi información... según esto
- Aksha
- D.F., Mexico
- Intentaré ser lo más exacta posible, pero con tan poco espacio no prometo nada, jaja, vean, sólo puedo poner 1200 carácteres, y, escribo tanto, tengo tantas cosas que decirles que simplemente no me caben, jaja Esta bien, les diré que me gusta leer, algo demasiado obviooo, también escribir, jaja, y... me gusta... el helado, aahhh, sobre esto, tengo que decirles que soy un helado de uva karateca, jaja, y además sepó(no hay otra forma de escribirlo) rico, jaja, y también me gusta reirme de todo, comer chocolate, pastel y cantar, bambambam barararararara, y así mientras bailo, jajaja Por último!!! deseo ser vagabunda o trotamundos, jaja, aunque lo segundo suena más bonito, así que me gustaría que me regalaran un bastón negro para cuando ejerza mi profesión o unos tennis-botas con suelas enormes para poder subir montañas y vadear rios, jaja
30/6/08
Stainboy - Tim Burton
Eh... estoy profundamente asombrada, jaja, nunca había visto algo así... este extraño video me dejo con la boca abierta... y una sonrisa quizás macabra en el rostro, además de una vaga idea de que escribir al rato, jaja, es que es muy bueno el final... en sí todo es muy bueno, no te lo esperas... después igual subo otro capítulo. Os paso la correspondiente descripción que espero que leáis porque hoy no subiré texto, estoy cansada y deseando irme, y además no he escrito nada, sólo estuve copiando y pegando... pero eso no importa
Saludos!!!!
Stainboy
Este proyecto de Tim Burton para Internet que se empezó a ver el Septiembre del año 2000, nos cuenta las peripecias de un superhéroe inusual que lucha contra sus malvados enemigos.
Stainboy es un personaje creado por Tim burton en su libro de poemas e ilustraciones La melancólica muerte del chico ostra. Se trata de una especie de niño superhéroe con una característica muy especial: que mancha todo por donde pasa. A pesar de ser pequeño y con una imagen de fragilidad muy palpable, consigue salir con éxito de todas sus misiones.
Tim Burton utiliza para este proyecto personajes que proceden casi todos de su libro. El dibujo es simple, pero muy de su estilo.
Esta serie consta de seis capítulos diferentes en los que StainBoy o el Chico Mancha, lucha contra distintos personajes, dirigido por un militar con muy mal carácter. Los chicos contra los que lucha son Staregirl, la chica que te mira y hace que no pienses en nada; Toxicboy, que se traga todos los limpiadores y productos tóxicos que encuentra; Bowling Ball Head, que con ayuda de sus bolos hace grandes fechorías; RobotBoy…
En el último corto se ve como StainBoy se retrae hacia su infancia y recuerda su nacimiento, cómo sus padres le abandonaron en un centro para casos inusuales. Allí se encuentra con ojos de Clavo y la niña de muchos Ojos, una chica con cabeza de galleta y un chico con cabeza de queso.
Tim Burton utiliza para este proyecto personajes que proceden casi todos de su libro. El dibujo es simple, pero muy de su estilo.
Saludos!!!!
Stainboy
Este proyecto de Tim Burton para Internet que se empezó a ver el Septiembre del año 2000, nos cuenta las peripecias de un superhéroe inusual que lucha contra sus malvados enemigos.
Stainboy es un personaje creado por Tim burton en su libro de poemas e ilustraciones La melancólica muerte del chico ostra. Se trata de una especie de niño superhéroe con una característica muy especial: que mancha todo por donde pasa. A pesar de ser pequeño y con una imagen de fragilidad muy palpable, consigue salir con éxito de todas sus misiones.
Tim Burton utiliza para este proyecto personajes que proceden casi todos de su libro. El dibujo es simple, pero muy de su estilo.
Esta serie consta de seis capítulos diferentes en los que StainBoy o el Chico Mancha, lucha contra distintos personajes, dirigido por un militar con muy mal carácter. Los chicos contra los que lucha son Staregirl, la chica que te mira y hace que no pienses en nada; Toxicboy, que se traga todos los limpiadores y productos tóxicos que encuentra; Bowling Ball Head, que con ayuda de sus bolos hace grandes fechorías; RobotBoy…
En el último corto se ve como StainBoy se retrae hacia su infancia y recuerda su nacimiento, cómo sus padres le abandonaron en un centro para casos inusuales. Allí se encuentra con ojos de Clavo y la niña de muchos Ojos, una chica con cabeza de galleta y un chico con cabeza de queso.
Tim Burton utiliza para este proyecto personajes que proceden casi todos de su libro. El dibujo es simple, pero muy de su estilo.
Frankenweenie - Tim Burton
Hola!!!
Haber, una querida amiga me paso una pag de videos de Tim Burton, algo genial!!, jaja, así que aquí os pongo uno, con su correspondiente texto descriptivo... haber son tres partes así que diario pondré una... el principio esta algo extraño, pero luego se pone realmente aterrador, y supongo que las otras partes estan mejor, jaja, pero ya me voy porque llevo prisa, saludos!!, y espero que lo disfrutéis
Frankenweenie
Después del cortometraje de Vincent, en 1984, también durante su estancia en la Disney, realizó Frankenweenie, un peculiar homenaje a la película de Frankenstein y, conjuntamente, al cine antiguo de terror de la Hammer.
Eduardo Manostijeras es su particular visión de ‘Frankenstein’, pero lo que conviene no olvidar, es que antes de Eduardo, realizó este cortometraje, ‘Frankenweenie’, que es un homenaje en toda regla a la película de James Whale, en este caso en versión canina.
Un niño juega con su perro en la carretera, cuando de repente el animal es atropellado por un camión y muere en el acto. El niño se siente desolado por la muerte de su mascota, hasta que un día descubre en clase de ciencias cómo reanimar cuerpos muertos con electricidad. Con la idea en su mente, transforma su cuarto en un laboratorio al más puro estilo Frankenstein, y revive a su perrito colocándolo sobre una plataforma e izándolo en una noche de rayos y truenos. La Disney se volvió a mostrar recelosa de emitirlo al público infantil por resultar muy macabro.
Haber, una querida amiga me paso una pag de videos de Tim Burton, algo genial!!, jaja, así que aquí os pongo uno, con su correspondiente texto descriptivo... haber son tres partes así que diario pondré una... el principio esta algo extraño, pero luego se pone realmente aterrador, y supongo que las otras partes estan mejor, jaja, pero ya me voy porque llevo prisa, saludos!!, y espero que lo disfrutéis
Frankenweenie
Después del cortometraje de Vincent, en 1984, también durante su estancia en la Disney, realizó Frankenweenie, un peculiar homenaje a la película de Frankenstein y, conjuntamente, al cine antiguo de terror de la Hammer.
Eduardo Manostijeras es su particular visión de ‘Frankenstein’, pero lo que conviene no olvidar, es que antes de Eduardo, realizó este cortometraje, ‘Frankenweenie’, que es un homenaje en toda regla a la película de James Whale, en este caso en versión canina.
Un niño juega con su perro en la carretera, cuando de repente el animal es atropellado por un camión y muere en el acto. El niño se siente desolado por la muerte de su mascota, hasta que un día descubre en clase de ciencias cómo reanimar cuerpos muertos con electricidad. Con la idea en su mente, transforma su cuarto en un laboratorio al más puro estilo Frankenstein, y revive a su perrito colocándolo sobre una plataforma e izándolo en una noche de rayos y truenos. La Disney se volvió a mostrar recelosa de emitirlo al público infantil por resultar muy macabro.
29/6/08
La chispa adecuada - Heroes del Silencio
Mmm... pues esta canción me gusta mucho... y como es en español si sé que dice, jaja
Es todo, saludos!!
Es todo, saludos!!
28/6/08
Convertidas sólo en energía
Te extraño
deseo estar junto a ti,
sentir el calor de tu piel,
la humedad de tu boca,
la profundidad de tu mirada…
Pero estas terriblemente lejos
es imposible verte
tocarte
sentirte
meras palabras que no puedo llevar a cabo,
que se pierden en la negrura ilógica del universo
y vagan sin sentido por la eternidad
por el inconcebible infinito
por la relatividad del tiempo
convertidas sólo en energía
sin poder cobrar sentido,
o forma,
que sólo roen mi alma,
desgarran mi interior
y desmenuzan mis sentimientos
al pensar que no lo puedo hacer,
que aunque piense con fuerza en ello
no estaré más cerca de ti,
que aunque cada minuto que pasa es un suplicio
un acercamiento al abismo,
al despeñadero de mi subconsciente
el mundo inexplorado de mí mismo interior
no estaré más cerca de ti…
Te extraño
Te necesito
Te deseo
ya no puedo vivir si tú no estás,
si no escucho el timbre de tu voz,
si no leo tus mensajes,
si no te beso…
Tu cuerpo ocupa ahora cada centímetro de mí
tu imagen cada segundo de mi tiempo
tus besos cada trazo de mi pluma
Sólo sé que necesito estar junto a ti
que no puedo vivir si tú no estas
que ahora eres algo imprescindible en mi vida
lo único en lo que siempre pienso
con lo que sueño
por lo que respiro
por lo que deslizo la pluma sobre el papel
mis dedos sobre el teclado
mis pasos sobre la tierra
mis pensamientos sobre el infinito….
Te amo
Te necesito
ya no puedo evitarlo
ni negarlo
ni olvidarlo
estás presente en cada minuto de mi existencia
en cada suspiro de mi pecho
en cada garabato que sale de mí
Te amo de una forma cruel e inimaginable
de una forma que no consigo comprender…
Te amo
deseo estar junto a ti,
sentir el calor de tu piel,
la humedad de tu boca,
la profundidad de tu mirada…
Pero estas terriblemente lejos
es imposible verte
tocarte
sentirte
meras palabras que no puedo llevar a cabo,
que se pierden en la negrura ilógica del universo
y vagan sin sentido por la eternidad
por el inconcebible infinito
por la relatividad del tiempo
convertidas sólo en energía
sin poder cobrar sentido,
o forma,
que sólo roen mi alma,
desgarran mi interior
y desmenuzan mis sentimientos
al pensar que no lo puedo hacer,
que aunque piense con fuerza en ello
no estaré más cerca de ti,
que aunque cada minuto que pasa es un suplicio
un acercamiento al abismo,
al despeñadero de mi subconsciente
el mundo inexplorado de mí mismo interior
no estaré más cerca de ti…
Te extraño
Te necesito
Te deseo
ya no puedo vivir si tú no estás,
si no escucho el timbre de tu voz,
si no leo tus mensajes,
si no te beso…
Tu cuerpo ocupa ahora cada centímetro de mí
tu imagen cada segundo de mi tiempo
tus besos cada trazo de mi pluma
Sólo sé que necesito estar junto a ti
que no puedo vivir si tú no estas
que ahora eres algo imprescindible en mi vida
lo único en lo que siempre pienso
con lo que sueño
por lo que respiro
por lo que deslizo la pluma sobre el papel
mis dedos sobre el teclado
mis pasos sobre la tierra
mis pensamientos sobre el infinito….
Te amo
Te necesito
ya no puedo evitarlo
ni negarlo
ni olvidarlo
estás presente en cada minuto de mi existencia
en cada suspiro de mi pecho
en cada garabato que sale de mí
Te amo de una forma cruel e inimaginable
de una forma que no consigo comprender…
Te amo
Everybody-Atado a un sentimiento-Addicted [Miguel Mateos]
Otra canción
Saludos!!
Aunque tengo la ligera sospecha de que ya la había puesto, pero a ser sincera me da flojera revisar, además hoy pasan cuentame y lo quiero ver, jaja, así que ya no tengo tiempo de revisar
Saludos!!
Aunque tengo la ligera sospecha de que ya la había puesto, pero a ser sincera me da flojera revisar, además hoy pasan cuentame y lo quiero ver, jaja, así que ya no tengo tiempo de revisar
27/6/08
Alteración de plasma [completo]
Tenía que matarlo, era mi deber, ya no podía echarme para atrás. Debía ser fuerte y afrontar mi destino.
Caminé lentamente por el pasillo. Mis pasos retumbaban en el suelo de mármol y el eco reverberaba en las paredes. Sentía que alguien me seguía, que detrás de cada sombra, de cada columna, de cada puerta y de cada cortina, alguien se ocultaba y esperaba que yo diera un paso en falso para matarme.
Pero no podía caminar más deprisa. Cada alzar el pie era un tormento, una acción que me acercaba más y más a él. Al final.
Me detuve. La puerta estaba frente a mí. Insólitamente pesada, grande, terrible.
Mi cuerpo empezó a temblar, a estremecerse. La respiración se me aceleró, el corazón me latía con fuerza. Acerqué mi vacilante mano al picaporte…
El sudor me resbalaba como agua por mi frente. Un fuego me roía las entrañas.
Aferré el picaporte. Era ya lo único que me separaba de él, una puerta que mi cuerpo se negaba a mover.
Giré el picaporte muy lentamente. Escuché el clic al abrirse. Luego silencio. El forcejeo de mi respiración.
Empujé la puerta, se movió con un chirrido. Dejé vagar la vista por la habitación. No podía moverme. Mi cuerpo, presa del pánico y el miedo, no me obedecía.
Las cortinas estaban corridas. El lugar en penumbras, sólo la tenue luz de una vela quebrantaba el silencio. Sombras y contornos vagos que se extendían frente a mis ojos.
Él estaba allí. Exactamente donde tenía que estar, acostado sobre el lecho. Tenía el pecho desnudo y brillante de sudor. Su cabello negro se derrapaba sobre las almohadas… se veía tan bello.
Metí la mano en el bolsillo de la gabardina. Toqué el duro metal. Lo hice rodar entré mis dedos y después lo tomé por el mango, lo saqué, sin darme tiempo para pensar en lo que hacía. Debía darme prisa o nunca lo haría.
-Date prisa, por favor – Musitó Su voz era un débil y casi imperceptible murmullo
Me fijé en su rostro. Tenía los ojos levemente entreabiertos, la cara congestionada y perlada de sudor. Las aletas de su nariz vibraban al compás de su respiración.
Caminé hasta que estuve al lado del lecho. Vi los espasmos que recorrían su cuerpo, los finos hilos de venas que se le marcaban de forma grotesca en la piel, tejiendo telarañas infinitas sobre su cuerpo. Ahora había nuevas arrugas en su rostro, surcos que le recorrían la frente y adornaban las comisuras de sus labios.
Desee besarlo, sentir por última vez la humedad de su lengua y el ímpetu de sus labios… pero ya no, era imposible, el más mínimo contacto con su saliva me contagiaría.
-Lucía, por favor, ya no aguanto – ahora su voz era más débil, me costó entender lo que decía. Fijó su mirada en mí, implorante.
Acerqué mi rostro al suyo, me miró con espanto y apretó fuertemente sus labios, tan fuerte que terminaron convertidos en una fina línea blanca.
Posee los labios sobre su cuello y él suspiró.
Tenía la piel salada por el sudor. Le mordí con fuerza, sentí el breve desgarro de la carne y lo solté
Empuñé con más fuerza la cuchilla que tenía en la mano, la acerqué a su pecho…
-No puedo – las lágrimas empezaron a nublar mi visión
-Tienes qué, por favor, vamos hazlo, no sabemos que me pasará después, date prisa – me miró loca, enfebrecidamente
-Te amo, por favor no me hagas hacerlo… busca a otro
-Lucía, ¡hazlo!, hazlo o yo te mataré – la locura brilló en sus pupilas, los labios se le curvaron en una grotesca y maliciosa sonrisa.
Di un respingo y retrocedí un par de pasos. ¡Oh, por Dios!, ya estaba enloqueciendo, faltaba poco para que el gran cambio se operara en él
Dejó caer pesadamente su cabeza sobre la almohada y cerró los ojos.
-Lucía no te haré daño, pero hazlo ya, no sabemos que me pasará después
Me aproximé otra vez al lecho. Acerqué mi mano con la cuchilla a su cuerpo y la apoyé sobre la clavícula.
Su cuerpo se tenso, el labio inferior comenzó a temblarle y sus ojos se movieron rápidamente debajo de sus parpados… y sentí, por primera vez, que no podría llevar a cabo mi tarea, y no por mi indecisión, sino porque él ya no me dejaría.
Presioné el metal y una gota de sangre apareció, brilló un momentáneamente y se deslizó por su piel. Seguí presionando mientras deslizaba, lentamente, muy lentamente, la cuchilla sobre su piel, dejando una estela roja a mi paso.
Miré su rostro. Tenía la mandíbula apretada y los ojos cerrados, los músculos se le marcaban en la piel, como si estuvieran preparándose para atacar. Me dio miedo y corté más deprisa. Ya sólo deseaba alejarme de él, de esa oscuridad que lo absorbía y lo hacía todo irreal, impenetrable, escurridizo e ilógico.
Terminé de degollarlo, la sangre le escurría por el cuello y manchaba las sábanas… pero él no parecía estar a un paso de la muerte, sino plenamente vivo a pesar de que se estaba desangrando.
Sus mejillas no palidecieron ni se aflojó la tensión de sus músculos, parecía inmune a la perdida de sangre.
Me quedé inmóvil, mirándolo. Queriendo que todo terminase de una vez por todas.
Entonces paso. Lo que más temía.
La sangre cambio, empezó a tomar un tinte negruzco, a hacerse más oscura… a volverse completamente negra
Reprimí un grito, mis ganas de correr y huir de lugar…. Ya no había nada que hacer, ahora nada lo mataría… era… era inmortal.
Se removió entre las sábanas, los espasmos recorrieron su cuerpo, abrió los ojos, sin saber que pasaba, la sangre negra ahora le escurría por las fosas nasales y la barbilla, pequeñas gotas oscuras brillaban en su piel en vez de sudor.
Sin darme cuenta había estado retrocediendo, alejándome de él… mi cuerpo se estampó contra la pared y me quede inmóvil, contenido el aliento.
Por fin dejó de moverse, su pecho todavía subía y bajaba aceleradamente pero su cuerpo ya no se convulsionaba
El sabor salado de las lágrimas llego a mis labios, él ya jamás sería mío, ahora era otra cosa… una cosa extraña que yo no comprendía…
Abrió los ojos… ya no tenían ese suave tono miel… era negros como el carbón, como túneles sinuosos e inacabables, pozos profundos donde vivía la desesperación y el sufrimiento… un camino a la oscuridad que ahora invadía sus venas y su alma
Giró la cabeza en mi dirección y fijó en mí sus pupilas… un destello de desilusión le recorrió la mirada…
-No lo hiciste a tiempo…– sin darme tiempo para reaccionar se incorporó de un salto y caminó hasta estar frente a mí. Me dio miedo, por su garganta todavía escurrían gotas de sangre, pero la herida había desaparecido, su cuerpo irradiaba una fuerza sobrenatural. No intente moverme, ya no tenía caso, su cuerpo y la pared me lo impedían. – Tanto tiempo deseándote, suspirando cada noche por tenerte junto a mí, por poder tocar tu piel, recorrer tu cuerpo, besar tus labios…
Tenía la mirada fija en mí. Colocó uno de sus dedos en mis labios y luego fue descendiendo, llegó a la base de mi cuello… pero no se detuvo, siguió bajando hasta que llego a la abertura de mis pechos.
-¿Ya no me deseas?, jaja, vamos, ¿qué crees que no veo el temblor de tus labios?, ¿qué no siento el palpitar de tu corazón?
No respondí, no podía, no sabía que pasaba y mucho menos que pasaría.
Él acercó sus labios a mi cuello, aferró mi cintura con sus manos y me atrajo hacía sí.
-¡Ah! - el grito se abrió paso a través de mi garganta, sentía mi sangre escurriéndome por el cuello, la fuerza de succión que él ejercía sobre mí, el dolor inquebrantable de saber que me estaba matando, absorbiendo.
Las piernas me fallaron, un mareo me nubló la mente, alcé los brazos para empujarlo, pero era inútil, ya no conseguía saber que pasaba, la pérdida de sangre me estaba debilitando. Mientras él succionaba mi sangre cada vez con más fuerza, estrujaba mi cuerpo y hacía que toda la mezcla roja que había en mi cuerpo pasara por sus labios…
Dejé de pensar, mi alma empezó a navegar por la oscuridad que invadía el lugar…
Sentí que la presión de sus colmillos sobre mi piel iba desapareciendo… pero que importaba ya… no tenía ni una gota de sangre en las venas…
Sus brazos me rodearon, alzó mi frágil cuerpo y me llevó a su cama. Me dejó sobre las sábanas y se sentó al lado mío, empezó a acariciar mi cabello.
-Lo siento Lucía, en serio, no quería que esto pasará así… y lo sabes….
Me costaba trabajo respirar, entender lo que él decía, sólo deseaba cerrar los ojos y olvidarme de todo, sumergirme en la inconciencia que empezaba a invadir poco a poco mis sentidos…
-No pude evitar lo que pasó, necesitaba tu sangre, sino no lo hubiera hecho… pero ya no puedo hacer nada por ti… en seri…
Sus palabras se diluyeron como sombras en la oscuridad, mi corazón se detuvo definitivamente y dejé de respirar… los ojos se me cerraron poco a poco… todo se sentía frío… terriblemente frío… las palabras… ¿qué palabras?.... ¿de quién?.... ¿qué decía?... zumbidos molestos en mi cabeza… silencio… puntos… yo… espacios de inconciencia en blanco… nada….
Bitácora!!.... temed a los profetas!!!!
Hoy, bueno por una curiosa razón es muy raro que salga los viernes, jaja, en vez de viernes salgo casi toda la semana, lo cual a mí me parece muy bien, jaja
Ah!, sobre eso de salir toda la semana, el martes fui a un Remate de libros... no creo que hallan oído hablar, de hecho yo ni sabía, una amiga me aviso, jeje. Pues fui, y estuvo muy bien, compré muchos libros que todavía no he abierto porque tengo muchos otros sin leer, así que los nuevos tendrán que esperar..., para ser exactos son 9
.... ya me perdí.... en fin les iba a decir que... si me dejan pensar... recordar que demonios les iba a decir...
ah, ya de que hoy vi un programa en mi canal favorito, se llama Box pópuli y hablan de muchas cosas, hoy el tema fue la religión... esta vez no me gusto demasiado el programa, no por el tema, sino porque los... oponentes, o como les queráis decir, se perdían mucho en sus respuestas... como yo, jaja.
Pero uno finalizó con una frase, lo siento, pero me encanto, así que aquí os la pongo... ¡es tan genial!, prometo que ya voy a leer al autor, nada más que entre a la escuela y vuelva a ir a la súper biblio, jaja
"TÉMELE A LOS PROFETAS... Y A AQUÉLLOS QUE ESTÁN LISTOS PARA MORIR POR LA VERDAD, YA QUE COMO REGLA GENERAL HACEN MORIR A MUCHOS OTROS CON ELLOS, FRECUENTEMENTE ANTES QUE ELLOS, Y A VECES EN LUGAR DE ELLOS"
Humberto Eco
¿Apoco no está genial?
Además en lo que buscaba la frase, porque sólo recordaba el principio, encontré otras frases que me gustaron, obviamente del mismo tema, os las pongo y me despido
"Es díficil luchar con un enemigo que tiene puestos de avanzada en tu cabeza"
Sally Kempton
"Sólo los peces muertos nadan con la corriente"
Malcom Nuggeridge
"Ubi dubium ibi libertas " ["Donde hay duda hay libertad"]
Proverbio latino
"Donde es un deber adorar al sol, es bastante seguro que sea un crimen investigar las leyes del calor"
John Morley
La última esta también muy genialisima
Saludos!!!
Ah!, sobre eso de salir toda la semana, el martes fui a un Remate de libros... no creo que hallan oído hablar, de hecho yo ni sabía, una amiga me aviso, jeje. Pues fui, y estuvo muy bien, compré muchos libros que todavía no he abierto porque tengo muchos otros sin leer, así que los nuevos tendrán que esperar..., para ser exactos son 9
.... ya me perdí.... en fin les iba a decir que... si me dejan pensar... recordar que demonios les iba a decir...
ah, ya de que hoy vi un programa en mi canal favorito, se llama Box pópuli y hablan de muchas cosas, hoy el tema fue la religión... esta vez no me gusto demasiado el programa, no por el tema, sino porque los... oponentes, o como les queráis decir, se perdían mucho en sus respuestas... como yo, jaja.
Pero uno finalizó con una frase, lo siento, pero me encanto, así que aquí os la pongo... ¡es tan genial!, prometo que ya voy a leer al autor, nada más que entre a la escuela y vuelva a ir a la súper biblio, jaja
"TÉMELE A LOS PROFETAS... Y A AQUÉLLOS QUE ESTÁN LISTOS PARA MORIR POR LA VERDAD, YA QUE COMO REGLA GENERAL HACEN MORIR A MUCHOS OTROS CON ELLOS, FRECUENTEMENTE ANTES QUE ELLOS, Y A VECES EN LUGAR DE ELLOS"
Humberto Eco
¿Apoco no está genial?
Además en lo que buscaba la frase, porque sólo recordaba el principio, encontré otras frases que me gustaron, obviamente del mismo tema, os las pongo y me despido
"Es díficil luchar con un enemigo que tiene puestos de avanzada en tu cabeza"
Sally Kempton
"Sólo los peces muertos nadan con la corriente"
Malcom Nuggeridge
"Ubi dubium ibi libertas " ["Donde hay duda hay libertad"]
Proverbio latino
"Donde es un deber adorar al sol, es bastante seguro que sea un crimen investigar las leyes del calor"
John Morley
La última esta también muy genialisima
Saludos!!!
En algún lugar - Duncan Du
También, una canción fabulosa, jaja, aunque de ese grupo quería poner otra... pero en fin, me tendré que conformar...
Saludos!!!
Saludos!!!
25/6/08
Saludos!!!
Eh, para todo aquél que le interese y sobre todo para el que se de cuenta, algunas entradas las junte, en vez de haber I, II y así, ya sólo hay una, para que este blog no sea un caos y todo sea más sencillo de leer, aunque así se ve más cargado de información... pero en fin
Sólo era eso
Saludos!!!
Os dejo otro video
Sí, lo sé, ya lo había puesto, pero este tiene subtítulos!!!, así que ya sé que dice, jaja
Sólo era eso
Saludos!!!
Os dejo otro video
Sí, lo sé, ya lo había puesto, pero este tiene subtítulos!!!, así que ya sé que dice, jaja
22/6/08
Más trozos de locura
Eh... esto lo escribí el otro día en la mañana, para inagurar mi nueva libreta, porque la de los engendros no tiene ya ni dos hojas en blanco, no sé como demonios se me acabo tan rápido... pero en fin, la nueva se llama El MuNDO dl CaOs!!, y eso es justamente lo que va a ser, un caos, porque la otra a pesar de todos mis esfuerzos terminó hecha un desastre, jaja, así que no creo que a esta le vaya mejor
Hoy no tengo una idea sobre que escribir... a decir verdad no tengo ni la más remota idea de que escribir... pero bueno, no me podéis negar que una hoja en limpio no os llama vigorosamente para que dibujéis vuestras palabras en ella, a sembrar las ideas que os carcomen por dentro sobre el papel... así que aquí estoy, echando a perder la primera hoja de escritura... lo siento, debería haber escrito algo con más imaginación que esto, pero al sol de mediodía y en pijama no se me ocurre nada siniestro y sangriento, con tanta luz no me viene nada a la cabeza, así que tendréis que disculparme
[Después de escribir esto empecé la novela que os puse arriba]
Hoy no tengo una idea sobre que escribir... a decir verdad no tengo ni la más remota idea de que escribir... pero bueno, no me podéis negar que una hoja en limpio no os llama vigorosamente para que dibujéis vuestras palabras en ella, a sembrar las ideas que os carcomen por dentro sobre el papel... así que aquí estoy, echando a perder la primera hoja de escritura... lo siento, debería haber escrito algo con más imaginación que esto, pero al sol de mediodía y en pijama no se me ocurre nada siniestro y sangriento, con tanta luz no me viene nada a la cabeza, así que tendréis que disculparme
[Después de escribir esto empecé la novela que os puse arriba]
Alza la voz (según, jaja)
Os he dicho mil y un veces que veáis mi serie favorita, la única por el momento, pero no creo que lo hallan hecho... tengo ese cruel presentimiento, así que ya no os lo diré, ya os dije todo lo que puedo decirles al respecto, así que si la veis o no ya es asunto suyo, jaja
Aunque como es mi blog no puedo evitar subir cosas que me gustan... en el capítulo anterior (dos meses antes de la muerte de Franco), el país sigue siendo un caos, sacudido por los distintos intereses en juego y las personas se tiene que ir perfilando con alguna posición política... lo que más me gusto fue el carácter de algunas personas al desafiar todo y a todos por lo que creen, ser capaz de alzar la voz e intentar hacer la diferencia en medio de gente que sólo sigue a los dirigentes y no tiene ideales propios...
En fin mencionaron al poeta que os pongo a continuación... aunque el fragmento que leyeron de él no lo encontré, a decir verdad no recuerdo bien cómo era, sólo sé que era algo de Alza la voz...
Espero no marearlos con tanta información...
Saludos!!!
Antonio Manchado
Poeta español nacido en Sevilla en 1875 y fallecido en Collioure, Francia, en 1939.Doctor en Filosofía y letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid. En 1927 fue elegido Académico de la Real Española, cuyo discurso de ingreso no pronunció nunca.Está considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana. Su vasta obra poética se caracteriza por la sencillez y precisión en el lenguaje. Cantó a la tierra, al mar, a los olivos, y en diversos tonos a la gloria del amor. En su poesía se refleja la visión dolida de su patria y la recreación de la belleza que encierran las pequeñas cosas.Entre sus obras publicadas se destacan «Soledades, galerías y otros poemas» en 1903, «Campos de Castilla» en 1912, «Nuevas canciones» en 1925 y «La guerra» en 1938.
HE ANDADO MUCHOS CAMINOS...
He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.
Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.
Y no conocen la prisa
ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
Aunque como es mi blog no puedo evitar subir cosas que me gustan... en el capítulo anterior (dos meses antes de la muerte de Franco), el país sigue siendo un caos, sacudido por los distintos intereses en juego y las personas se tiene que ir perfilando con alguna posición política... lo que más me gusto fue el carácter de algunas personas al desafiar todo y a todos por lo que creen, ser capaz de alzar la voz e intentar hacer la diferencia en medio de gente que sólo sigue a los dirigentes y no tiene ideales propios...
En fin mencionaron al poeta que os pongo a continuación... aunque el fragmento que leyeron de él no lo encontré, a decir verdad no recuerdo bien cómo era, sólo sé que era algo de Alza la voz...
Espero no marearlos con tanta información...
Saludos!!!
Antonio Manchado
Poeta español nacido en Sevilla en 1875 y fallecido en Collioure, Francia, en 1939.Doctor en Filosofía y letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid. En 1927 fue elegido Académico de la Real Española, cuyo discurso de ingreso no pronunció nunca.Está considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana. Su vasta obra poética se caracteriza por la sencillez y precisión en el lenguaje. Cantó a la tierra, al mar, a los olivos, y en diversos tonos a la gloria del amor. En su poesía se refleja la visión dolida de su patria y la recreación de la belleza que encierran las pequeñas cosas.Entre sus obras publicadas se destacan «Soledades, galerías y otros poemas» en 1903, «Campos de Castilla» en 1912, «Nuevas canciones» en 1925 y «La guerra» en 1938.
HE ANDADO MUCHOS CAMINOS...
He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.
Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.
Y no conocen la prisa
ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
21/6/08
Ofrenda de sangre
El viento hacía estremecer las ramas y alborotaba mi cabello, los mechones volaban a ambos lados de mi rostro y las hojas bailaban en las copas de los árboles.
Tenía frío. Estaba sentada sobre el suelo, recargada en una pared todavía cálida por el sol mediodía y sujetaba con fuerza mis piernas contra el resto de mi cuerpo.
No quería pensar. No podía pensar.
Sabía que no debería haber ido, que lo mejor hubiese sido olvidarlo todo y vivir en la alegre inconciencia de la demás gente, seguir pensando que el mundo era diferente, que aquello simplemente no podía existir.
Vanas esperanzas. No podría seguir viviendo así, todas las noches el mismo terror me carcomería las entrañas, el mismo sudor me resbalaría por la frente y la misma presión en el pecho no me dejaría respirar.
Lo mejor era acabar con eso, de una vez y para siempre. Acabar con todo y al mismo tiempo ayudarlo a él en su búsqueda de sangre.
Esperaba que se diese prisa. Seguir allí, pensando en lo que pasaría, pensando en mi muerte, quizás haría que desistiera y huyera pese a todos mis propósitos.
Dejé vagar la vista en derredor, tratando de apartar su imagen de mi mente, su piel gris y sin vida, sus cuencas hundidas en el rostro, su cuerpo escuálido y quebradizo, su…
El callejón estaba sucio, la basura se apilaba a ambos lados de las aceras y un olor nauseabundo invadía el aire.
Él no llegaba.
Negros nubarrones se extendían ahora por el aire. No alcanzaba a distinguir más que sombras e indefinibles contornos. Mis vías de escape se había esfumado, tendría que morir quisiera o no.
Tenía las manos frías y sudorosas. La respiración se me aceleró.
¡Demonios! ¡¿Qué hago aquí?!
Deseé correr, pararme y salir corriendo de allí, pero no, ya no lo haría, ya no podría hacerlo.
Intenté vaciar mi mente de todos mis recuerdos, prepararme para morir, para dejar de existir…, pero ya no podía, todo mi valor, mi energía, mi decisión, todo, se había esfumado. Ahora sólo me quedaban las risas, las alegrías, las lágrimas, los amigos, todo regresaba a mí
Entonces lo sentí. El vaho repugnante que exhalaba su cuerpo, el aroma viejo y desgastado de su piel, su conciencia de criatura milenaria… casi podía oír el débil latido de su corazón.
Apreté los puños con fuerza, todo mi cuerpo se tenso.
Su conciencia entró en mí mente, la sentía vagar por mis recuerdos, explorar mis más indefinibles emociones, adentrarse en mis miedos, vagar por mi subconsciente y comenzar a controlar mis movimientos.
Cerré los ojos, no deseaba verlo otra vez, verlo me enloquecía, me hacía desear gritar… desear escapar.
Sus redes de poder siguieron su recorrido por mi cuerpo. Sentí como le ordenaba a mi cuerpo que se levantase. Me resistí, intenté evitarlo, deseaba quedarme allí sentada, pero él no me dejo, obligo a mis piernas a moverse y tuve que incorporarme. Me quede allí, sostenida sólo por su fuerza, por el poder de su voluntad y de sus siglos de sabiduría.
Mis pies se movieron lentamente, hacía él. No veía nada. Seguía con los ojos fuertemente cerrados, deseando desaparecer, fundirme con las sombras que sabía que me rodeaban, con la negrura que se extendía por mi alma.
Cada vez su olor era más penetrante, se colaba por los poros de mi cuerpo, por las fosas de mi nariz, por cada hendidura de mi cuerpo.
Mis pies se seguían deslizando por el pavimento… y me pregunté si esto tendría algún caso, si a él le serviría, aunque sólo fuese un poco, mi sangre.
Pero eso ya no importaba, le sirviese o no, la tomaría, me tendría que hacer a la idea de una buena vez, él se bebería mi sangre, así, sin rodeos de ningún tipo, me haría completamente suya por medio de la sangre, estaba a un paso de morir, de la forma más inimaginable que era posible, a manos de una criatura de la que pocos o nadie conocía su existencia, que su creación se remontaba al principio de los tiempos y seguía su vagabundeo por el mundo en búsqueda de la sangre, la magnifica sangre, que le devolvería toda su fuerza y poder, que lo haría total y completamente invencible…
Pero había tanta sangre en el mundo, tantas partículas con la maravillosa mezcla que a pesar de todos los siglos, milenios, años, que llevaba en su búsqueda, no había hallado ni la más mínima gota. Ni la más mínima.
Y aquí aparezco yo en la historia, con un par de probabilidades a mi favor de llevar en mis venas el necesario líquido rojo…
Di un resoplido, no tenía ninguna necesidad de recordar todo eso, como él exploro mi mente, se coló en mis sentidos y aturdió mi conciencia a tal grado que ya no sabía quién era yo, ni cuando me atacaría él.
Así que me ofrecí voluntariamente, sin rodeos, no quería vivir esperando el momento en que él se volviese a colar en mi mente y me matase o algo peor. Quería acabar con esto de una buena vez.
Sentí el olor putrefacto de su respiración en mi cara. Reprimí una arcada. Estábamos muy cerca, demasiado cerca… quizás sólo unos centímetros separaban mi rostro del suyo.
Luego su piel. La textura rasposa y vieja sobre mi cintura. Mi cuerpo comenzó a temblar y estremecerse. Él estaba dentro de mí, su conciencia fundida con la mía, en un pacto diabólico e inexplicable, incongruente e ilógico, sin sentido.
Empezó a cobrar fuerza, a hacerse una presencia cada vez más fuerte frente a mí, su poder se extendía al infinito, casi podía sentir las redes de su pensamiento rodeándome, colándose por cada resquicio de mi piel.
Luego su energía me invadió, rompió todas las barreras y fluyó libre por mi cuerpo. El dolor era terrible, parecía que un fuego subía y bajaba por mis venas, dejando un estela de dolor a su paso… hasta que llego al corazón… allí se detuvo, yo ya no podía respirar, cada vez me separaba más de mi cuerpo, de mi sangre…
La energía se detuvo allí, una sensación cosquilleante y abrupta. No podía pensar en otra cosa más que en eso, en el dolor.
Luego exploto, grité, el sonido desagarro los tendones de mi garganta y se perdió en la oscuridad, sentía la sangre vagando por todo mi cuerpo, como él la atraía con sus redes de poder hacía mi boca…. como él me besaba y succionaba toda la sangre.
Sólo lo sentía… ya no podía abrir los ojos… no sabía ahora donde estaba… mi cuerpo era mío y al mismo tiempo no… ya no tenía ningún control sobre él…
Mi sangre empezó a agotarse, el succionaba con más fuerza… quería hasta la última gota… y yo… yo me empecé a hundir en la oscuridad… vaga conciencia amorfa que vaga por los confines del universo sin saber como ni donde fue creada…. y la oscuridad eterna, infinita, de mi muerte.
Tenía frío. Estaba sentada sobre el suelo, recargada en una pared todavía cálida por el sol mediodía y sujetaba con fuerza mis piernas contra el resto de mi cuerpo.
No quería pensar. No podía pensar.
Sabía que no debería haber ido, que lo mejor hubiese sido olvidarlo todo y vivir en la alegre inconciencia de la demás gente, seguir pensando que el mundo era diferente, que aquello simplemente no podía existir.
Vanas esperanzas. No podría seguir viviendo así, todas las noches el mismo terror me carcomería las entrañas, el mismo sudor me resbalaría por la frente y la misma presión en el pecho no me dejaría respirar.
Lo mejor era acabar con eso, de una vez y para siempre. Acabar con todo y al mismo tiempo ayudarlo a él en su búsqueda de sangre.
Esperaba que se diese prisa. Seguir allí, pensando en lo que pasaría, pensando en mi muerte, quizás haría que desistiera y huyera pese a todos mis propósitos.
Dejé vagar la vista en derredor, tratando de apartar su imagen de mi mente, su piel gris y sin vida, sus cuencas hundidas en el rostro, su cuerpo escuálido y quebradizo, su…
El callejón estaba sucio, la basura se apilaba a ambos lados de las aceras y un olor nauseabundo invadía el aire.
Él no llegaba.
Negros nubarrones se extendían ahora por el aire. No alcanzaba a distinguir más que sombras e indefinibles contornos. Mis vías de escape se había esfumado, tendría que morir quisiera o no.
Tenía las manos frías y sudorosas. La respiración se me aceleró.
¡Demonios! ¡¿Qué hago aquí?!
Deseé correr, pararme y salir corriendo de allí, pero no, ya no lo haría, ya no podría hacerlo.
Intenté vaciar mi mente de todos mis recuerdos, prepararme para morir, para dejar de existir…, pero ya no podía, todo mi valor, mi energía, mi decisión, todo, se había esfumado. Ahora sólo me quedaban las risas, las alegrías, las lágrimas, los amigos, todo regresaba a mí
Entonces lo sentí. El vaho repugnante que exhalaba su cuerpo, el aroma viejo y desgastado de su piel, su conciencia de criatura milenaria… casi podía oír el débil latido de su corazón.
Apreté los puños con fuerza, todo mi cuerpo se tenso.
Su conciencia entró en mí mente, la sentía vagar por mis recuerdos, explorar mis más indefinibles emociones, adentrarse en mis miedos, vagar por mi subconsciente y comenzar a controlar mis movimientos.
Cerré los ojos, no deseaba verlo otra vez, verlo me enloquecía, me hacía desear gritar… desear escapar.
Sus redes de poder siguieron su recorrido por mi cuerpo. Sentí como le ordenaba a mi cuerpo que se levantase. Me resistí, intenté evitarlo, deseaba quedarme allí sentada, pero él no me dejo, obligo a mis piernas a moverse y tuve que incorporarme. Me quede allí, sostenida sólo por su fuerza, por el poder de su voluntad y de sus siglos de sabiduría.
Mis pies se movieron lentamente, hacía él. No veía nada. Seguía con los ojos fuertemente cerrados, deseando desaparecer, fundirme con las sombras que sabía que me rodeaban, con la negrura que se extendía por mi alma.
Cada vez su olor era más penetrante, se colaba por los poros de mi cuerpo, por las fosas de mi nariz, por cada hendidura de mi cuerpo.
Mis pies se seguían deslizando por el pavimento… y me pregunté si esto tendría algún caso, si a él le serviría, aunque sólo fuese un poco, mi sangre.
Pero eso ya no importaba, le sirviese o no, la tomaría, me tendría que hacer a la idea de una buena vez, él se bebería mi sangre, así, sin rodeos de ningún tipo, me haría completamente suya por medio de la sangre, estaba a un paso de morir, de la forma más inimaginable que era posible, a manos de una criatura de la que pocos o nadie conocía su existencia, que su creación se remontaba al principio de los tiempos y seguía su vagabundeo por el mundo en búsqueda de la sangre, la magnifica sangre, que le devolvería toda su fuerza y poder, que lo haría total y completamente invencible…
Pero había tanta sangre en el mundo, tantas partículas con la maravillosa mezcla que a pesar de todos los siglos, milenios, años, que llevaba en su búsqueda, no había hallado ni la más mínima gota. Ni la más mínima.
Y aquí aparezco yo en la historia, con un par de probabilidades a mi favor de llevar en mis venas el necesario líquido rojo…
Di un resoplido, no tenía ninguna necesidad de recordar todo eso, como él exploro mi mente, se coló en mis sentidos y aturdió mi conciencia a tal grado que ya no sabía quién era yo, ni cuando me atacaría él.
Así que me ofrecí voluntariamente, sin rodeos, no quería vivir esperando el momento en que él se volviese a colar en mi mente y me matase o algo peor. Quería acabar con esto de una buena vez.
Sentí el olor putrefacto de su respiración en mi cara. Reprimí una arcada. Estábamos muy cerca, demasiado cerca… quizás sólo unos centímetros separaban mi rostro del suyo.
Luego su piel. La textura rasposa y vieja sobre mi cintura. Mi cuerpo comenzó a temblar y estremecerse. Él estaba dentro de mí, su conciencia fundida con la mía, en un pacto diabólico e inexplicable, incongruente e ilógico, sin sentido.
Empezó a cobrar fuerza, a hacerse una presencia cada vez más fuerte frente a mí, su poder se extendía al infinito, casi podía sentir las redes de su pensamiento rodeándome, colándose por cada resquicio de mi piel.
Luego su energía me invadió, rompió todas las barreras y fluyó libre por mi cuerpo. El dolor era terrible, parecía que un fuego subía y bajaba por mis venas, dejando un estela de dolor a su paso… hasta que llego al corazón… allí se detuvo, yo ya no podía respirar, cada vez me separaba más de mi cuerpo, de mi sangre…
La energía se detuvo allí, una sensación cosquilleante y abrupta. No podía pensar en otra cosa más que en eso, en el dolor.
Luego exploto, grité, el sonido desagarro los tendones de mi garganta y se perdió en la oscuridad, sentía la sangre vagando por todo mi cuerpo, como él la atraía con sus redes de poder hacía mi boca…. como él me besaba y succionaba toda la sangre.
Sólo lo sentía… ya no podía abrir los ojos… no sabía ahora donde estaba… mi cuerpo era mío y al mismo tiempo no… ya no tenía ningún control sobre él…
Mi sangre empezó a agotarse, el succionaba con más fuerza… quería hasta la última gota… y yo… yo me empecé a hundir en la oscuridad… vaga conciencia amorfa que vaga por los confines del universo sin saber como ni donde fue creada…. y la oscuridad eterna, infinita, de mi muerte.
Aviso... o como le queráis llamar
Haber, necesito deciros algo, es importante, así que por favor, por lo que más querías, seguir leyendo, no os tomará mucho tiempo:
Creo que ninguno de ustedes lo sabía, pero el estar más de dos horas diarias en el Internet causa depresión, así que les recomiendo que no lo hagáis, yo ya intento moderarme un poco, porque es verdad, luego por estar en el Internet no haces otras cosas, y estar aquí no es sano, así que por favor ¡modérense!, no más de dos horas diarias, no es mucho pedir, o sí?, además hay cosas más interesantes que estar conectado, no sé, pueden irse a la calle a caminar, u otra cosa que se les ocurra y les guste hacer, pero ya no estén tanto tiempo conectados, es una verdadera adicción, así que no lo hagáis, por favor.
También no más de dos horas de TV, hagan cosas más productivas... aunque sea pónganse a leer, si son mis cuentos mejor, jaja, no no es cierto, hay libros muy fabulosos, si no están acostumbrados a leer y quieren empezar pero no saben por donde ¡pregunten!, aquí estoy yo para lo que sea, jeje, dejen una opinión en este post e intentaré contestarles lo más pronto posible...
Bueno creo que ya platee mis inquietudes, no digo nada más, cuídense y dejen el vicio por favor!!
ps: Tenía que pedir disculpas, por que no me había dado cuenta y cometo una y otra vez el mismo error de ortografía, no es subconciente, sino subconsciente, lo lamento, hasta hace poco no me había dado cuenta de mi error, intentaré repararlo lo más pronto posible
Saludos!!!
Creo que ninguno de ustedes lo sabía, pero el estar más de dos horas diarias en el Internet causa depresión, así que les recomiendo que no lo hagáis, yo ya intento moderarme un poco, porque es verdad, luego por estar en el Internet no haces otras cosas, y estar aquí no es sano, así que por favor ¡modérense!, no más de dos horas diarias, no es mucho pedir, o sí?, además hay cosas más interesantes que estar conectado, no sé, pueden irse a la calle a caminar, u otra cosa que se les ocurra y les guste hacer, pero ya no estén tanto tiempo conectados, es una verdadera adicción, así que no lo hagáis, por favor.
También no más de dos horas de TV, hagan cosas más productivas... aunque sea pónganse a leer, si son mis cuentos mejor, jaja, no no es cierto, hay libros muy fabulosos, si no están acostumbrados a leer y quieren empezar pero no saben por donde ¡pregunten!, aquí estoy yo para lo que sea, jeje, dejen una opinión en este post e intentaré contestarles lo más pronto posible...
Bueno creo que ya platee mis inquietudes, no digo nada más, cuídense y dejen el vicio por favor!!
ps: Tenía que pedir disculpas, por que no me había dado cuenta y cometo una y otra vez el mismo error de ortografía, no es subconciente, sino subconsciente, lo lamento, hasta hace poco no me había dado cuenta de mi error, intentaré repararlo lo más pronto posible
Saludos!!!
Mi cuento de hadas - Porta
Eh... lo siento, ya no había subido nada.... y lo lamento, pero no sé que me ha pasado, luego el mugre internet no quiere abrir las páginas y no puedo subir nada, además de que no tenía nada que subir... pero en fin no quiero aburrirlos, les dejo este vídeo... nunca había oído a Porta, pero... pues por algo oí esta canción... es muy buena.... no diré más.
19/6/08
[...]
Lo siento, hoy no tengo nada, nada que subir... estoy hecha un caos, no sé que hago aquí... pero en fin, eso es todo, os dejo, no tengo nada que daros.
Saludos!
Saludos!
18/6/08
Delirante Extravismo
Di un paso hacia delante… ¿o fueron dos?
No lo sé. No me importa. Es lo de menos… un paso o dos… no hay diferencia…
… luego… luego… eh… ¿en qué iba?... ¡Ah sí!… en los olores… después los olores… el olor rancio y viejo de la ropa… el olor picante de la madera podrida… de los periódicos y las hojas incubando polvo…
Fruncí el entrecejo… los aromas mezclados me picaban la nariz y me daban ganas de estornudar… ojalá nada oliera… ojalá los olores no existieran… que las partículas de los átomos se condensaran y desaparecieran, creando una gran, gran nube de olores que se comprimieran hasta el infinito y después… después la implosión, la magnífica e inigualable implosión… y los olores, los malditos olores se esfumaran… que maravilloso sería…
Mierda…
No, nada, no implosionaron ni exploraron ni ninguna otra cosa que os pase por la cabeza… nada, siguen picándome la nariz.
Abrí los ojos, mucho, muchísimo, tanto que el fétido olor penetró con fuerza en mis pupilas… pero aún así no distinguí nada. Mentira. Claro que si distinguía… pero no sabía que era, nunca había visto nada parecido…. ¿qué me pasa?, ¿por qué intento engañarlos?... no tiene sentido… bueno… les decía que nunca había visto nada parecido… pues claro que sí, no exactamente lo mismo… no, nunca era igual… pero se parecía… las mismas formas grotescas y locas, exageradas hasta monstruoso, hasta el delirio… además de los colores y formas quizás inexistentes, la visión borrosa y el deseo de tirarme y dormir, dormir…
Di un resoplido, molesto, siempre que intento contar algo me extravío, pierdo la secuencia, me hago polvo y vago en los oscuros y excéntricos confines del universo, uniéndome y volviéndome a deshacer, explotando e implosionando dentro de mí mismo, volcando toda la mierda del universo hacía mí, de una manera que no consigo comprender ni concebir, estrabismo del pensamiento, del más puro e incomprensible que pueda existir, que da vueltas y rota, y gira una y otra vez y no puede estarse quieto porque se difumina y pierde fuerza, porque su propia e ilusa e inventada e inconcebible existencia lo empuja a moverse para saber que existe, que piensa, que se mueve, que baila y opina en todas las cruentas estructuras del funesto y perdido universo…
Me detuve.
No podía hilar nada de lo que había dicho… esas palabras en sí ya no significaban nada… meras partículas flotando en el vacío, extraviándose en el entramado caótico y vulnerable de mi pensamiento y mis emociones, de las locomociones y expansiones de las células de mi cerebro, en los impulsos eléctricos que guiaban cada gesto y deseo mío, cada mueca que surcaba mis labios y cada espasmo que hacía vibrar mi cuerpo.
Tonterías… vanas y estúpidas tonterías…
Pero les decía de las formas… y los colores… y las demás cosas que se suceden sin orden ni concierto frente a ti cuando lo haces. Cuando esa sustancia luminosa y pérfida entre en ti, cuando se funde con tu organismo y provoca mutaciones dentro de las minúsculas partículas que te conforman, atrofia tus sentidos y hace que tú, tus pensamientos y todo tu voluptuoso cuerpo flote en una atmósfera de placer inexplicaba, en una nube de sustancias frívolas, asquerosamente aciagas y perfectas, risas y más risas dentro de tu cabeza, adiós a la tristeza y al dolor, a la detención del placer, a las obligaciones, a la dureza de la vida, y hola a todos tus desplantes libertinos, a todos tus más sucios y perversos pensamientos, a tus fantasías eróticas nunca cumplidas, a tus juegos sádicos jamás ejecutados, y a todos tus arrebatos sangrientos que ocurren sólo y tan sólo dentro de ti mismo, incapaces de escapar de las paredes que rodean tus sesos, recluidos para siempre dentro de tu propia e irreversible locura.
Vanas supercherías… estúpidas palabras sin sentido que salen de mí y se despliegan en un mundo que no las comprende ni las asimila, que tan sólo las recibe y dice entenderlas, que sonríe para demostrar su supuesta comprensión aunque no tenga la más remota idea de que he dicho… Así que, para todos los idiotas que pueblan el universo infinitamente atroz y sórdido en que vivimos, resumiré mi vetusta y escandalosa e inentendible parrafada en dos palabras: estoy loco.
¿Ya lo captan?, ¿ya lo entienden?, ¿ya lo asimilan?
…
Suspiró… gran atajo de idiotas que llenan el mundo… ¿os lo explico más sencillo?... no, no hay manera ni forma… si vuestro léxico ni siquiera llega a esas dos fundamentales palabras no tiene ningún maldito caso que me sigan leyendo… demonios, mejor desaparezcan…
… y los otros, los que comprendéis lo que acabo de deciros, venid y besadme, jaja, no tampoco necesito que me beséis, sólo que me leáis, es para lo que vivo, lo único que me hace despertar cada mañana y no pegarme un tiro cuando el sol traspasa las delgadas membranas de mis ojos.
Directo. Sin rodeos, ya os dije todo de mí, todo lo imprescindible, sin lo que no podía continuar, sin lo que mi narración y mi escritura se atrofiarían y perdería fuerza. Necesito que me comprendáis, que entiendan todo lo que digo, sino escribir esto no tiene caso, deseo que os emocionéis con mis palabras, que vibréis con la entonación de mi prosa, que mis letras os envuelvan y emocionen, quiero entrar en vuestra mente y dirigir sus pensamientos, no daros tregua para pensar en otra cosa, sino solamente en lo que estáis leyendo.
¿Os da risa?, ¿os burláis de mí?, ¿de mi único objetivo en el mundo?... pues ya veréis, dentro de un par de líneas no me soltarán, beberán mis palabras como si se les fuera la vida en ellos, y después, cuando yo me detenga, cuando yo os deje a medias, totalmente emocionados, ansiosos, impacientes por saber como se resolverá el entramado de situaciones tales que os pondré, me detendré, y vosotros sufriréis, deseando saber, deseando conocer, deseando leer, os pondréis de rodillas frente a mí y me pediréis más, me suplicaréis más, y yo, cuando os vea en ese estado os lo daré, poco a poco, para que la excitación vaya en aumento, pero os lo daré, así que no os preocupéis, sed felices y vivid, vivid mi palabra sobre el papel… os dejo.
¿Dejaros?... no sé si debo hacerlo, temo que os extravíes en la espesura de mi escritura y luego no salgáis vivos… pero debo hacerlo… así que preparaos.
Lo tomé. La sangre escurrió por el mango de madera y llego hasta mis dedos. La sentí caliente, fresca. Deslizarse por mis dedos.
No lo sé. No me importa. Es lo de menos… un paso o dos… no hay diferencia…
… luego… luego… eh… ¿en qué iba?... ¡Ah sí!… en los olores… después los olores… el olor rancio y viejo de la ropa… el olor picante de la madera podrida… de los periódicos y las hojas incubando polvo…
Fruncí el entrecejo… los aromas mezclados me picaban la nariz y me daban ganas de estornudar… ojalá nada oliera… ojalá los olores no existieran… que las partículas de los átomos se condensaran y desaparecieran, creando una gran, gran nube de olores que se comprimieran hasta el infinito y después… después la implosión, la magnífica e inigualable implosión… y los olores, los malditos olores se esfumaran… que maravilloso sería…
Mierda…
No, nada, no implosionaron ni exploraron ni ninguna otra cosa que os pase por la cabeza… nada, siguen picándome la nariz.
Abrí los ojos, mucho, muchísimo, tanto que el fétido olor penetró con fuerza en mis pupilas… pero aún así no distinguí nada. Mentira. Claro que si distinguía… pero no sabía que era, nunca había visto nada parecido…. ¿qué me pasa?, ¿por qué intento engañarlos?... no tiene sentido… bueno… les decía que nunca había visto nada parecido… pues claro que sí, no exactamente lo mismo… no, nunca era igual… pero se parecía… las mismas formas grotescas y locas, exageradas hasta monstruoso, hasta el delirio… además de los colores y formas quizás inexistentes, la visión borrosa y el deseo de tirarme y dormir, dormir…
Di un resoplido, molesto, siempre que intento contar algo me extravío, pierdo la secuencia, me hago polvo y vago en los oscuros y excéntricos confines del universo, uniéndome y volviéndome a deshacer, explotando e implosionando dentro de mí mismo, volcando toda la mierda del universo hacía mí, de una manera que no consigo comprender ni concebir, estrabismo del pensamiento, del más puro e incomprensible que pueda existir, que da vueltas y rota, y gira una y otra vez y no puede estarse quieto porque se difumina y pierde fuerza, porque su propia e ilusa e inventada e inconcebible existencia lo empuja a moverse para saber que existe, que piensa, que se mueve, que baila y opina en todas las cruentas estructuras del funesto y perdido universo…
Me detuve.
No podía hilar nada de lo que había dicho… esas palabras en sí ya no significaban nada… meras partículas flotando en el vacío, extraviándose en el entramado caótico y vulnerable de mi pensamiento y mis emociones, de las locomociones y expansiones de las células de mi cerebro, en los impulsos eléctricos que guiaban cada gesto y deseo mío, cada mueca que surcaba mis labios y cada espasmo que hacía vibrar mi cuerpo.
Tonterías… vanas y estúpidas tonterías…
Pero les decía de las formas… y los colores… y las demás cosas que se suceden sin orden ni concierto frente a ti cuando lo haces. Cuando esa sustancia luminosa y pérfida entre en ti, cuando se funde con tu organismo y provoca mutaciones dentro de las minúsculas partículas que te conforman, atrofia tus sentidos y hace que tú, tus pensamientos y todo tu voluptuoso cuerpo flote en una atmósfera de placer inexplicaba, en una nube de sustancias frívolas, asquerosamente aciagas y perfectas, risas y más risas dentro de tu cabeza, adiós a la tristeza y al dolor, a la detención del placer, a las obligaciones, a la dureza de la vida, y hola a todos tus desplantes libertinos, a todos tus más sucios y perversos pensamientos, a tus fantasías eróticas nunca cumplidas, a tus juegos sádicos jamás ejecutados, y a todos tus arrebatos sangrientos que ocurren sólo y tan sólo dentro de ti mismo, incapaces de escapar de las paredes que rodean tus sesos, recluidos para siempre dentro de tu propia e irreversible locura.
Vanas supercherías… estúpidas palabras sin sentido que salen de mí y se despliegan en un mundo que no las comprende ni las asimila, que tan sólo las recibe y dice entenderlas, que sonríe para demostrar su supuesta comprensión aunque no tenga la más remota idea de que he dicho… Así que, para todos los idiotas que pueblan el universo infinitamente atroz y sórdido en que vivimos, resumiré mi vetusta y escandalosa e inentendible parrafada en dos palabras: estoy loco.
¿Ya lo captan?, ¿ya lo entienden?, ¿ya lo asimilan?
…
Suspiró… gran atajo de idiotas que llenan el mundo… ¿os lo explico más sencillo?... no, no hay manera ni forma… si vuestro léxico ni siquiera llega a esas dos fundamentales palabras no tiene ningún maldito caso que me sigan leyendo… demonios, mejor desaparezcan…
… y los otros, los que comprendéis lo que acabo de deciros, venid y besadme, jaja, no tampoco necesito que me beséis, sólo que me leáis, es para lo que vivo, lo único que me hace despertar cada mañana y no pegarme un tiro cuando el sol traspasa las delgadas membranas de mis ojos.
Directo. Sin rodeos, ya os dije todo de mí, todo lo imprescindible, sin lo que no podía continuar, sin lo que mi narración y mi escritura se atrofiarían y perdería fuerza. Necesito que me comprendáis, que entiendan todo lo que digo, sino escribir esto no tiene caso, deseo que os emocionéis con mis palabras, que vibréis con la entonación de mi prosa, que mis letras os envuelvan y emocionen, quiero entrar en vuestra mente y dirigir sus pensamientos, no daros tregua para pensar en otra cosa, sino solamente en lo que estáis leyendo.
¿Os da risa?, ¿os burláis de mí?, ¿de mi único objetivo en el mundo?... pues ya veréis, dentro de un par de líneas no me soltarán, beberán mis palabras como si se les fuera la vida en ellos, y después, cuando yo me detenga, cuando yo os deje a medias, totalmente emocionados, ansiosos, impacientes por saber como se resolverá el entramado de situaciones tales que os pondré, me detendré, y vosotros sufriréis, deseando saber, deseando conocer, deseando leer, os pondréis de rodillas frente a mí y me pediréis más, me suplicaréis más, y yo, cuando os vea en ese estado os lo daré, poco a poco, para que la excitación vaya en aumento, pero os lo daré, así que no os preocupéis, sed felices y vivid, vivid mi palabra sobre el papel… os dejo.
¿Dejaros?... no sé si debo hacerlo, temo que os extravíes en la espesura de mi escritura y luego no salgáis vivos… pero debo hacerlo… así que preparaos.
Lo tomé. La sangre escurrió por el mango de madera y llego hasta mis dedos. La sentí caliente, fresca. Deslizarse por mis dedos.
Bitácora
Es todo, se acabo, fin de la historia
Ahora sólo queda el hueco de su presencia, de sus mensajes, de su voz, de sus besos, el irreprimible vacío que dejo dentro de mi alma, de mi ahora desgarrada alma.
Deseo llorar más, leer otra vez las palabras finales, pero no tiene caso… ya nada tiene caso.
Las lágrimas están allí, brillando en mis pupilas, pero sin salir, deseando desaparecer y ser inexistentes.
Esto es tan horrible, tan taimadamente horrible… ya no sé que hacer, ni si yo quería esto, no sé que quiero, antes me parecía la mejor opción… pero ahora… ahora no sé, me siento atrapada en un limbo de indecisión y demencia, de frustración y desengaño, de anhelos y preguntas.
Intento poner orden en mis ideas, ver que estoy escribiendo,… pero no tiene caso, mi pluma se desliza como por arte de magia en el papel, sólo escribiendo lo que me pasa, por la cabeza, las estupideces que llenan mis sentidos e hilvanan mi subconsciente.
Deseo morir… así, llanamente y sin explicación, deseo morir ahora mismo y sin tardanza, desgarrar mi cuerpo para dejar de sentir el dolor que me carcome el alma, destazar mis miembros para ahogar con ese dolor el dolor de su despedida, del final irremediable y perpetuo.
No tiene caso, ya nada tiene caso, meras conjeturas en el tiempo y el espacio, sólo el adiós definitivo se materializa frente a mí, las palabras grandes, negras, que no me dejan descansar ni olvidar, que no me dejan vivir.
Descanso, detengo unos segundos la pluma sobre el papel y lanzó un suspiro. Deseo estar sola y llorar. Pero no.
Vuelvo a leer las palabras y sé que ya es definitivo, que se ha ido y me ha dejado, que ya no podré dar marcha atrás a esto, a esto que ni siquiera sé como paso…
Pero no hay tiempo para pensar en inicios, en todos los momentos maravillosos que pase a su lado… para que sí ya todo termino, de la manera más cruel e ilógica que pueda existir, terminó.
Todavía queda un breve atisbo de su olor, su aroma, del perfume de su piel… pero irá desapareciendo, lo sé, al igual que la firmeza de su cara, de sus rasgos, de sus caricias, todo se diluirá en el olvido. Irremediable, imparable, innegablemente, todo se perderá en la bruma de los años y el tiempo.
Jamás dejes de sonreír…
Vanas y estúpidas palabras, bonita forma de decir esto se acabo, ya no más.
Sí, todo se acabo con esas cuatro palabras y mi poesía. Todo.
Y me duele, me duele mucho, las lágrimas a pesar de que intento contenerlas ya se deslizan por mi mejilla. Veloces.
Ahora sólo queda el hueco de su presencia, de sus mensajes, de su voz, de sus besos, el irreprimible vacío que dejo dentro de mi alma, de mi ahora desgarrada alma.
Deseo llorar más, leer otra vez las palabras finales, pero no tiene caso… ya nada tiene caso.
Las lágrimas están allí, brillando en mis pupilas, pero sin salir, deseando desaparecer y ser inexistentes.
Esto es tan horrible, tan taimadamente horrible… ya no sé que hacer, ni si yo quería esto, no sé que quiero, antes me parecía la mejor opción… pero ahora… ahora no sé, me siento atrapada en un limbo de indecisión y demencia, de frustración y desengaño, de anhelos y preguntas.
Intento poner orden en mis ideas, ver que estoy escribiendo,… pero no tiene caso, mi pluma se desliza como por arte de magia en el papel, sólo escribiendo lo que me pasa, por la cabeza, las estupideces que llenan mis sentidos e hilvanan mi subconsciente.
Deseo morir… así, llanamente y sin explicación, deseo morir ahora mismo y sin tardanza, desgarrar mi cuerpo para dejar de sentir el dolor que me carcome el alma, destazar mis miembros para ahogar con ese dolor el dolor de su despedida, del final irremediable y perpetuo.
No tiene caso, ya nada tiene caso, meras conjeturas en el tiempo y el espacio, sólo el adiós definitivo se materializa frente a mí, las palabras grandes, negras, que no me dejan descansar ni olvidar, que no me dejan vivir.
Descanso, detengo unos segundos la pluma sobre el papel y lanzó un suspiro. Deseo estar sola y llorar. Pero no.
Vuelvo a leer las palabras y sé que ya es definitivo, que se ha ido y me ha dejado, que ya no podré dar marcha atrás a esto, a esto que ni siquiera sé como paso…
Pero no hay tiempo para pensar en inicios, en todos los momentos maravillosos que pase a su lado… para que sí ya todo termino, de la manera más cruel e ilógica que pueda existir, terminó.
Todavía queda un breve atisbo de su olor, su aroma, del perfume de su piel… pero irá desapareciendo, lo sé, al igual que la firmeza de su cara, de sus rasgos, de sus caricias, todo se diluirá en el olvido. Irremediable, imparable, innegablemente, todo se perderá en la bruma de los años y el tiempo.
Jamás dejes de sonreír…
Vanas y estúpidas palabras, bonita forma de decir esto se acabo, ya no más.
Sí, todo se acabo con esas cuatro palabras y mi poesía. Todo.
Y me duele, me duele mucho, las lágrimas a pesar de que intento contenerlas ya se deslizan por mi mejilla. Veloces.
17/6/08
Placer efímero
[Uf por fin terminé de vaciar el blog, ahora tiene una extensión pasable, ya no se ve tan apoteósicamente lleno, jaja]
El sol, la luz, la claridad, me lastiman, vivo en el Universo de sombras de mi propia inconciencia, en los confines subterráneos de mi propia locura, me alimento de sangre, sólo sangre fresca, nada más… el sentirla transitar por mis venas es lo que me dice que estoy vivo, que todavía existo, que no soy meramente otra de las sombras de mi subconsciente.
Giró, me remuevo, busco la respuesta de mi ilógica existencia, de este andar sin destino, de este vagabundeo sin forma, de esta vida sin vida.
Bebo la sangre y me pregunto si reanimará mis células, si logrará por medio mi inexplicable fantasía componer este cuerpo viejo y seco, esta piel gris y rasposa, estas pupilas que son meras cuencas en mi rostro, esa boca que es sólo una línea fina y casi inexistente que me cruza la cara…
Pero no, la bebo día con día y sólo siento el placer fugaz, efímero, que me renueva momentáneamente… y luego, conforme se va evaporando, la regresión del dolor, del malestar, del sufrimiento, del sentirme morir con cada exhalación…
Trató de confundirme con las sombras que rodean mi guarida, fundirme en la oscuridad que siempre esta junto a mí, que no me deja ni me abandona un instante.
Tengo miedo… miedo a seguir siendo siempre el mismo engendro, a nunca lograr ser un persona normal y corriente, a no poder pasar desapercibido en medio de la muchedumbre, a jamás ser una persona que viva y disfrute con el sol de la mañana, que pueda estar junto a otras personas sin estar obsesionado con el latir de su corazón, con la coloración de su piel y el rubor de sus mejillas.
Y sin embargo esos momentos de gocé, de sentir como la sangre se desliza a lo largo de mi cuerpo no podría cambiarlos por nada, son demasiado perfectos y placenteros, es la única cosa por la que vivo, por la que respiro cada día y por la que me arrastro en busca de mi próxima víctima, de mi próximo manantial de sangre caliente y espesa, de vida y gloria.
El sol, la luz, la claridad, me lastiman, vivo en el Universo de sombras de mi propia inconciencia, en los confines subterráneos de mi propia locura, me alimento de sangre, sólo sangre fresca, nada más… el sentirla transitar por mis venas es lo que me dice que estoy vivo, que todavía existo, que no soy meramente otra de las sombras de mi subconsciente.
Giró, me remuevo, busco la respuesta de mi ilógica existencia, de este andar sin destino, de este vagabundeo sin forma, de esta vida sin vida.
Bebo la sangre y me pregunto si reanimará mis células, si logrará por medio mi inexplicable fantasía componer este cuerpo viejo y seco, esta piel gris y rasposa, estas pupilas que son meras cuencas en mi rostro, esa boca que es sólo una línea fina y casi inexistente que me cruza la cara…
Pero no, la bebo día con día y sólo siento el placer fugaz, efímero, que me renueva momentáneamente… y luego, conforme se va evaporando, la regresión del dolor, del malestar, del sufrimiento, del sentirme morir con cada exhalación…
Trató de confundirme con las sombras que rodean mi guarida, fundirme en la oscuridad que siempre esta junto a mí, que no me deja ni me abandona un instante.
Tengo miedo… miedo a seguir siendo siempre el mismo engendro, a nunca lograr ser un persona normal y corriente, a no poder pasar desapercibido en medio de la muchedumbre, a jamás ser una persona que viva y disfrute con el sol de la mañana, que pueda estar junto a otras personas sin estar obsesionado con el latir de su corazón, con la coloración de su piel y el rubor de sus mejillas.
Y sin embargo esos momentos de gocé, de sentir como la sangre se desliza a lo largo de mi cuerpo no podría cambiarlos por nada, son demasiado perfectos y placenteros, es la única cosa por la que vivo, por la que respiro cada día y por la que me arrastro en busca de mi próxima víctima, de mi próximo manantial de sangre caliente y espesa, de vida y gloria.
Te dejaré ir
Te dejaré ir
aunque me duela
aunque sienta que se me desgarra el alma
aunque las lágrimas empañen mis pupilas
Sí, me costo
lágrimas,
sollozos,
toda una noche de pena,
de indecisión y amargura,
pero ya no te detendré,
dejaré que te vayas,
que seas feliz sin mí,
porque ya no quiero estar allí,
ya no puedo estar allí,
no quiero lastimarme más,
no quiero llorar más,
si te vas quiero que sea completamente,
no a medias,
sé que me va a costar mucho olvidarte,
quizás nunca terminé de hacerlo,
pero lo haré,
y no podré hacerlo si sigo oyendo tu voz,
leyendo tus mensajes
o sintiendo tu presencia,
simplemente no puedo,
ya no puedo más.
Quiero que seas feliz,
muy feliz,
que sigas siendo igual de inteligente,
alegre
inigualable
que tengas muchos amigos,
amigas
lo que quieras,
que consigas todo lo que te propongas
y siempre llegues cada vez más alto
más lejos,
hasta la cima,
y sé que lo lograrás.
Pero también quiero que me olvides
que diluyas mi presencia en la bruma del tiempo,
mis palabras en la oscuridad de los años,
quiero que te olvides de todo,
de los mensajes
de las palabras
de los besos
de mis poemas
quiero que destruyas todo lo que te recuerde a mí,
que quemes este poema y los demás,
y que me olvides por siempre y para siempre,
quiero que seas feliz.
Quiero que olvides mi cara y mi presencia,
quiero que me recluyas tras las puertas de tus malos recuerdos
y jamás me saques a la luz
que me bloquees de tu conciencia
que me hagas polvo y me esparzas en el desierto,
que olvides mi nombre y mi voz,
mi teléfono y mi risa
quiero que lo olvides TODO
Y yo te diré adiós,
un adiós definitivo, sin retorno,
lleno de dolor
de lágrimas y suspiros,
un adiós que exprese
todo lo que sentía por ti
todo mi amor y mi cariño,
un adiós que sea más constante que la eternidad,
más eterno que el infinito,
un adiós que trazaré como última palabra,
como resolución incorregible,
como final absoluto,
adiós.
aunque me duela
aunque sienta que se me desgarra el alma
aunque las lágrimas empañen mis pupilas
Sí, me costo
lágrimas,
sollozos,
toda una noche de pena,
de indecisión y amargura,
pero ya no te detendré,
dejaré que te vayas,
que seas feliz sin mí,
porque ya no quiero estar allí,
ya no puedo estar allí,
no quiero lastimarme más,
no quiero llorar más,
si te vas quiero que sea completamente,
no a medias,
sé que me va a costar mucho olvidarte,
quizás nunca terminé de hacerlo,
pero lo haré,
y no podré hacerlo si sigo oyendo tu voz,
leyendo tus mensajes
o sintiendo tu presencia,
simplemente no puedo,
ya no puedo más.
Quiero que seas feliz,
muy feliz,
que sigas siendo igual de inteligente,
alegre
inigualable
que tengas muchos amigos,
amigas
lo que quieras,
que consigas todo lo que te propongas
y siempre llegues cada vez más alto
más lejos,
hasta la cima,
y sé que lo lograrás.
Pero también quiero que me olvides
que diluyas mi presencia en la bruma del tiempo,
mis palabras en la oscuridad de los años,
quiero que te olvides de todo,
de los mensajes
de las palabras
de los besos
de mis poemas
quiero que destruyas todo lo que te recuerde a mí,
que quemes este poema y los demás,
y que me olvides por siempre y para siempre,
quiero que seas feliz.
Quiero que olvides mi cara y mi presencia,
quiero que me recluyas tras las puertas de tus malos recuerdos
y jamás me saques a la luz
que me bloquees de tu conciencia
que me hagas polvo y me esparzas en el desierto,
que olvides mi nombre y mi voz,
mi teléfono y mi risa
quiero que lo olvides TODO
Y yo te diré adiós,
un adiós definitivo, sin retorno,
lleno de dolor
de lágrimas y suspiros,
un adiós que exprese
todo lo que sentía por ti
todo mi amor y mi cariño,
un adiós que sea más constante que la eternidad,
más eterno que el infinito,
un adiós que trazaré como última palabra,
como resolución incorregible,
como final absoluto,
adiós.
Thriller - Michael Jackson
Lo siento, otra vez no era la versión que quería, pero en fin, tendré que resignarme a nunca poner el video que quiero, jeje
Haber... el comentario... pues me gusta la canción, y el vídeo que no pude poner, jeje, aunque espero que ya todos lo conozcan
Saludos!!
Haber... el comentario... pues me gusta la canción, y el vídeo que no pude poner, jeje, aunque espero que ya todos lo conozcan
Saludos!!
16/6/08
Bitácora
Si, ahora veo la hoja en blanco y no siento ningún deseo, ninguna necesidad de escribir palabras en ella… ni de mover mis dedos sobre el teclado… de nada. Ahora soy quizás un zombi, una cosa amorfa y sin vida, un mero cascarón de huesos y carne, de músculos y sangre que no lleva nada adentro. Nada
Los sollozos ya han dejado de estremecer mi cuerpo, pero mi voluntad, mi energía, me ha abandonado, no sé que hago aquí, no sé como continuó viva, tengo ganas de morir, de dejar de pensar, de hundirme para siempre en la oscuridad impenetrable del tiempo… en el silencio de la muerte.
Las lágrimas están secas sobre mis mejillas, meros regueros de agua salada en la cara, meros rastros de dolor pasajero. Una nada, una nada comparado con la infelicidad que me oprime el pecho, contra la indiferencia que refleja mis ojos.
Me siento tan mal, todavía tan terriblemente mal, tan estúpida… tan a la deriva… me detesto, en lo más profundo de mi ser detesto como soy y lo que soy, no deseo vivir, sólo quiero extraviarme en la maldita bruma del tiempo y la memoria y desaparecer.
Vanas esperanzas, nadie desaparece tan sólo por pedirlo, y yo no seré la excepción.
Es curioso, ver como no me importa lo que escribo y sin embargo seguir aquí pese a que sé que es inútil, que estas palabras no servirán de nada y que ellas si se diluirán como polvo en el tiempo, que nadie las leerá ni las comprenderá, nadie al leerlas se sentirá tan infeliz como yo me siento ahora, nadie verá al mundo con esa indiferencia en la mirada, y ese fruncimiento del entrecejo, ni nadie tendrá ese pena que le atrofia el alma y los sentidos.
Ya no sé que más poner, nada me pasa por la cabeza, sólo un silencio total y llano donde antes estaba su presencia, su olor, sus besos, sus manos, su cara, donde antes estaba…
No seguiré, no puedo seguir, sólo me lastimo, es lo que he hecho, lastimarme una y otra vez, y ya no puedo, ya me doy por vencida, me estoy cayendo en un pozo sin fondo, y no me doy cuenta que estoy a un paso del abismo, a punto de derrumbarme y hundir mi vida en el caño.
Carajo… ¿por qué tenía que pasarme esto?, justo lo que creí que nunca me pasaría, en lo que no creí me tenía que pasar… ya no deseo saber nada… y mucho menos sentir, deseo olvidarlo todo y sin embargo no puedo, es demasiado difícil, demasiado doloroso… ya no sé que hacer.
Necesito ayuda y no sé como pedirla, no sé que va a pasar y mucho menos si irá… si no va… si no va moriré… lo sé… más de lo que morí hoy, terminaré de morir en esa acera y llevaran mi cuerpo ya sin alma en una camilla al hospital, luego me buscaran algún mal, alguna enfermedad inexistente y al no dar con ella concluirán que estoy loca, pero no, sólo me quede sin alma, sin ganas de vivir ni de existir… vana cosa suspendida en el tiempo y el espacio… sólo eso.
Estoy cansada, muy cansada, sólo deseo dormir y olvidar todo, aunque sean sólo cinco minutos, quiero olvidar…
Sigo sintiendo los ojos rojos e hinchados… quizás lo estén, no me importa, me da igual, me da igual tener el rostro desfigurado por el dolor como sé que esta, me da igual haberme quedado sin lágrimas, me da exactamente igual… es lo de menos…
Los sollozos ya han dejado de estremecer mi cuerpo, pero mi voluntad, mi energía, me ha abandonado, no sé que hago aquí, no sé como continuó viva, tengo ganas de morir, de dejar de pensar, de hundirme para siempre en la oscuridad impenetrable del tiempo… en el silencio de la muerte.
Las lágrimas están secas sobre mis mejillas, meros regueros de agua salada en la cara, meros rastros de dolor pasajero. Una nada, una nada comparado con la infelicidad que me oprime el pecho, contra la indiferencia que refleja mis ojos.
Me siento tan mal, todavía tan terriblemente mal, tan estúpida… tan a la deriva… me detesto, en lo más profundo de mi ser detesto como soy y lo que soy, no deseo vivir, sólo quiero extraviarme en la maldita bruma del tiempo y la memoria y desaparecer.
Vanas esperanzas, nadie desaparece tan sólo por pedirlo, y yo no seré la excepción.
Es curioso, ver como no me importa lo que escribo y sin embargo seguir aquí pese a que sé que es inútil, que estas palabras no servirán de nada y que ellas si se diluirán como polvo en el tiempo, que nadie las leerá ni las comprenderá, nadie al leerlas se sentirá tan infeliz como yo me siento ahora, nadie verá al mundo con esa indiferencia en la mirada, y ese fruncimiento del entrecejo, ni nadie tendrá ese pena que le atrofia el alma y los sentidos.
Ya no sé que más poner, nada me pasa por la cabeza, sólo un silencio total y llano donde antes estaba su presencia, su olor, sus besos, sus manos, su cara, donde antes estaba…
No seguiré, no puedo seguir, sólo me lastimo, es lo que he hecho, lastimarme una y otra vez, y ya no puedo, ya me doy por vencida, me estoy cayendo en un pozo sin fondo, y no me doy cuenta que estoy a un paso del abismo, a punto de derrumbarme y hundir mi vida en el caño.
Carajo… ¿por qué tenía que pasarme esto?, justo lo que creí que nunca me pasaría, en lo que no creí me tenía que pasar… ya no deseo saber nada… y mucho menos sentir, deseo olvidarlo todo y sin embargo no puedo, es demasiado difícil, demasiado doloroso… ya no sé que hacer.
Necesito ayuda y no sé como pedirla, no sé que va a pasar y mucho menos si irá… si no va… si no va moriré… lo sé… más de lo que morí hoy, terminaré de morir en esa acera y llevaran mi cuerpo ya sin alma en una camilla al hospital, luego me buscaran algún mal, alguna enfermedad inexistente y al no dar con ella concluirán que estoy loca, pero no, sólo me quede sin alma, sin ganas de vivir ni de existir… vana cosa suspendida en el tiempo y el espacio… sólo eso.
Estoy cansada, muy cansada, sólo deseo dormir y olvidar todo, aunque sean sólo cinco minutos, quiero olvidar…
Sigo sintiendo los ojos rojos e hinchados… quizás lo estén, no me importa, me da igual, me da igual tener el rostro desfigurado por el dolor como sé que esta, me da igual haberme quedado sin lágrimas, me da exactamente igual… es lo de menos…
Cuando seas grande - Miguel Mateos
Aaahh!!, que canción tan genial!!, y no me digan que no, jaja, es muy... muy... pues muy prendida, jaja, lo siento, pero luego mi vocabulario no es muy bueno que diga...
Saludos!!
Saludos!!
15/6/08
Bule bule
Esta canción me súper mega encanta, bueno a mí y a la adicta, jaja, tanto que la bailamos en el remix de la súper pijamada, y le hicimos vídeo y todo, jaja, así que no podía faltar en el blog
Saludos!!!
Casi lo olvidaba, también la bailamos en la parada, jaja
Saludos!!!
Casi lo olvidaba, también la bailamos en la parada, jaja
Vaga despedida
Sí, tal vez él sea
más gracioso
más lindo
más divertido
más inteligente
pero te aseguro
que no te dará lo que yo te doy
por más que lo intente
nunca sentirás lo mismo
con él que conmigo
no te besará como yo te beso
no te tocará como yo te toco
no se reirá como yo me río
tendrá quizás más cosas que darte
tal vez luego lo quieras más que a mí,
pero ya no me importa
me perdiste y él jamás
llenará el lugar que yo dejaré,
jamás.
más gracioso
más lindo
más divertido
más inteligente
pero te aseguro
que no te dará lo que yo te doy
por más que lo intente
nunca sentirás lo mismo
con él que conmigo
no te besará como yo te beso
no te tocará como yo te toco
no se reirá como yo me río
tendrá quizás más cosas que darte
tal vez luego lo quieras más que a mí,
pero ya no me importa
me perdiste y él jamás
llenará el lugar que yo dejaré,
jamás.
Debo olvidarte
Lo siento
pero debo olvidarte
debo desvanecerte
en la bruma del tiempo
y diluir tu nombre
en la espesura de la noche,
desaparecer tu presencia
y hacer polvo tu conciencia,
sumergirte en el abismo,
negro y profundo,
y recluirte tras las grutas
de mi locura
Debo dejar de lastimarme
con tu recuerdo
con tus besos
con tus palabras
Debo dejar de pensarte tanto
dejar de sentirte
dejar de soñarte
Debo, a fin de cuentas,
olvidarte
por siempre y para siempre
Porque
tus besos
ahora me lastiman
tus silencios
me irritan y me desconciertan
me hacen desvariar
desatan mi demencia
y sacan a la luz
mis demonios más ocultos,
las cosas más tórridas
y pútridas que viven en mí
Porque tu ausencia
hace brillar lágrimas en mis pupilas
porque no puedo alejarte de mí
por eso debo olvidarte
cueste lo que cueste,
debo olvidarte
pero debo olvidarte
debo desvanecerte
en la bruma del tiempo
y diluir tu nombre
en la espesura de la noche,
desaparecer tu presencia
y hacer polvo tu conciencia,
sumergirte en el abismo,
negro y profundo,
y recluirte tras las grutas
de mi locura
Debo dejar de lastimarme
con tu recuerdo
con tus besos
con tus palabras
Debo dejar de pensarte tanto
dejar de sentirte
dejar de soñarte
Debo, a fin de cuentas,
olvidarte
por siempre y para siempre
Porque
tus besos
ahora me lastiman
tus silencios
me irritan y me desconciertan
me hacen desvariar
desatan mi demencia
y sacan a la luz
mis demonios más ocultos,
las cosas más tórridas
y pútridas que viven en mí
Porque tu ausencia
hace brillar lágrimas en mis pupilas
porque no puedo alejarte de mí
por eso debo olvidarte
cueste lo que cueste,
debo olvidarte
14/6/08
Turbulento deje de conciencia
Si vamos, exprímete la cabeza, hazlo, busca la palabra perfecta, la frase incólume que permanecerá por siglos en la memoria de la gente, vamos búscala, date de topes contra el respaldo de la silla, vibra, remuévete al no encontrarla, enfurécete contra las artimañas de la lengua que no te dejan ser feliz, retuércete de rabia, lanza espumarajos por la boca, escupe parte de ti en las gotas de saliva que resbalan por tu barbilla, da furiosos golpes al teclado y aspira todo el aire que puedas… eso es aspira una y otra vez mientras despóticas contra las envergaduras del diccionario, con la lengua tan endemoniadamente complicadas que existe, contra tu falta de conocimientos de las palabras que pueblan el infinito universo y de tu falta de sesos para leerte el diccionario, contra la inspiración que se lanza y se evapora, que se pierde en el entramado de tantas solicitaciones de artistas y escritores desesperados porque ella no esta, contra la inspiración que no encuentras en ningún lado, que se escapa y se comprime cuando intentas atraparla, que es ágil y eficaz y se difumina con la aurora del amanecer, vamos hazlo.
Después la inconciencia, el emplear una palabra que no significa aquello que quieres que signifique, sino algo totalmente diferente, algo tonto, por demás. Hace falta alguien que te libre de la estupidez que te carcome el cerebro e idiotiza tus sentidos, vuelve pútridas tus palabras y aleja de ti la sombra de la gloria, alguien que te libre de tus propios arrebatos de locura y demencia que se expanden por tu cuerpo y contraen tus miembros, que estremecen los confines subterráneos de tus propios y más recónditos artefactos que pueblan el universo de tu pútrido y demente subconsciente
Después la inconciencia, el emplear una palabra que no significa aquello que quieres que signifique, sino algo totalmente diferente, algo tonto, por demás. Hace falta alguien que te libre de la estupidez que te carcome el cerebro e idiotiza tus sentidos, vuelve pútridas tus palabras y aleja de ti la sombra de la gloria, alguien que te libre de tus propios arrebatos de locura y demencia que se expanden por tu cuerpo y contraen tus miembros, que estremecen los confines subterráneos de tus propios y más recónditos artefactos que pueblan el universo de tu pútrido y demente subconsciente
Hasta que el cuerpo aguante - Mago de Oz
Pues para compensar que no había subido nada del grupo, jaja, otra canción que me encanta
Lo siento, pero toda la letra me gusta, jaja, así que mejor la oyen
Saludos!!!
Lo siento, pero toda la letra me gusta, jaja, así que mejor la oyen
Saludos!!!
Diabulus in music - Mago de Oz
¡¡No puede ser!!, no había subido nada del Mago de Oz... lo siento, no me di cuenta, jeje
Aquí os dejo una de mis canciones favoritas del grupo!!, ah es tan genial esta canción, más la parte que dice:
.. La única iglesia que ilumina es la que arde...
.. Quiero estar junto a ti y alimentar tu boca,
hay veces que el dolor duerme en una canción,
se que morirá de amor decadente
lúgubres besos queman en mí...
Aquí os dejo una de mis canciones favoritas del grupo!!, ah es tan genial esta canción, más la parte que dice:
.. La única iglesia que ilumina es la que arde...
.. Quiero estar junto a ti y alimentar tu boca,
hay veces que el dolor duerme en una canción,
se que morirá de amor decadente
lúgubres besos queman en mí...
13/6/08
Since you been gone - Kelly clarkson
Lo siento, nunca puedo poner el video que quiero, tengo que buscar alguna variante... bueno aún así esta la música, que es lo importante, no?
Algo más, me encanta cuando se emocionan y cantan más fuerte y eso... me enloquece
Algo más, me encanta cuando se emocionan y cantan más fuerte y eso... me enloquece
Life for Rent - Dido
También me gusta esta canción... su voz... me encanta... no tampoco sé que dice... no me importa... pero su voz... ah es tan genial!!!
Bueno es todo
Intento no escribir mucho, como os decía quiero vaciar el blog y subir cosas leves, además, creo que también ya lo dije -sólo me la paso repitiendo, ah sooy un asco-, no quiero escribir, no tengo ganas de escribir... no sé que me pasa...
Saludos...
Bueno es todo
Intento no escribir mucho, como os decía quiero vaciar el blog y subir cosas leves, además, creo que también ya lo dije -sólo me la paso repitiendo, ah sooy un asco-, no quiero escribir, no tengo ganas de escribir... no sé que me pasa...
Saludos...
12/6/08
Cuéntame cómo pasó
Otra vez!! aquí promocionando el canal 22 y una de mis series favoritas!!... sí, sé que ya había puesto un post de esto, pero no importa, aquí estoy otra vez con lo mismo: una de las mejores series del mundo!!... sólo con ver este vídeo, deberían de darse cuenta... en fin es una lástima porque el sábado pasado se fue la luz en mi casa y no la vi... uy que mal plan... así que ya quiero que sea sábado para verla... esto que pasa aquí en el canal 22 todavía no pasa, Franco sigue vivo... aunque ya esta a menos de un paso de la muerte...
En fin, saludos!!!
En fin, saludos!!!
Paciente succión II
III
IV
Su cuerpo se empezó a convulsionar, sus ojos se abrieron un segundo y pude ver el brillo del pánico, otra vez, en sus pupilas… antes de que se cerraran de manera definitiva.
Las sábanas estaban manchadas de sangre… y quedarían todavía más cuanto ella hubiera terminado de vaciarse… corté sus muñecas, sus antebrazos, sus piernas, su cuello, para que la sangre saliera más rápido.
Me paré frente al lecho, viendo la sangre fluir y escapar de sus venas, dejándola sin vida, seca, un flor marchita, arrugada y mustia, eso era lo que iba a ser, sin la sangre roja que le daba color a su cabello, a sus labios, que coloreaba sus mejillas y hacía brillar sus ojos. Casi sentí pena por ella. Ahora la sangre, en su estado más puro y verdadero, sería mía.
Pasaron los segundos, los minutos, las horas. Podía sentir como mi cuerpo se iba poniendo rígido, protestando por la incómoda postura en la que lo tenía.
Los músculos se me entumieron, parecía que había estado en esa posición toda mi vida… ya no sabía que hora era… pero no importaba… lo único que importaba era el fluir de la sangre sobre las sábanas, el color ojo que se iba extendiendo sobre ellas…
Las sábanas por fin estuvieron impregnadas de ese color; todo había acabado, sólo una cosa y podría dormir en paz… tenía que deshacerme de aquél cuerpo humano, que sin sangre en las venas no era nada, solo una fea y grotesca mezcla de órganos, huesos y piel inservibles, lo que le insuflaba belleza y vida empapaba ahora mis sábanas blancas.
Tomé su cuerpo entre mis brazos y salí de la habitación. Fui a la cocina… todavía no tenía muy claro como eliminaría el cuerpo… pero una idea todavía vaga y difusa se iba perfilando en mi mente.
La dejé sobre la pequeña mesa del comedor. Había un juego de cuchillos sobre el aparador. Tomé el más grande de todos ellos.
Lo empuñe con decisión y me acerqué a ella. Verdaderamente, sin la sangre no era nada, ni una sombra de lo que fue antes.
Primero corté su todavía hermosa cabellera y la dejé sobre el aparador, después cercené su cuello, su cabeza cayó rodando de la mesa.
Mutilé su cuerpo. Corté sus brazos y sus piernas, el tórax.
Todavía había un poco de sangre en su cuerpo… no demasiada, pero ahora tenía la cara, el cuerpo, las manos, empapadas de ella.
Fui por una bolsa de plástico y metí en ella todo lo que quedaba de su cuerpo…
Después salí. El aire fresco y frío de la calle me lleno de vitalidad de energía. Iba desnudo. La sangre se deslizaba por mis manos, por mi cuerpo, dejando manchas carmesí en las losas del piso. Es increíble la cantidad de sangre que puede tener un cuerpo… parece que nunca terminar de salir.
Apuré el paso. Mi casa estaba en un lugar bastante aislado. Sólo un par de casas se extendían a lo largo de la colina. Vivía a media hora de la cuidad, y la mayoría de las casas solo estaban ocupadas en verano.
Caminé hacía la cima, la luna me iluminaba el camino, los árboles lanzaban sombras terroríficas y yo me sentía feliz de haber logrado realizar mi propósito. La bolsa se mecía alegremente a un costado mío, la tenía fuertemente sujeta.
El viento aulló y las ramas de los árboles se mecieron con más ímpetu… ya casi llegaba… solo un par de pasos más.
Mis zancadas eran rápidas y firmes, sentía en las plantas de los pies el frío de la noche, las rocas me herían y la tierra se me incrustaba entre los dedos. Pero no importaba… eso era lo de menos.
Llegué, era el lugar perfecto. Me arrodillé en la tierra y dejé la bolsa al lado mío. Me puse a escarbar con las dos manos, las palmas pronto se me llenaron de tierra y el sudor me corría a chorros por el rostro.
El día empezaba a clarear cuando conseguí hacer una zanja lo suficientemente profunda para meter la bolsa y ocultar su olor a los animales que pasaran por allí.
Cogí la bolsa con reverencia y la metí dentro del hoyo, después la cubrí con la tierra que había quedado de lado mío. Aplasté el montículo que se formó… nadie sospecharía que la tierra había sido removida.
Me encaminé a la casa lleno de sudor, tierra, mugre y sangre.
La puerta se había quedado abierta. Entré y la cerré detrás de mí. Me encaminé a la ducha.
Llené la bañera y me sumergí en el agua fría… cerré los ojos y recordé todo lo que había pasado… después de vivir algo así ya no tenía sentido seguir viviendo… ¿para qué?, si esto superaba con creces cualquier cosa que pudiera vivir después…
Fui sumergiendo mi cabeza lentamente en el agua mientras recordaba el contoneo de sus caderas al caminar… el agua me empezó a cubrir la cara… la suave curva de sus senos… ya no podía respirar, toda mi cara estaba bajo el agua… el olor picante y añejo de su vientre…
-¡Ah!.... ¡Oh, por Dios!, ¡Oh por Dios!... ¡Octavio!-tus gritos llenaban la alcoba y yo me sentí satisfecho feliz, terriblemente excitado.
Finalmente conseguí arrancarlo, cerré los ojos mientras el sabor me deleitaba, me hacía enloquecer, mastiqué el pezón con fuerza y, por fin, me lo tragué. Ahora iba el otro… sólo quedaba un surco lleno de sangre donde antes estuvo tu maravilloso pezón, deslicé el dedo en esa pequeña ranura sanguinolenta y tú, que tenías la cara perlada de sudor y los ojos afiebraos te removiste, mientras un espasmo de dolor cruzaba tu cuerpo… y eso era sólo el principio…
Lamí el agujero lleno de sangre que tenías y luego, hastiado de ver la forma en que te revolvías de dolor, me concentré en el otro pezón hasta que este terminó en mi estómago.
Tú ya no respondías al dolor de tu piel, parecía que estabas en otra dimensión, alejada de tu cuerpo y de los sufrimientos por los que te sometía.
Deslicé mi lengua por tus senos, hasta que llegue a tu vientre, aspire ese olor, dulzón y picante, y desee entrar en ti, ser parte de ti, controlarte y fundirte conmigo.
Te estremecías, forcejeabas, a pesar del dolor que debías sentar en el pecho, en tus extirpados pezones.
Dejé vagar mi lengua por tu cuerpo, dejando una estela de saliva a mi paso. Después volví a subir, mientras mi pulso se aceleraba y el sudor corría por mi cuerpo. Temí que el bulto que sentía en la entrepierna me rompiese el cierre… pero eso no ocurrió, a pesar de que me sentía a punto de estallar de placer logré controlarme. Todavía faltaban más cosas, no convenía que todo acabara tan rápido y no pudiera llevar a cabo todo mi propósito.
Me alcé y me acosté sobre ella, sintiendo en mi pecho los desenfrenados latidos de su corazón, la humedad de la sangre que le escurría por el pecho…
Besé suavemente su garganta, pero un impulso primitivo hizo que la comenzase a morder, desgarrando su carne…, sentía el sabor de sangre en mi boca, en mi paladar, la sentí bajar por mi garganta, llegar a mi estómago.
Ella había dejado de debatirse, a pesar de que mis cruentas mordidas debían producirle algún dolor.
Por fin me cansé de desagarrarle la garganta y subí a su cara, dándole besos y llenándola de saliva.
Le mordí el labio y la besé, fuertemente, de manera abrupta, sin dejarla respirar, jugando con su lengua.
Pero me cansé del juego, yo quería más, no sólo eso.
Me levanté y la miré con fijeza. Sus ojos estaban enfebrecidos, delirantes, mirándome con suplica y odio al mismo tiempo, su cara estaba pegajosa de saliva y llanto, su cuerpo estaba rojo, con mordiscos que se veían de forma grotesca en su blanca piel. Pero lo que la hacía verse realmente en un estado de dolor total era los regueros de sangre que se esparcían por sus pechos, dándoles un tinte rojo y macabro… el color de la tortura.
Me empecé a desnudar, lentamente, sin dejar de mirarla con fijeza. Sus muñecas estaban rojas e irritadas por los intentos que hacía por liberarse.
Mis pantalones se hicieron un ovillo a mis pies… no me sentía con fuerzas suficientes para terminar de quitármelos, así que así, arrastrando los pies, volví a acercarme al lecho. Pase la yema del dedo por su roja cabellera, su textura era suave y lisa. Me subí al lecho y con mis muslos fue abriendo los suyos. Me miró con pánico, a pesar de todo el dolor que ya había sufrido seguía teniendo miedo.
Me metí en ella, de forma abrupta y sin rodeos de ninguna clase, comencé a mover las caderas con fuerza creciente y ella dejo de pensar, de sentir, lo sabía por el estrabismo que se le leía en su mirada… tan lejana… tan inalcanzable…
¡Maldición!, yo no sólo quería su cuerpo, deseaba, además, su mente, controlarla, aunque solo fuera por esta noche.
Dejé de moverme dentro de ella, y saqué mi miembro todavía erguido. Ella me miraba expectante, intentado averiguar que haría, pero sin la más mínima sombra de curiosidad… o miedo… o emoción… nada. Parecía como si lo que le pasaba a su cuerpo hubiera dejando de importarle.
La voltee boca abajo de manera salvaje, después le doblé las rodillas, obligándola a arquear la cadera. Y entonces lo hice, metí mi miembro en su trasero y ella soltó un aullido desgarrador, mientras luchaba por moverse, por dejar de sentir ese dolor, esa presión. Pero yo no se lo permití, ella no dejaba de gemir, de llorar, casi podía imaginar la mirada demencial de sus ojos.
Mis caderas empezaron a moverse más deprisa, y yo era incapaz de frenar lo que hacía mi cuerpo…, la lastime sin querer, aunque no lo deseara en ese momento la lastimaba más y más… hasta que finalmente culminé, solté un aullido y experimente el mejor orgasmo de mi vida…
Caí sobre ella, jadeante, con las gotas de sudor brillando en mi cuerpo desnudo y la boca desencajada… ¡por fin!, ¡por fin lo había hecho!, lo que tanto había anhelado esos meses ya había pasado… y nunca, nunca olvidaría esa noche.
Pero… todavía no ha terminado.
Intenté regular mi respiración, controlar los latidos de mi desbocado corazón. Ella, al sentir mi brutal peso encima se había desplomado sobre la cama… ahora estaba demasiado débil, la había herido de manera terrible.
Me froté encima de ella, hasta que conseguí recobrar el control de mis sentidos… debía darme prisa, la noche aún no había acabado.
Volví a tomar la navaja y la acerqué a la zona lumbral de su espalda, la subí lentamente, dejando una estela de sangre roja, caliente y espesa, que se deslizaba por su piel… ¡oh! era tan macabro, tan sexy, ver el contraste rojo de su sangre contra la blancura de su piel.
La estela roja se prolongo hasta la raíz de su cuello, ahí paré, ahora la sangre se expandía sobre su espalda, formando telarañas y ramificaciones extrañas, parecidas a las venas…
La tomé por los hombros y la giré… estaba inconciente, mejor para ella… sentirá menos dolor.
Volví a hacer lo mismo, creando una herida que iba desde su vientre hasta su clavícula. La sangre manó de manera más abundante, y yo fui recorriendo una y otra vez la estela roja, haciendo la herida más profunda, la sangre salía a borbotes… imparable.
Finalmente conseguí arrancarlo, cerré los ojos mientras el sabor me deleitaba, me hacía enloquecer, mastiqué el pezón con fuerza y, por fin, me lo tragué. Ahora iba el otro… sólo quedaba un surco lleno de sangre donde antes estuvo tu maravilloso pezón, deslicé el dedo en esa pequeña ranura sanguinolenta y tú, que tenías la cara perlada de sudor y los ojos afiebraos te removiste, mientras un espasmo de dolor cruzaba tu cuerpo… y eso era sólo el principio…
Lamí el agujero lleno de sangre que tenías y luego, hastiado de ver la forma en que te revolvías de dolor, me concentré en el otro pezón hasta que este terminó en mi estómago.
Tú ya no respondías al dolor de tu piel, parecía que estabas en otra dimensión, alejada de tu cuerpo y de los sufrimientos por los que te sometía.
Deslicé mi lengua por tus senos, hasta que llegue a tu vientre, aspire ese olor, dulzón y picante, y desee entrar en ti, ser parte de ti, controlarte y fundirte conmigo.
Te estremecías, forcejeabas, a pesar del dolor que debías sentar en el pecho, en tus extirpados pezones.
Dejé vagar mi lengua por tu cuerpo, dejando una estela de saliva a mi paso. Después volví a subir, mientras mi pulso se aceleraba y el sudor corría por mi cuerpo. Temí que el bulto que sentía en la entrepierna me rompiese el cierre… pero eso no ocurrió, a pesar de que me sentía a punto de estallar de placer logré controlarme. Todavía faltaban más cosas, no convenía que todo acabara tan rápido y no pudiera llevar a cabo todo mi propósito.
Me alcé y me acosté sobre ella, sintiendo en mi pecho los desenfrenados latidos de su corazón, la humedad de la sangre que le escurría por el pecho…
Besé suavemente su garganta, pero un impulso primitivo hizo que la comenzase a morder, desgarrando su carne…, sentía el sabor de sangre en mi boca, en mi paladar, la sentí bajar por mi garganta, llegar a mi estómago.
Ella había dejado de debatirse, a pesar de que mis cruentas mordidas debían producirle algún dolor.
Por fin me cansé de desagarrarle la garganta y subí a su cara, dándole besos y llenándola de saliva.
Le mordí el labio y la besé, fuertemente, de manera abrupta, sin dejarla respirar, jugando con su lengua.
Pero me cansé del juego, yo quería más, no sólo eso.
Me levanté y la miré con fijeza. Sus ojos estaban enfebrecidos, delirantes, mirándome con suplica y odio al mismo tiempo, su cara estaba pegajosa de saliva y llanto, su cuerpo estaba rojo, con mordiscos que se veían de forma grotesca en su blanca piel. Pero lo que la hacía verse realmente en un estado de dolor total era los regueros de sangre que se esparcían por sus pechos, dándoles un tinte rojo y macabro… el color de la tortura.
Me empecé a desnudar, lentamente, sin dejar de mirarla con fijeza. Sus muñecas estaban rojas e irritadas por los intentos que hacía por liberarse.
Mis pantalones se hicieron un ovillo a mis pies… no me sentía con fuerzas suficientes para terminar de quitármelos, así que así, arrastrando los pies, volví a acercarme al lecho. Pase la yema del dedo por su roja cabellera, su textura era suave y lisa. Me subí al lecho y con mis muslos fue abriendo los suyos. Me miró con pánico, a pesar de todo el dolor que ya había sufrido seguía teniendo miedo.
Me metí en ella, de forma abrupta y sin rodeos de ninguna clase, comencé a mover las caderas con fuerza creciente y ella dejo de pensar, de sentir, lo sabía por el estrabismo que se le leía en su mirada… tan lejana… tan inalcanzable…
¡Maldición!, yo no sólo quería su cuerpo, deseaba, además, su mente, controlarla, aunque solo fuera por esta noche.
Dejé de moverme dentro de ella, y saqué mi miembro todavía erguido. Ella me miraba expectante, intentado averiguar que haría, pero sin la más mínima sombra de curiosidad… o miedo… o emoción… nada. Parecía como si lo que le pasaba a su cuerpo hubiera dejando de importarle.
La voltee boca abajo de manera salvaje, después le doblé las rodillas, obligándola a arquear la cadera. Y entonces lo hice, metí mi miembro en su trasero y ella soltó un aullido desgarrador, mientras luchaba por moverse, por dejar de sentir ese dolor, esa presión. Pero yo no se lo permití, ella no dejaba de gemir, de llorar, casi podía imaginar la mirada demencial de sus ojos.
Mis caderas empezaron a moverse más deprisa, y yo era incapaz de frenar lo que hacía mi cuerpo…, la lastime sin querer, aunque no lo deseara en ese momento la lastimaba más y más… hasta que finalmente culminé, solté un aullido y experimente el mejor orgasmo de mi vida…
Caí sobre ella, jadeante, con las gotas de sudor brillando en mi cuerpo desnudo y la boca desencajada… ¡por fin!, ¡por fin lo había hecho!, lo que tanto había anhelado esos meses ya había pasado… y nunca, nunca olvidaría esa noche.
Pero… todavía no ha terminado.
Intenté regular mi respiración, controlar los latidos de mi desbocado corazón. Ella, al sentir mi brutal peso encima se había desplomado sobre la cama… ahora estaba demasiado débil, la había herido de manera terrible.
Me froté encima de ella, hasta que conseguí recobrar el control de mis sentidos… debía darme prisa, la noche aún no había acabado.
Volví a tomar la navaja y la acerqué a la zona lumbral de su espalda, la subí lentamente, dejando una estela de sangre roja, caliente y espesa, que se deslizaba por su piel… ¡oh! era tan macabro, tan sexy, ver el contraste rojo de su sangre contra la blancura de su piel.
La estela roja se prolongo hasta la raíz de su cuello, ahí paré, ahora la sangre se expandía sobre su espalda, formando telarañas y ramificaciones extrañas, parecidas a las venas…
La tomé por los hombros y la giré… estaba inconciente, mejor para ella… sentirá menos dolor.
Volví a hacer lo mismo, creando una herida que iba desde su vientre hasta su clavícula. La sangre manó de manera más abundante, y yo fui recorriendo una y otra vez la estela roja, haciendo la herida más profunda, la sangre salía a borbotes… imparable.
IV
Su cuerpo se empezó a convulsionar, sus ojos se abrieron un segundo y pude ver el brillo del pánico, otra vez, en sus pupilas… antes de que se cerraran de manera definitiva.
Las sábanas estaban manchadas de sangre… y quedarían todavía más cuanto ella hubiera terminado de vaciarse… corté sus muñecas, sus antebrazos, sus piernas, su cuello, para que la sangre saliera más rápido.
Me paré frente al lecho, viendo la sangre fluir y escapar de sus venas, dejándola sin vida, seca, un flor marchita, arrugada y mustia, eso era lo que iba a ser, sin la sangre roja que le daba color a su cabello, a sus labios, que coloreaba sus mejillas y hacía brillar sus ojos. Casi sentí pena por ella. Ahora la sangre, en su estado más puro y verdadero, sería mía.
Pasaron los segundos, los minutos, las horas. Podía sentir como mi cuerpo se iba poniendo rígido, protestando por la incómoda postura en la que lo tenía.
Los músculos se me entumieron, parecía que había estado en esa posición toda mi vida… ya no sabía que hora era… pero no importaba… lo único que importaba era el fluir de la sangre sobre las sábanas, el color ojo que se iba extendiendo sobre ellas…
Las sábanas por fin estuvieron impregnadas de ese color; todo había acabado, sólo una cosa y podría dormir en paz… tenía que deshacerme de aquél cuerpo humano, que sin sangre en las venas no era nada, solo una fea y grotesca mezcla de órganos, huesos y piel inservibles, lo que le insuflaba belleza y vida empapaba ahora mis sábanas blancas.
Tomé su cuerpo entre mis brazos y salí de la habitación. Fui a la cocina… todavía no tenía muy claro como eliminaría el cuerpo… pero una idea todavía vaga y difusa se iba perfilando en mi mente.
La dejé sobre la pequeña mesa del comedor. Había un juego de cuchillos sobre el aparador. Tomé el más grande de todos ellos.
Lo empuñe con decisión y me acerqué a ella. Verdaderamente, sin la sangre no era nada, ni una sombra de lo que fue antes.
Primero corté su todavía hermosa cabellera y la dejé sobre el aparador, después cercené su cuello, su cabeza cayó rodando de la mesa.
Mutilé su cuerpo. Corté sus brazos y sus piernas, el tórax.
Todavía había un poco de sangre en su cuerpo… no demasiada, pero ahora tenía la cara, el cuerpo, las manos, empapadas de ella.
Fui por una bolsa de plástico y metí en ella todo lo que quedaba de su cuerpo…
Después salí. El aire fresco y frío de la calle me lleno de vitalidad de energía. Iba desnudo. La sangre se deslizaba por mis manos, por mi cuerpo, dejando manchas carmesí en las losas del piso. Es increíble la cantidad de sangre que puede tener un cuerpo… parece que nunca terminar de salir.
Apuré el paso. Mi casa estaba en un lugar bastante aislado. Sólo un par de casas se extendían a lo largo de la colina. Vivía a media hora de la cuidad, y la mayoría de las casas solo estaban ocupadas en verano.
Caminé hacía la cima, la luna me iluminaba el camino, los árboles lanzaban sombras terroríficas y yo me sentía feliz de haber logrado realizar mi propósito. La bolsa se mecía alegremente a un costado mío, la tenía fuertemente sujeta.
El viento aulló y las ramas de los árboles se mecieron con más ímpetu… ya casi llegaba… solo un par de pasos más.
Mis zancadas eran rápidas y firmes, sentía en las plantas de los pies el frío de la noche, las rocas me herían y la tierra se me incrustaba entre los dedos. Pero no importaba… eso era lo de menos.
Llegué, era el lugar perfecto. Me arrodillé en la tierra y dejé la bolsa al lado mío. Me puse a escarbar con las dos manos, las palmas pronto se me llenaron de tierra y el sudor me corría a chorros por el rostro.
El día empezaba a clarear cuando conseguí hacer una zanja lo suficientemente profunda para meter la bolsa y ocultar su olor a los animales que pasaran por allí.
Cogí la bolsa con reverencia y la metí dentro del hoyo, después la cubrí con la tierra que había quedado de lado mío. Aplasté el montículo que se formó… nadie sospecharía que la tierra había sido removida.
Me encaminé a la casa lleno de sudor, tierra, mugre y sangre.
La puerta se había quedado abierta. Entré y la cerré detrás de mí. Me encaminé a la ducha.
Llené la bañera y me sumergí en el agua fría… cerré los ojos y recordé todo lo que había pasado… después de vivir algo así ya no tenía sentido seguir viviendo… ¿para qué?, si esto superaba con creces cualquier cosa que pudiera vivir después…
Fui sumergiendo mi cabeza lentamente en el agua mientras recordaba el contoneo de sus caderas al caminar… el agua me empezó a cubrir la cara… la suave curva de sus senos… ya no podía respirar, toda mi cara estaba bajo el agua… el olor picante y añejo de su vientre…
Te hacen falta vitaminas - Soda Stereo
Me encanta, eso de Corre, te hacen falta vitaminas, jaja, lo siento... estoy loca, lo sé
... pero corre, te hacen falta vitaminas, jaja
... pero corre, te hacen falta vitaminas, jaja
11/6/08
De música ligera - Soda Stereo
Por fin una en español!!!
una que si entiendo!!!, jaja
También me gusta... bueno más que nada la música y el ritmo... como siempre... en fin esta entrada es sólo para vaciar un poco el blog, esta demasiado lleno de historias y eso... para subir algo leve, jeje
Saludos!!!
una que si entiendo!!!, jaja
También me gusta... bueno más que nada la música y el ritmo... como siempre... en fin esta entrada es sólo para vaciar un poco el blog, esta demasiado lleno de historias y eso... para subir algo leve, jeje
Saludos!!!
Te necesito
¿Por qué te necesito?
La pregunta, así directa, por teléfono, me sorprendió, no sabía que decir, no me vino nada a la cabeza… ni yo entendía en sí porque te necesitaba tanto, porque me puse tan mal ese día al pensar que te irías, y sigo sin saberlo, no tengo ni la más remota idea, aunque el pensar que te irías hizo que esa frase viniera a mi cabeza… el te necesito… y lo intenté, cuando colgaste pensé en tu pregunta … y escribí esto… espero que con esto entiendas porque te necesito…
Te necesito
porque[....]
..........[... estos puntos me los saltaré... son demasiado... demasiado personales...]
..........[...]
..........[...]
Quizás nunca termine de enumerar los porqués, y talvez ni siquiera sepa porqué te necesito tanto, pero eso sí lo sé, que te necesito
de una forma
.................llana
.................abrupta
.................sin barreras
.................sin entendimientos
.................sin ninguna clase de explicación
¡Sólo sé que te necesito!
es lo único que me queda claro,
lo único que sé a ciencia cierta
de lo que nunca dudaría
y sé que quizás suene tonto
pero te necesito
...........................irreprimible
...........................irremediable
...........................incomprensible
...........................imparable
...........................infantil
...........................ilusa
...........................innombrable
...........................ilógica
...........................inminente
...........................incurable
...........................imposible
...........................inexplicable
...........................infingible
...........................inclasificable
...........................intolerable…
¡¡De una forma casi dolorosa te necesito!!
La pregunta, así directa, por teléfono, me sorprendió, no sabía que decir, no me vino nada a la cabeza… ni yo entendía en sí porque te necesitaba tanto, porque me puse tan mal ese día al pensar que te irías, y sigo sin saberlo, no tengo ni la más remota idea, aunque el pensar que te irías hizo que esa frase viniera a mi cabeza… el te necesito… y lo intenté, cuando colgaste pensé en tu pregunta … y escribí esto… espero que con esto entiendas porque te necesito…
Te necesito
porque[....]
..........[... estos puntos me los saltaré... son demasiado... demasiado personales...]
..........[...]
..........[...]
Quizás nunca termine de enumerar los porqués, y talvez ni siquiera sepa porqué te necesito tanto, pero eso sí lo sé, que te necesito
de una forma
.................llana
.................abrupta
.................sin barreras
.................sin entendimientos
.................sin ninguna clase de explicación
¡Sólo sé que te necesito!
es lo único que me queda claro,
lo único que sé a ciencia cierta
de lo que nunca dudaría
y sé que quizás suene tonto
pero te necesito
...........................irreprimible
...........................irremediable
...........................incomprensible
...........................imparable
...........................infantil
...........................ilusa
...........................innombrable
...........................ilógica
...........................inminente
...........................incurable
...........................imposible
...........................inexplicable
...........................infingible
...........................inclasificable
...........................intolerable…
¡¡De una forma casi dolorosa te necesito!!
El temor irreversible del olvido
Sé que no te irás,
que no me dejarás,
y sin embargo no sé
si siempre me recordarás,
sino desapareceré
de forma sutil
.................imperceptible
.................intangible
..............e incomprensible
de tu memoria
si mi imagen
....................no se evaporará
....................con el transcurso del tiempo
si mis palabras
....................no se perderán
....................con el paso de los siglos
si mis besos
....................no alimentarán
....................el olvido
que no me dejarás,
y sin embargo no sé
si siempre me recordarás,
sino desapareceré
de forma sutil
.................imperceptible
.................intangible
..............e incomprensible
de tu memoria
si mi imagen
....................no se evaporará
....................con el transcurso del tiempo
si mis palabras
....................no se perderán
....................con el paso de los siglos
si mis besos
....................no alimentarán
....................el olvido
10/6/08
Regresión
Eh... hoy no me sentía así, jeje, hoy soy muy feliz!!!... pero por subir algo pondré un poco de las mil cuartillas del otro día, otro pequeño fragmento...
Saludos!!
Me llevo las manos a la cara con desesperación, quizás intentando olvidar todo, pensar que nunca paso…. Que no me comporte de un modo tan estúpido e infantil!!!
Carajo!!, carajo!! Y más carajo!!
Maldita manera la mía de ponerme a hacer tonterías!!!
Intento calmarme… inútil
Mi respiración sólo resuena más en el lugar
Mi respiración y el ruido de mis manos sobre el teclado… sólo eso
Deseo acostarme
Cubrirme la cara con las cobijas y huir de este maldito mundo de mierda
Al carajo con los libros y la escritura, conmigo y con todos, al carajo con lo que paso
Ya no quiero saber más de esta vida de mierda de la que parece que nunca voy a salir, ya no deseo saber más de mi carácter tan maldita y peligrosamente impulsivo, de mis emociones de mierda y de todas las estupideces que hago
¡¡Puta!!
Por más que escribo no me calmo
Carajo…
Quizás podría seguirme así toda la noche, todo el día… toda la vida, dando furiosos golpes a las teclas sin entender porque demonios soy así… ¡¿por qué?!
Hay veces en que en serio me detesto, ¡¡detesto como soy!!
No sé que carajos hice hoy… sólo sé que desde que dejé de verla las lágrimas empañaron mis pupilas y mis zancadas se volvieron rápidas y desesperadas… mitigando con la velocidad de mi paso el dolor lacerante que me carcomía por dentro…
Pero aún así deseaba limpiarme las lágrimas inexistentes a manotazos, a golpes contra mis mejillas…
Carajo
Me sigo sintiendo tan malditamente estúpida
Y luego saber que ya nada volverá a ser igual sólo porque soy una maldita imbécil que no sabe lo que hace, que no logra controlarse y medir sus emociones, que no tiene ningún control sobre sí misma… que es una completa e irreparable imbécil
¿Y esto tendrá algún maldito caso?
¿Escribirlo servirá de algo?... no lo creo…
Sólo temporalmente, en este momento en que escribo… después, en la noche, cuando piense en lo que sucedió hoy y en mi comportamiento tan malditamente imbécil me desharé en lágrimas que no saldrán de mis pupilas, que se quedarán allí, brillantes y tórridas, sin atreverse a salir, sin poder soltarse y vagar por el peligroso entramado de mi cuerpo
Demonios...
Saludos!!
Me llevo las manos a la cara con desesperación, quizás intentando olvidar todo, pensar que nunca paso…. Que no me comporte de un modo tan estúpido e infantil!!!
Carajo!!, carajo!! Y más carajo!!
Maldita manera la mía de ponerme a hacer tonterías!!!
Intento calmarme… inútil
Mi respiración sólo resuena más en el lugar
Mi respiración y el ruido de mis manos sobre el teclado… sólo eso
Deseo acostarme
Cubrirme la cara con las cobijas y huir de este maldito mundo de mierda
Al carajo con los libros y la escritura, conmigo y con todos, al carajo con lo que paso
Ya no quiero saber más de esta vida de mierda de la que parece que nunca voy a salir, ya no deseo saber más de mi carácter tan maldita y peligrosamente impulsivo, de mis emociones de mierda y de todas las estupideces que hago
¡¡Puta!!
Por más que escribo no me calmo
Carajo…
Quizás podría seguirme así toda la noche, todo el día… toda la vida, dando furiosos golpes a las teclas sin entender porque demonios soy así… ¡¿por qué?!
Hay veces en que en serio me detesto, ¡¡detesto como soy!!
No sé que carajos hice hoy… sólo sé que desde que dejé de verla las lágrimas empañaron mis pupilas y mis zancadas se volvieron rápidas y desesperadas… mitigando con la velocidad de mi paso el dolor lacerante que me carcomía por dentro…
Pero aún así deseaba limpiarme las lágrimas inexistentes a manotazos, a golpes contra mis mejillas…
Carajo
Me sigo sintiendo tan malditamente estúpida
Y luego saber que ya nada volverá a ser igual sólo porque soy una maldita imbécil que no sabe lo que hace, que no logra controlarse y medir sus emociones, que no tiene ningún control sobre sí misma… que es una completa e irreparable imbécil
¿Y esto tendrá algún maldito caso?
¿Escribirlo servirá de algo?... no lo creo…
Sólo temporalmente, en este momento en que escribo… después, en la noche, cuando piense en lo que sucedió hoy y en mi comportamiento tan malditamente imbécil me desharé en lágrimas que no saldrán de mis pupilas, que se quedarán allí, brillantes y tórridas, sin atreverse a salir, sin poder soltarse y vagar por el peligroso entramado de mi cuerpo
Demonios...
Total Eclipse of the Heart-Bonnie Tyler
Creo que mi curso esta resultado un lugar excelente para aprender nuevas canciones, jaja... esta me súper mega encanta!!!! es de las mejores canciones del mundo!!!
... ya sé lo que se estan preguntado, ¿sabrá que demonios dice?, y no la verdad no lo sé.. pero haber si alguien es tan amable y me dice, jaja, mientras tanto me emocionaré con los sonidos, con la elevación de su voz y con las pocas palabras que puedo distinguir
Saludos!!
... ya sé lo que se estan preguntado, ¿sabrá que demonios dice?, y no la verdad no lo sé.. pero haber si alguien es tan amable y me dice, jaja, mientras tanto me emocionaré con los sonidos, con la elevación de su voz y con las pocas palabras que puedo distinguir
Saludos!!
9/6/08
Paciente succión I
¡Por favor! ¡Si no tenéis un amplio críterio -como dicen en la tv- no leáis esto!
[Se componé de cuatro partes, aquí os dejo la primera]
I
Se veía tan bella ahí, sentada del otro lado de la mesa. La luz era tenue e iluminaba débilmente su rostro, que permanecía casi totalmente en medio de las tinieblas… llevaba el cabello suelto, el vino le había arrebolado las mejillas, ahora de un agradable tono carmesí.
La poca droga que había mezclado con su bebida hacía que sus ojos parecían un poco ausentes, quizás hasta delirantes, pero no le había dado demasiada… sólo la suficiente para poder controlarla y que sus gritos no resonaran en la casa… podía romperme los tímpanos.
Además no la dormí completamente porque deseaba que sintiera lo que yo estaba a punto de hacerle, que siguiera siendo ella, con todos sus forcejeos y pensamientos, que las sensaciones siguieran surcando los nervios que se distribuían a lo largo de su bello y perfecto cuerpo.
Era tan sensual… tan terriblemente sensual, que supe, desde el primer momento en que la vi, que costara lo que costara sería mía, completa e irremediablemente. No lo podría evitar.
Fue bastante esfuerzo, primero conseguir atraer su atención, que dejara de recelar de mí y confiara lo suficiente para pasar una noche en mi casa –bajo la promesa de que la dejara en la suya antes de las doce, claro- había costado el paso de varios meses, de días enteros escuchándola, apoyándola, comportándome como su mejor y más confiable amigo, a pesar de que lo único que yo deseaba, y deseo, es matarla…
Apuré el vaso de vino y la miré fijamente, descaradamente, ya no necesitaba fingir que no la veía, que no me excitaba el ondular de sus caderas al caminar, o la suave y turgente curva de sus senos… la deseaba, de un modo casi doloroso.
Su cabellera era roja, brillante y luminosa, su piel blanca, lechosa, con un tinte nacarado a la luz de las velas, y sus cejas eran rojas, finas y esbeltas, perfectas para los ojos verdes que me embebían y me hacían desvariar.
Ella se cohibió ante mi mirada tan erótica, tan cargada de deseo y lujuria, que la desvestía y la hacía frágil y vulnerable.
-Octavio… ¿estás bien?-Tu voz sonó titubeante e insegura, tal vez todavía tenías la vaga esperanza de que esa mirada se esfumara de mi rostro y volviera a ser el mismo Octavio afable y amigable de siempre, que desde el momento de conocerte había seguido el plan de amigos y nunca, jamás, había intentado besar esos labios rosas que resguardaban una lengua turgente y cálida, juguetona, con unos dientes blancos, pequeños y perfectos.
Pero ya no, ahora tú estabas bajo mi poder y yo haría contigo lo que desease, y lo que deseaba era a ti, sin barreras o impedimentos de ningún tipo, hacer contigo todo lo que pasaba por mi mente desde la primera vez que te vi, que fueras mía… saber que tu cuerpo estaba bajo mi control y tu mente bajo mi dominio, invadida por mi esencia, de la que jamás podrías escapar de ahora en adelante, que te perseguiría a los confines del Universo, sin dejarte dormir o pensar en otra cosa.
-Nada, absolutamente nada- una sonrisa se perfiló en mis carnosos labios, tan sensuales como los tuyos, cuando vi la cara de espanto que ponías, sabías que algo estaba mal, mi voz había sonado más ronca, más áspera, con ese timbre erótico que ninguna persona es capaz de ocultar.
-¡Basta!, deja de mirarme así… ¡Octavio! –y cuando viste que no contesté, que mi mirada no cambio y que parecía completamente ajeno a tus palabras, te levantaste rápidamente de la silla… y es que tú lo sabías, sabías todo lo que tu cuerpo es capaz de provocar en una persona, por más noble y buena que esta fuese; por eso casi no tienes amigos, ni amigas, es muy difícil entrar en tu círculo, ser aceptado por ese club de personas que te idolatran y te protegen como si fueras una diosa… pero yo lo logré, entré y esparcí mi veneno por todos ellos, uno a uno se fueron desatendiendo de ti cuando se percataron de que yo, nuevo y, según esto, inexperto, era preferido por encima de todos, que te habían brindado años de amistad y amor incondicional.
Y cuando ellos te abandonaron dejé pasar un poco de tiempo, que tú empezaras a buscarme más y más, a necesitarme y depender de mí, y entonces vino la segunda fase del plan, la más peligrosa y la más excitante.
Cuando estuve seguro de que no me darías un no por respuesta te pedí que me dejaras darte una cena en mi casa, que antes de las doce te dejaría en la tuya, como Cenicienta, y tú, como nunca me sorprendiste mirándote de forma indecorosa y jamás intenté propasarme, aceptaste, y ahora estas aquí, deseando huir… aunque eso esa imposible.
Te levantaste tan rápido que el vino y la droga hicieron que perdieras momentáneamente el equilibro, te sostuviste de la silla y volteaste a mirarme con los ojos enfebrecidos, tu actitud irradiando furia, desconcierto y rabia… quizás también miedo.
-¿¡Qué me diste maldito engendro!?
Es algo que siempre me ha fascinado de ti, tu facilidad para decir tacos y soltar groserías a diestra y siniestra, sin necesidad de ninguna clase de provocación las soltabas y perlaban tus conversaciones cotidianas… tanto que un carajo, maldición, puta madre, o un sinfín de las groserías que existen no me habrían sorprendido lo más mínimo viniendo de ti.
Continué mirándote sin el más mínimo cambio de expresión, todavía no deseaba que supieras lo mucho que estaba disfrutando el momento…
-Vete al carajo, me largo
-No… tú no te vas a ninguna parte
-Jaja, no me hagas reír, yo voy a donde me plazca… vete a la mierda –con un destello de decisión cruzaste la estancia en un par de zancadas y te dirigiste a la puerta de la entrada… No sabías que estaba cerrada, que no existía ninguna forma de que salieras de la casa.
Tu furia me excito más. Me levanté lentamente de la silla, mientras escuchaba el desenfrenado taconeo de tus zapatos. Caminé hasta donde supe que estabas y, a punto de llegar, me sorprendió el grito de rabia que soltaste.
-¡Dame las llaves!... Octavio no estoy para juegos, no sé que carajos te traes, ni porque te comportas así, pero yo no pienso seguir tu estúpido juego, así que dame las putas llaves y olvídate de mí.
-No –mi voz sonó perfectamente modulada y, sin darte tiempo de esgrimir más argumentos, o seguir atacándome con tus palabras soeces, me acerqué a ti, intentando acorralarte entre mi cuerpo y la pared. Pero fuiste más rápida, me golpeaste con la palma de tu mano en la mejilla, tan fuerte que trastabille y retrocedí un par de pasos, pero eso era lo de menos, no eres tan fuerte como yo, a pesar de que te las dieras de invencible y dura.
El ruido del golpe resonó en la estancia y una sonrisa triunfal se pintó en tus labios.
-No te atrevas a tocarme –mascullaste- ahora déjame salir, no quiero seguir perdiendo el tiempo con un idiota como tú.
Antes de que te dieras cuenta fui yo el que te golpeo, descargué mi puño con toda la fuerza de la que fui capaz en tu bello rostro… resbalaste y caíste al suelo, golpeándote con la pared, una mancha roja se extendió en donde había descardado mi puño, mientras un hilo de sangre se deslizaba por la comisura de tu boca.
Me senté frente a ti. Observándote.
Ese día llevabas un vestido largo, entallado, que dejaba tu espalda al descubierto y una generosa porción de tus pechos… deseo tocarlos, pero no, todavía no era el momento, debía esperar.
Finalmente comenzaste a removerte, parecías aturdida, claro que no era para menos, yo era fuerte y ese golpazo habría derribado a cualquier hombre.
Abriste los ojos, los restregaste con fuerza y luego escupiste un par de dientes, tus labios se llenaron de sangre, pero aún así deseaba lamerlos.
-Vaya, quien lo hubiera pensado de ti Octavio… toda la estima, el afecto que te tenía y me pagas así-reíste, y tu risa resonó en la habitación, sin humor, sin nada de alegría. Al parecer te habías resignado.
Me acerqué un poco más a ti, tan cerca que tu aliento me quemaba el rostro… acerqué mis labios a los tuyos y lamí la sangre que se deslizaba por tu barbilla.
-¿Qué me harás?-lo dijiste sin emoción, como si me estuvieras preguntando que hora era o el clima que habría.
-Te mataré- ¿para qué ocultarlo?, además ya lo sabías, o al menos lo imaginabas, sólo deseabas saberlo de manera definitiva, estar segura de que aquello que tanto temías pasaría.
Unas lágrimas trazaron caminos zigzagueantes por tus mejillas. Tus ojos también parecían inundados de ellas, pero no estabas dispuesta a soltarlas, a seguir mostrando tu dolor.
Succioné las lágrimas que se deslizaban por tu piel y luego te besé los parpados. Seguí besando intensamente tu rostro, hasta que por fin descendí hasta su garganta. Te mordí con fiereza, desgarrando tu débil carne.
II
[Se componé de cuatro partes, aquí os dejo la primera]
I
Se veía tan bella ahí, sentada del otro lado de la mesa. La luz era tenue e iluminaba débilmente su rostro, que permanecía casi totalmente en medio de las tinieblas… llevaba el cabello suelto, el vino le había arrebolado las mejillas, ahora de un agradable tono carmesí.
La poca droga que había mezclado con su bebida hacía que sus ojos parecían un poco ausentes, quizás hasta delirantes, pero no le había dado demasiada… sólo la suficiente para poder controlarla y que sus gritos no resonaran en la casa… podía romperme los tímpanos.
Además no la dormí completamente porque deseaba que sintiera lo que yo estaba a punto de hacerle, que siguiera siendo ella, con todos sus forcejeos y pensamientos, que las sensaciones siguieran surcando los nervios que se distribuían a lo largo de su bello y perfecto cuerpo.
Era tan sensual… tan terriblemente sensual, que supe, desde el primer momento en que la vi, que costara lo que costara sería mía, completa e irremediablemente. No lo podría evitar.
Fue bastante esfuerzo, primero conseguir atraer su atención, que dejara de recelar de mí y confiara lo suficiente para pasar una noche en mi casa –bajo la promesa de que la dejara en la suya antes de las doce, claro- había costado el paso de varios meses, de días enteros escuchándola, apoyándola, comportándome como su mejor y más confiable amigo, a pesar de que lo único que yo deseaba, y deseo, es matarla…
Apuré el vaso de vino y la miré fijamente, descaradamente, ya no necesitaba fingir que no la veía, que no me excitaba el ondular de sus caderas al caminar, o la suave y turgente curva de sus senos… la deseaba, de un modo casi doloroso.
Su cabellera era roja, brillante y luminosa, su piel blanca, lechosa, con un tinte nacarado a la luz de las velas, y sus cejas eran rojas, finas y esbeltas, perfectas para los ojos verdes que me embebían y me hacían desvariar.
Ella se cohibió ante mi mirada tan erótica, tan cargada de deseo y lujuria, que la desvestía y la hacía frágil y vulnerable.
-Octavio… ¿estás bien?-Tu voz sonó titubeante e insegura, tal vez todavía tenías la vaga esperanza de que esa mirada se esfumara de mi rostro y volviera a ser el mismo Octavio afable y amigable de siempre, que desde el momento de conocerte había seguido el plan de amigos y nunca, jamás, había intentado besar esos labios rosas que resguardaban una lengua turgente y cálida, juguetona, con unos dientes blancos, pequeños y perfectos.
Pero ya no, ahora tú estabas bajo mi poder y yo haría contigo lo que desease, y lo que deseaba era a ti, sin barreras o impedimentos de ningún tipo, hacer contigo todo lo que pasaba por mi mente desde la primera vez que te vi, que fueras mía… saber que tu cuerpo estaba bajo mi control y tu mente bajo mi dominio, invadida por mi esencia, de la que jamás podrías escapar de ahora en adelante, que te perseguiría a los confines del Universo, sin dejarte dormir o pensar en otra cosa.
-Nada, absolutamente nada- una sonrisa se perfiló en mis carnosos labios, tan sensuales como los tuyos, cuando vi la cara de espanto que ponías, sabías que algo estaba mal, mi voz había sonado más ronca, más áspera, con ese timbre erótico que ninguna persona es capaz de ocultar.
-¡Basta!, deja de mirarme así… ¡Octavio! –y cuando viste que no contesté, que mi mirada no cambio y que parecía completamente ajeno a tus palabras, te levantaste rápidamente de la silla… y es que tú lo sabías, sabías todo lo que tu cuerpo es capaz de provocar en una persona, por más noble y buena que esta fuese; por eso casi no tienes amigos, ni amigas, es muy difícil entrar en tu círculo, ser aceptado por ese club de personas que te idolatran y te protegen como si fueras una diosa… pero yo lo logré, entré y esparcí mi veneno por todos ellos, uno a uno se fueron desatendiendo de ti cuando se percataron de que yo, nuevo y, según esto, inexperto, era preferido por encima de todos, que te habían brindado años de amistad y amor incondicional.
Y cuando ellos te abandonaron dejé pasar un poco de tiempo, que tú empezaras a buscarme más y más, a necesitarme y depender de mí, y entonces vino la segunda fase del plan, la más peligrosa y la más excitante.
Cuando estuve seguro de que no me darías un no por respuesta te pedí que me dejaras darte una cena en mi casa, que antes de las doce te dejaría en la tuya, como Cenicienta, y tú, como nunca me sorprendiste mirándote de forma indecorosa y jamás intenté propasarme, aceptaste, y ahora estas aquí, deseando huir… aunque eso esa imposible.
Te levantaste tan rápido que el vino y la droga hicieron que perdieras momentáneamente el equilibro, te sostuviste de la silla y volteaste a mirarme con los ojos enfebrecidos, tu actitud irradiando furia, desconcierto y rabia… quizás también miedo.
-¿¡Qué me diste maldito engendro!?
Es algo que siempre me ha fascinado de ti, tu facilidad para decir tacos y soltar groserías a diestra y siniestra, sin necesidad de ninguna clase de provocación las soltabas y perlaban tus conversaciones cotidianas… tanto que un carajo, maldición, puta madre, o un sinfín de las groserías que existen no me habrían sorprendido lo más mínimo viniendo de ti.
Continué mirándote sin el más mínimo cambio de expresión, todavía no deseaba que supieras lo mucho que estaba disfrutando el momento…
-Vete al carajo, me largo
-No… tú no te vas a ninguna parte
-Jaja, no me hagas reír, yo voy a donde me plazca… vete a la mierda –con un destello de decisión cruzaste la estancia en un par de zancadas y te dirigiste a la puerta de la entrada… No sabías que estaba cerrada, que no existía ninguna forma de que salieras de la casa.
Tu furia me excito más. Me levanté lentamente de la silla, mientras escuchaba el desenfrenado taconeo de tus zapatos. Caminé hasta donde supe que estabas y, a punto de llegar, me sorprendió el grito de rabia que soltaste.
-¡Dame las llaves!... Octavio no estoy para juegos, no sé que carajos te traes, ni porque te comportas así, pero yo no pienso seguir tu estúpido juego, así que dame las putas llaves y olvídate de mí.
-No –mi voz sonó perfectamente modulada y, sin darte tiempo de esgrimir más argumentos, o seguir atacándome con tus palabras soeces, me acerqué a ti, intentando acorralarte entre mi cuerpo y la pared. Pero fuiste más rápida, me golpeaste con la palma de tu mano en la mejilla, tan fuerte que trastabille y retrocedí un par de pasos, pero eso era lo de menos, no eres tan fuerte como yo, a pesar de que te las dieras de invencible y dura.
El ruido del golpe resonó en la estancia y una sonrisa triunfal se pintó en tus labios.
-No te atrevas a tocarme –mascullaste- ahora déjame salir, no quiero seguir perdiendo el tiempo con un idiota como tú.
Antes de que te dieras cuenta fui yo el que te golpeo, descargué mi puño con toda la fuerza de la que fui capaz en tu bello rostro… resbalaste y caíste al suelo, golpeándote con la pared, una mancha roja se extendió en donde había descardado mi puño, mientras un hilo de sangre se deslizaba por la comisura de tu boca.
Me senté frente a ti. Observándote.
Ese día llevabas un vestido largo, entallado, que dejaba tu espalda al descubierto y una generosa porción de tus pechos… deseo tocarlos, pero no, todavía no era el momento, debía esperar.
Finalmente comenzaste a removerte, parecías aturdida, claro que no era para menos, yo era fuerte y ese golpazo habría derribado a cualquier hombre.
Abriste los ojos, los restregaste con fuerza y luego escupiste un par de dientes, tus labios se llenaron de sangre, pero aún así deseaba lamerlos.
-Vaya, quien lo hubiera pensado de ti Octavio… toda la estima, el afecto que te tenía y me pagas así-reíste, y tu risa resonó en la habitación, sin humor, sin nada de alegría. Al parecer te habías resignado.
Me acerqué un poco más a ti, tan cerca que tu aliento me quemaba el rostro… acerqué mis labios a los tuyos y lamí la sangre que se deslizaba por tu barbilla.
-¿Qué me harás?-lo dijiste sin emoción, como si me estuvieras preguntando que hora era o el clima que habría.
-Te mataré- ¿para qué ocultarlo?, además ya lo sabías, o al menos lo imaginabas, sólo deseabas saberlo de manera definitiva, estar segura de que aquello que tanto temías pasaría.
Unas lágrimas trazaron caminos zigzagueantes por tus mejillas. Tus ojos también parecían inundados de ellas, pero no estabas dispuesta a soltarlas, a seguir mostrando tu dolor.
Succioné las lágrimas que se deslizaban por tu piel y luego te besé los parpados. Seguí besando intensamente tu rostro, hasta que por fin descendí hasta su garganta. Te mordí con fiereza, desgarrando tu débil carne.
II
Después te levanté del suelo, parecías haberte dado por vencida, totalmente convencida de que no saldrías viva de aquí
Te arrojé sobre mi lecho… había puesto sábanas blancas especialmente para esta noche, no quería que ninguna gota de tu sangre se desperdiciara, deseaba guardarla toda como recuerdo…
Pero finalmente las lágrimas que pugnabas por contener salieron a flote, empezaste a sollozar, a gemir, plenamente conciente de que te mataría, toda tu fortaleza parecía haberse esfumado, no quedaba ni un ápice de tu valor, de la fuerza que tenías antes… dude que fueses todavía capaz de seguir empleando tu soez vocabulario.
Tu cabellera se desparramaba sobre la cama… quise hundir mi rostro en ella, olerla, aspirarla, deleitarme con su textura…
El vestido rojo que llevabas te cubría a duras penas tu voluptuoso cuerpo, marcaba cada forma, cada curva que poseías…hasta en eso fuiste estúpida, tenías que vestirte de esa manera, tan provocadora, como siempre… te encantaba lucirte, mostrarle a todos lo bello y sensual que era tu cuerpo, que observaran la delgadez de tu cintura, la firmeza de tus pechos, la curva de tu cuello…
Pero ahora estabas postrada ante mí, sin ninguna posibilidad de salvación. Te observé tan lascivamente como en el comedor, y ahora no tuviste el valor de reclamarme por hacerlo… ver el bulto que se había formado en mi entrepierna hizo que las lágrimas manaran más rápidamente por tus ojos… tus verdes ojos, tan inspiradores de deseo como el demás resto de tu cuerpo.
No sabía como empezar, tanto tiempo soñando este momento, planificándolo, estudiando cada detalle, para que el simple espectáculo de tu cuerpo semidesnudo me pusiese a temblar… podría, ¿podría realizar mi propósito?, hacer todas las cosas que tenía en mente…
Respiré fuertemente, intentando que el aire calase en mis pulmones, que me ayudase a realizar la tarea tan titánica que tenía entre manos…
Me acerqué a ti y deslicé la yema de mi dedo por tu rostro, lleno de saliva y lágrimas; estabas temblando, tenías miedo, por primera vez desde que te conocía te veía temblar ante algo… y ese algo era yo.
Me dedo siguió su curso, bajo por tu garganta y luego se interno entre el valle de tus senos, pero el vestido me impidió seguir… di un resoplido de frustración.
¡Maldición! ¿Dónde tenía la maldita navaja?, me incorporé de un salto y abrí uno de los cajones de la cómoda, mientras las gotas de sudor resbalaban por mi frente y un extraño cosquilleo se extendía por mi entrepierna.
¡La encontré!, me acerqué a ti y corté tu vestido desde el comienzo del escote hasta el bajo, que a duras penas te cubría los muslos.
Llevabas un pequeño sujetador rojo y una bragas negras… tu piel era lisa, blanca y tersa… tan suave…
Mi respiración se volvió más dificultosa y temí no ser capaz, pero no podía permitirme ese tipo de debilidades, no después de todo lo que me había costado tenerte aquí…
Acerqué la navaja a tu sujetador y lo rompí por la mitad, después desgarré las bragas por ambos extremos…
Deslicé mi dedo entre sus senos, hasta tu ombligo, hasta tu vientre… mientras temblabas.
Entonces, sin previo aviso, me soltaste una patada y tu tacón se incrustó en mi abdomen, chillé de dolor y retrocedí, te levantaste rápidamente de la cama y saliste corriendo de la habitación.
¡Carajo!, ¿porqué tenías que complicarlo más?, una furia se fue extendiendo rápidamente por mi cuerpo, como un calor que viajara por mis venas y me provocara una increíble ansia de dañarte, de golpearte y lastimarte.
Fui detrás de ti, de todas formas no había muchos lugares donde pudieras esconderte, y mucho menos salir de la casa, había atrancando todas las ventanas y sólo estaba la puerta del recibidor.
Mi casa era bastante pequeña, tenía lo necesario, la había comprado solamente por lo aislada que se encontraba, aquí nadie podría ayudarte, y nadie escucharía tus gritos de auxilio.
Tus zapatos estaban tirados a medio pasillo, ¡vaya!, la crisis en la que te encontrabas no te había hecho perder la cabeza, al menos no todavía, tus tacones serían como un altavoz que indicara tu posición, y tú, muy lista, te los habías quitado, pero aún así morirías, sería imposible que te escondieras eternamente de mí.
La idea de que estabas oculta en mi casa, completamente desnuda, que tenías miedo y te escondías de mí me provoco una incipiente erección, pero intenté no pensar en eso, no quería que todo ocurriese demasiado pronto, quería alargar el momento, disfrutar la noche todo lo que pudiera.
Revisé el cuarto de baño y, al ver que no estabas ahí, cerré la puerta con llave, así reduciría el tiempo que durase la persecución.
Imitándote me quite los zapatos, y después la camisa, los arroje sobre el sofá y seguí buscándote.
No estabas en la cocina, ni en el comedor, ni en la sala, ni en el baño, ahora solo faltaba otra habitación… no tenías escapatoria, sabía, sin lugar a dudas que estabas allí.
Entré y cerré suavemente la puerta a mis espaldas.
-Cariño… vamos, sal, no te haré daño -mi voz sonó calmada, como si todo lo que te había hecho hasta ese momento fuera realmente una broma y yo volvería a ser tu amigo de siempre.
Un sollozo resonó en la habitación. Sonreí, satisfecho, estabas atrapada.
Salí de la habitación y fui a mi cuarto. Sabía que la última parte de tu fortaleza se había esfumado, que de ahora en adelante serías mía, te rendirías a mis caprichos y no volverías a protestar.
Abrí un cajón y saqué un par de cadenas… por si las dudas.
Regresé a donde estabas y no habías cambiado ni lo más mínimo de postura. Me acerqué a ti y te alcé suavemente con mis brazos, después te acosté sobre el lecho y encadené tus muñecas al poste de la cama.
Tú no opusiste ninguna resistencia. Empezaba a sentir ternura por verte ahí, tan indefensa, vulnerable, tan niña…
Me coloqué sobre ti, y con mis rodillas aferre tu cintura, comencé a besarte la cara otra vez, me deslicé por tu garganta y por fin llegue a tus pechos. Lamí suavemente los pezones y luego los mordí, los aprisioné entre mis dientes y seguí mordiéndolos hasta que tú empezaste a retorcerte desesperadamente y sentí el sabor a sangre en mis labios, entonces aferré tu pezón completamente con mis labios y luché por arrancarlo
Te arrojé sobre mi lecho… había puesto sábanas blancas especialmente para esta noche, no quería que ninguna gota de tu sangre se desperdiciara, deseaba guardarla toda como recuerdo…
Pero finalmente las lágrimas que pugnabas por contener salieron a flote, empezaste a sollozar, a gemir, plenamente conciente de que te mataría, toda tu fortaleza parecía haberse esfumado, no quedaba ni un ápice de tu valor, de la fuerza que tenías antes… dude que fueses todavía capaz de seguir empleando tu soez vocabulario.
Tu cabellera se desparramaba sobre la cama… quise hundir mi rostro en ella, olerla, aspirarla, deleitarme con su textura…
El vestido rojo que llevabas te cubría a duras penas tu voluptuoso cuerpo, marcaba cada forma, cada curva que poseías…hasta en eso fuiste estúpida, tenías que vestirte de esa manera, tan provocadora, como siempre… te encantaba lucirte, mostrarle a todos lo bello y sensual que era tu cuerpo, que observaran la delgadez de tu cintura, la firmeza de tus pechos, la curva de tu cuello…
Pero ahora estabas postrada ante mí, sin ninguna posibilidad de salvación. Te observé tan lascivamente como en el comedor, y ahora no tuviste el valor de reclamarme por hacerlo… ver el bulto que se había formado en mi entrepierna hizo que las lágrimas manaran más rápidamente por tus ojos… tus verdes ojos, tan inspiradores de deseo como el demás resto de tu cuerpo.
No sabía como empezar, tanto tiempo soñando este momento, planificándolo, estudiando cada detalle, para que el simple espectáculo de tu cuerpo semidesnudo me pusiese a temblar… podría, ¿podría realizar mi propósito?, hacer todas las cosas que tenía en mente…
Respiré fuertemente, intentando que el aire calase en mis pulmones, que me ayudase a realizar la tarea tan titánica que tenía entre manos…
Me acerqué a ti y deslicé la yema de mi dedo por tu rostro, lleno de saliva y lágrimas; estabas temblando, tenías miedo, por primera vez desde que te conocía te veía temblar ante algo… y ese algo era yo.
Me dedo siguió su curso, bajo por tu garganta y luego se interno entre el valle de tus senos, pero el vestido me impidió seguir… di un resoplido de frustración.
¡Maldición! ¿Dónde tenía la maldita navaja?, me incorporé de un salto y abrí uno de los cajones de la cómoda, mientras las gotas de sudor resbalaban por mi frente y un extraño cosquilleo se extendía por mi entrepierna.
¡La encontré!, me acerqué a ti y corté tu vestido desde el comienzo del escote hasta el bajo, que a duras penas te cubría los muslos.
Llevabas un pequeño sujetador rojo y una bragas negras… tu piel era lisa, blanca y tersa… tan suave…
Mi respiración se volvió más dificultosa y temí no ser capaz, pero no podía permitirme ese tipo de debilidades, no después de todo lo que me había costado tenerte aquí…
Acerqué la navaja a tu sujetador y lo rompí por la mitad, después desgarré las bragas por ambos extremos…
Deslicé mi dedo entre sus senos, hasta tu ombligo, hasta tu vientre… mientras temblabas.
Entonces, sin previo aviso, me soltaste una patada y tu tacón se incrustó en mi abdomen, chillé de dolor y retrocedí, te levantaste rápidamente de la cama y saliste corriendo de la habitación.
¡Carajo!, ¿porqué tenías que complicarlo más?, una furia se fue extendiendo rápidamente por mi cuerpo, como un calor que viajara por mis venas y me provocara una increíble ansia de dañarte, de golpearte y lastimarte.
Fui detrás de ti, de todas formas no había muchos lugares donde pudieras esconderte, y mucho menos salir de la casa, había atrancando todas las ventanas y sólo estaba la puerta del recibidor.
Mi casa era bastante pequeña, tenía lo necesario, la había comprado solamente por lo aislada que se encontraba, aquí nadie podría ayudarte, y nadie escucharía tus gritos de auxilio.
Tus zapatos estaban tirados a medio pasillo, ¡vaya!, la crisis en la que te encontrabas no te había hecho perder la cabeza, al menos no todavía, tus tacones serían como un altavoz que indicara tu posición, y tú, muy lista, te los habías quitado, pero aún así morirías, sería imposible que te escondieras eternamente de mí.
La idea de que estabas oculta en mi casa, completamente desnuda, que tenías miedo y te escondías de mí me provoco una incipiente erección, pero intenté no pensar en eso, no quería que todo ocurriese demasiado pronto, quería alargar el momento, disfrutar la noche todo lo que pudiera.
Revisé el cuarto de baño y, al ver que no estabas ahí, cerré la puerta con llave, así reduciría el tiempo que durase la persecución.
Imitándote me quite los zapatos, y después la camisa, los arroje sobre el sofá y seguí buscándote.
No estabas en la cocina, ni en el comedor, ni en la sala, ni en el baño, ahora solo faltaba otra habitación… no tenías escapatoria, sabía, sin lugar a dudas que estabas allí.
Entré y cerré suavemente la puerta a mis espaldas.
-Cariño… vamos, sal, no te haré daño -mi voz sonó calmada, como si todo lo que te había hecho hasta ese momento fuera realmente una broma y yo volvería a ser tu amigo de siempre.
Un sollozo resonó en la habitación. Sonreí, satisfecho, estabas atrapada.
Salí de la habitación y fui a mi cuarto. Sabía que la última parte de tu fortaleza se había esfumado, que de ahora en adelante serías mía, te rendirías a mis caprichos y no volverías a protestar.
Abrí un cajón y saqué un par de cadenas… por si las dudas.
Regresé a donde estabas y no habías cambiado ni lo más mínimo de postura. Me acerqué a ti y te alcé suavemente con mis brazos, después te acosté sobre el lecho y encadené tus muñecas al poste de la cama.
Tú no opusiste ninguna resistencia. Empezaba a sentir ternura por verte ahí, tan indefensa, vulnerable, tan niña…
Me coloqué sobre ti, y con mis rodillas aferre tu cintura, comencé a besarte la cara otra vez, me deslicé por tu garganta y por fin llegue a tus pechos. Lamí suavemente los pezones y luego los mordí, los aprisioné entre mis dientes y seguí mordiéndolos hasta que tú empezaste a retorcerte desesperadamente y sentí el sabor a sangre en mis labios, entonces aferré tu pezón completamente con mis labios y luché por arrancarlo
Lemon Tree
Tampoco sé que dice... ya se me hizo costumbre, jaja, pero igual me encanta!!!!
Además la cantamos en mis cursos de inglés, jaja, así que por eso me gusta más!!
Pero eso de cantamos... será más bien intenté cantar la canción, aunque lo único que salió de mi boca fue un extraño balbuceo... pero eso no cuenta, jaja
I can see... -es, casi lo único que logro pronunciar, jaja
Ya no sé que más poner... igual puse la canción en el perfil... pero no sé si se active, porque yo no la pude oír.. pero en fin
Saludos!!
Eh... lo siento si os parecesco un poco boba hoy... pero es que... ¡¡soy muy feliz!!, jaja, y lo peor es que no puedo dejar de decirlo... mejor ya me voy o los voy a hacer enloquecer
Además la cantamos en mis cursos de inglés, jaja, así que por eso me gusta más!!
Pero eso de cantamos... será más bien intenté cantar la canción, aunque lo único que salió de mi boca fue un extraño balbuceo... pero eso no cuenta, jaja
I can see... -es, casi lo único que logro pronunciar, jaja
Ya no sé que más poner... igual puse la canción en el perfil... pero no sé si se active, porque yo no la pude oír.. pero en fin
Saludos!!
Eh... lo siento si os parecesco un poco boba hoy... pero es que... ¡¡soy muy feliz!!, jaja, y lo peor es que no puedo dejar de decirlo... mejor ya me voy o los voy a hacer enloquecer
Demasiadas emociones para un día
Todavía puedo recordar lo que paso cuando colgué el teléfono, el teléfono que no podía colgar, que me rehusaba a colgar…
Después el clic inminente de que se había cortado la comunicación, y luego el sentimiento, el dolor que lentamente me iba deformando el alma… y después la erupción total de la ira, del no entiendo
El golpe que le di a la pared, como me revolqué entre las sábanas mientras bramaba mi incomprensión, soltando puñetazos a golpe y siniestra, mientras las lágrimas se deslizaban por mi cara y el rostro se me deformaba por el terrible dolor…
Luego la voz, mi voz que rompía el silencio del lugar, que acababa con las dudas de lo que acababa de pasar… Mis reproches, mis juramentos, mis maldiciones y mis preguntas sin respuesta, el bramido de la incomprensión más terrible que puede tener el alma, el dolor que se convertía en contracciones de mi estomago, en el revoltijo de mi ser, en los sentimientos encontrados que ni los aullidos más desgarradores podían sacar.
Después la momentánea calma, el morder de la almohada tratando de calmar los estremecimientos que todavía me recorrían el cuerpo.
Me reclinó en el asiento, los ojos me arden, tengo la vista cansada, la mirada triste y lejana, de un modo inconsciente me doy cuenta de que estoy escribiendo, que después del rapto de dolor sigo viva… sigo aquí
No sé como expresarle todo, todo lo que siento… lo mucho que la quiero y la necesito, lo mucho que me duele perderla…
Maldición…
Escribo y escribo y ni de eso me doy cuenta… no me doy cuenta de nada
sólo de la tristeza que me embriaga el alma, del dolor lacerante que siento en el pecho, en el cansancio de mis huesos, en la imposibilidad de saber que sucederá después, si ella verdaderamente se irá… si se irá sin despedirse, sin estar conmigo otra vez…
¡¡No sé!! ¡¡todo es tan injusto!!
¡¿Porqué tuve que conocerla si después se iba a ir?!
¿Por qué tuve que llegar a necesitarla tanto si después me iba a dejar?
¿¿Por qué??
[...] [Horas depués] [...]
Y luego el gozo, el increíble gozo del corazón, del cuerpo, la sonrisa que ilumina el rostro e impulsa tus dedos al saber que ella no se ira, o que al menos no quiere irse, que también te necesita… simplemente el alivio que surge de ti en forma de suspiro y la presión del corazón que deseaba brincar de gozo por lo que acaba de oír… la felicidad más perfecta y pura que una persona puede sentir
La carcajada que atruena, loca y demente y extraña, en la estancia, feliz y dichosa. Las risitas, la felicidad inigualable de que ella no se ira, de que no te dejara…
¡Ah soy tan, tan feliz!
El simple convencimiento del alma de que vale la pena vivir, sonreír, ser feliz…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)