Ehh... mi información... según esto

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D.F., Mexico
Intentaré ser lo más exacta posible, pero con tan poco espacio no prometo nada, jaja, vean, sólo puedo poner 1200 carácteres, y, escribo tanto, tengo tantas cosas que decirles que simplemente no me caben, jaja Esta bien, les diré que me gusta leer, algo demasiado obviooo, también escribir, jaja, y... me gusta... el helado, aahhh, sobre esto, tengo que decirles que soy un helado de uva karateca, jaja, y además sepó(no hay otra forma de escribirlo) rico, jaja, y también me gusta reirme de todo, comer chocolate, pastel y cantar, bambambam barararararara, y así mientras bailo, jajaja Por último!!! deseo ser vagabunda o trotamundos, jaja, aunque lo segundo suena más bonito, así que me gustaría que me regalaran un bastón negro para cuando ejerza mi profesión o unos tennis-botas con suelas enormes para poder subir montañas y vadear rios, jaja

21/5/08

Labores escolares

Capítulo I
Los ojos se me cerraban después de tanto tiempo frente a la computadora… temí quedarme ciega. Un chico me dijo una vez que él no leía en la computadora porque si lo hacía se quedaría ciego… y yo le creí, pese que nunca me ha explicado el porque, aunque tiene cierta lógica, quizás por eso no me he tomado la molestia de averiguar el extraño fenómeno… quizás la luz sobrenatural de la máquina tenga algo que ver, aunque a ser sincera no me importa, lo que si me importa, sin lugar a dudas, es acabar con la tarea.

Los ojos ya me arden, el sueño me ofusca la mente y ya no sé que hacer… pero la mentada tarea es tan importante que de lo único de lo que estoy segura es que la tengo que acabar…

Las horas transcurrían en una cruel y abominable monotonía… y luego la maldita madre que tenía de máquina como se trababa, tenía ganas de golpearla, de arrojarla por la ventana, de deshacerme de ella y comprar una nueva, una que si sirviera…
¡Oh! ¡Maldición!, ¡las dos!, a este paso no voy a acabar nunca, me van a dar las seis y voy a seguir aquí, sin haber logrado terminar… pero ¿porqué demonios los maestros se empeñan en dejar tanta?, quizás están tan amargados que lo único que los consuela y los hace felices es saber que nos joden la vida a nosotros, que si deseamos y podemos divertirnos… aunque ahora yo no deseo divertirme, sino dormir… y lo peor es que haciendo cuentas si me dormía ahora, que son las dos, y me despierto a las cinco solo voy a dormir… ¡tres horas! ¡Tres!, ¿lo podéis creer?, ósea una nada, ya ni caso tiene que me acueste… ya mejor lo hago todo de corrido, tal vez así logre acabarla…
Seguí escribiendo en el teclado, pulsando teclas sin ton ni son…, pero el sueño era tan grande… intenté abrir los ojos… pero me ardían, me escocían por el sueño… solo deseaba cerrarlos… mis manos se resbalaron por el teclado y caí profundamente dormida…

Pero no, no debía dormir, me incorporé rápidamente y continué copiando y pegando, sin molestarme ya en leer y analizar la información, ya no me importaba…
Tardé un par de segundos en percatarme que la pantalla se había vuelto completamente negra.
Mi primer pensamiento fue que por alguna extraña razón la luz se había ido y el foco poseía su propio generador, así que por eso no se apago… no, no podía ser, sonaba estúpido, ya el segundo fue un poco más razonado, quizás algún maldito cable se había desconectado… ¿solo?, los cables no se desconectan solos… y el tercero, al que tarde poco más de tres minutos en llegar, fue que la computadora, después de todo el tiempo que llevaba prendida se había descompuesto y ahora me iba a impedir hacer mi tarea… la ira comenzó a invadirme, estrellé las manos contra el teclado y después me paré y le di una patada al CPU… no sirvió de nada, la computadora estaba igual que de muerta que hacía unos minutos…
Apreté fuertemente los labios, un grito luchaba por abrirse paso entre los tendones de mi garganta y yo no podía dejarlo salir… ¡pero era tan injusto!, haber pasado horas y horas haciendo la maldita tarea para que ahora no la pudiese terminar… ¡Carajo!, mínimo mentalmente podía decir todas las groserías que pasaban por mi mente, que, para vergüenza mía, no se limitaban solo a un carajo… ¡vaya!, no sabía que mi arsenal de groserías era tan grande…, me había sorprendido profundamente a mí misma… ¿dónde demonios las habré oído?... pues obviamente esa pregunta se quedara sin respuesta, al menos momentáneamente, no era momento de estar pensando estupideces…
¿Ahora que haría?, eso si era importante... y lo peor era que no tenía la más mínima noción de computadoras, y que tal si me ponía aquí a tratar de arreglarla y la dejaba mucho peor… no, lo mejor era no arriesgarse… ¿pero entonces? ¿Qué hacía?... ¡oh! ¡Puta madre!, tenía una suerte que me asombraba a mí misma
Ojala pudiese convencer a la maestra de que le entregaba el maldito trabajo otro día, porque no, ya no podría hacer nada, y si me atrevía a despertar a mi papá a esta hora él terminaría por lincharme, y razón no le faltaba… toda la tarde me la pase perdiendo el tiempo, haciendo estupidez y media, menos lo que tenía que hacer… y ahora, definitivamente, estaba pagando las consecuencias…
Bueno, ya que no podía hacer nada, lo mejor sería que me fuese ya a dormir… mañana sería otro día y ya vería como me las arreglaría… Di media vuelta y bajé a la cocina por un vaso de agua… el enojo me había quitado el sueño, haber si un vaso de agua me tranquilizaba…

Satisfecha mi sed regresé a mi cuarto, apagué la luz, y así, sin quitarme la ropa o meterme en las cobijas, me tire sobre la cama…
Pero…
Abrí los ojos, espantada, sorprendida, no sabría definir lo que sentía en ese momento… o quizás sí: terror
Una sobrenatural luz verde alumbraba mi cuarto, busqué el lugar de donde provenía la luz, mientras la sangre me bombeaba en la cabeza…
¡La computadora!
Quizás diréis que estoy loca, o deliro, pero eso es lo que estoy viendo… la computadora, la pantalla de la computadora o para ser más exactos, el monitor, parecía una superficie líquida, verde y líquida…

Me levanté de la cama, iba descalza, el suelo estaba frío y yo seguía sintiendo esas sobrenaturales ganas de dormir.
Acerqué, titubeante, mi mano a la pantalla… era una sustancia extraña… traspasable, como neblina… mi mano se volvió verde y el color se empezó a expandir por el resto de mi brazo… pero no lo quite, una voz parecía querer jalarme hacía ella… era una fuerza irresistible… y yo estaba tan débil….
Acerqué más y más mi brazo, hasta que mi mano había desaparecido…
[Continuará...]

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