Un médico que no se había tomado la molestia de alzar la vista del informe que leía estaba allí. Empuñé la pistola y estaba a punto de accionar el gatillo cuando la sangre empezó a manar de la cabeza del médico y éste se desplomó en el suelo. Voltee y vi a Alicia, con la pistola todavía levantada y humeante, una mueca de satisfacción en su rostro… debía haberlo sospechado, después de tanto tiempo de no haber disparado un arma debía haber tenido una verdadera urgencia por hacerlo.
Capítulo I (Novela de acción, sin título)
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